domingo, 25 de agosto de 2024

LA INCREDULIDAD NOS ALEJA DE LA BENDICIÓN

 LA INCREDULIDAD NOS ALEJA DE LA BENDICIÓN

                                                                                    


Hebreos 3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz,
3:8 No endurezcáis vuestros corazones,
Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
3:9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron,
Y vieron mis obras cuarenta años.
3:10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación,
Y dije: Siempre andan vagando en su corazón,
Y no han conocido mis caminos.
3:11 Por tanto, juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.

El pueblo de Israel fue llevado al desierto, para probar su fe, y saber lo que había en sus corazones.

Deuteronomio 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.

El pueblo de Israel endureció su corazón, y cayó en el pecado de incredulidad.

La incredulidad privo al pueblo de Israel de entrar  a la tierra prometida, y disfrutar  de las bendiciones que había allí.

Permanecieron en el desierto, rodeando la montaña durante mucho tiempo.

Muchos cristianos se quedan en el desierto, rodeando la misma montaña de problema, y dificultades por muchos años, sin llega a avanzar.

Deuteronomio 2:1 Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por mucho tiempo.
2:2 Y Jehová me habló, diciendo:
2:3 Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte.

El pecado de incredulidad nos impide abandonarnos en las manos de Dios, y dejar que el guie nuestra vida, y nos lleve a tierra de bendición.

La incredulidad lleva a las personas a renegar, a creer que cuando están pasando por el desierto es porque Dios los ha traído para mátalos, y que nunca podrá llevarlos a esa tierra de bendición.

Éxodo 16:1 Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.
16:2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;
16:3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

En el desierto el calor es muy fuerte, y la vida no es fácil, pero allí estaba Dios para guiarlos, alimentarlos y guardarlos.

Éxodo 16:35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán.

Éxodo 13:20 Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto.
13:21 Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.
13:22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.

En medio de los problemas, y dificultades; Dios siempre nos sostiene, aunque las cosas no nos gusten, y sean difíciles, siempre estará allí.

Deuteronomio 2:7 pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.

El tiempo que pasemos en el desierto depende de nuestra incredulidad; si no aprendemos a depender de Dios, tal vez tengamos que morir en el desierto, y no entrar a la tierra prometida.

Números 14:28 Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.
14:29 En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí.
14:30 Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun.
14:31 Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis.
14:32 En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto.

Deuteronomio 2:14 Y los días que anduvimos de Cades-barnea hasta cuando pasamos el arroyo de Zered fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como Jehová les había jurado.
2:15 Y también la mano de Jehová vino sobre ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos.

LA INCREDULIDAD Y SUS CONSECUENCIAS

La incredulidad nos lleva a cometer actos reprochables ante los ojos de Dios.

La incredulidad nos lleva siempre a  pecar, y a vivir en rebeldía.

1 a corintios 10:1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar;
10:2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar,
10:3 y todos comieron el mismo alimento espiritual,
10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
10:5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.
10:6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.
10:7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar.
10:8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil.
10:9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes.
10:10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.
10:11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

Codiciar cosas malas

Éxodo 16:3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

Números 11:4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!
11:5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;
11:6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.

16:8 Dijo también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.

Hebreos 3:10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación,
Y dije: Siempre andan vagando en su corazón,
Y no han conocido mis caminos.
3:11 Por tanto, juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.

Practicar la idolatría,  la fornicación.

Éxo 32:6  En efecto, al día siguiente los israelitas madrugaron y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se entregó al desenfreno.

Éxo 32:7  Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: —Baja, porque ya se ha corrompido el pueblo que sacaste de Egipto.

Éxo 32:8  Demasiado pronto se han apartado del camino que les ordené seguir, pues no sólo han fundido oro y se han hecho un ídolo en forma de becerro, sino que se han inclinado ante él, le han ofrecido sacrificios, y han declarado: “Israel, ¡aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto!”

Números 25:1 Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,
25:2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
25:3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel.
25:4 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel.

25:9 Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.

Rom 1:21  A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón.

Rom 1:22  Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios

Rom 1:23  y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.

Rom 1:24  Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros.

Rom 1:25  Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Amén.

Rom 1:26  Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza.

Rom 1:27  Así mismo los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en sí mismos recibieron el castigo que merecía su perversión.

Tentar  al señor y murmurar contra Dios.

Éxodo 17:3 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?

Sal 95:8  no endurezcan el corazón, como en Meribá,[a] como aquel día en Masá,[b] en el desierto,

Sal 95:9  cuando sus antepasados me tentaron, cuando me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras.

Sal 95:10  Cuarenta años estuve enojado con aquella generación, y dije: «Son un pueblo mal encaminado que no reconoce mis senderos.»

Sal 95:11  Así que, en mi enojo, hice este juramento: «Jamás entrarán en mi reposo.»

 

Debemos tener mucho cuidado, porque podemos ser salvos, y haber creído en Cristo, y participar de todos sus beneficios; pero por causa del pecado de incredulidad podemos ser juzgados por Dios

Hebreos 3:12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
3:13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

3:14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,

Hebreos 3:16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?
3:17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
3:18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?
3:19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.

jueves, 15 de agosto de 2024

LLAMADOS A SER DISCÍPULOS

 

LLAMADOS A SER DISCÍPULOS



Mateo 4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres

Como cristianos nacidos de nuevo somos llamados a ser discípulos de Cristo, para enseñar su mensaje de salvación al mundo.

Mar 16:15  Y les dijo: Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura.

Mar 16:16  El que creyere, y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado.

 Así como los doce apóstoles, fuimos escogidos por Dios,  para enseñar  su mensaje, nos dio poder sobre toda enfermedad y sobre el enemigo.

Mar 3:13  Y subió al monte, y llamó a sí los que él quiso; y vinieron a él.

Mar 3:14  Y ordenó a doce para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar;

Mar 3:15  Y que tuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios:

Después de la resurrección Jesús les volvió a enviar  a predicar el mensaje.  Les dio el espíritu santo para que pudieran hacer su obra.

Jua 20:21  Luego Jesús les dijo otra vez:

—¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.[n]

Jua 20:22  Y sopló sobre ellos, y les dijo:

—Reciban el Espíritu[ñ] Santo.

 

Somos enviados a mostrar el amor de Dios a la humanidad, a ser esos instrumentos útiles, para llevar el mensaje de salvación.


Discípulo en griego es mathetes que significa aprendices, estudiantes

Discípulo es la persona que se vincula a otra para apropiarse de sus conocimientos y experiencias.

La característica más importante del discípulo es que ha sido llamado a servir.

Ser discípulos de Cristo no se trata de creer y hace solamente,  se trata cumplir el propósito al cual fuimos llamados,  a vivir en obediencia.

Jua 8:31  Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él:

—Si ustedes obedecen mis enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos;

Jua 8:32  y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

 Seguir a Jesús significa que nos convertimos en sus colaboradores, anunciando el reino de Dios en este mundo.

Luc 10:1  Después, Jesús eligió a setenta y dos discípulos, y los envió en grupos de dos en dos a los pueblos y lugares por donde él iba a pasar.

Luc 10:2  Jesús les dijo:

«Son muchos los que necesitan entrar en el reino de Dios, pero son muy pocos los que hay para anunciar las buenas noticias. Por eso, pídanle a Dios que envíe más seguidores míos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.

 El discípulo debe tener una entrega total en obediencia a Jesús, el discípulo no hace su propia voluntad, se somete a Dios y donde quiere que va tiene que enseñar el mensaje de Cristo.

Mat 10:37  »Si ustedes prefieren a su padre o a su madre más que a mí, o si prefieren a sus hijos o a sus hijas más que a mí, no merecen ser míos.

Mat 10:38  Y si no cargan su cruz[4] y me siguen, no merecen ser míos.

Mat 10:39  Si sólo se preocupan por su propia vida, la van a perder. Pero si están dispuestos a dar su vida por causa mía, les aseguro que la van a ganar.

 

EXIGENCIAS PARA EL DISCÍPULO

Mat 16:24  Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su (a) cruz y sígame.

Tiene que negarse a sí mismo.

Esto significa renunciar a uno mismo,  esto no quiere decir que tengo que dejar  las cosas que tengo, se trata de renunciar al ego al yo, que nos lleva a actuar a nuestra manera a buscar nuestros propios intereses.

Negarnos a nosotros mismos es estar dispuesto a servir.

Flp 2:5  La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,

Flp 2:6  quien, siendo por naturaleza[a] Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.

Flp 2:7  Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza[b] de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.

Flp 2:8  Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!

Flp 2:9  Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre,


Debe tomar su cruz

Tomar su cruz, no se refiere a  problemas, enfermedades que la persona tiene.

Llevar su cruz se refiere a los sufrimientos que se producen por seguir a Cristo y obedecerle, es estar dispuesto a sufrir por causa de Cristo.

Heb 13:13  Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, llevando la deshonra que él llevó,

Debemos tomar la Cruz cada día,  muriendo al yo.

El apóstol Pablo habla claramente de lo que muchas veces tiene que vivir el discípulo de Cristo.

1Co 4:9  Pero me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha dejado en el último lugar. Parecemos prisioneros condenados a muerte. Somos el hazmerreír del mundo entero, ¡y hasta de los ángeles!

1Co 4:10  Por obedecer a Cristo, la gente nos considera tontos. En cambio, gracias a Cristo, a ustedes los consideran sabios. Nosotros somos los débiles, y ustedes los fuertes. A ustedes los respetan, y a nosotros no.

1Co 4:11  Ahora mismo tenemos hambre y sed, andamos casi desnudos, la gente nos maltrata, y no tenemos ni dónde vivir.

1Co 4:12  Nos cansamos trabajando con nuestras manos. Bendecimos a los que nos insultan. Cuando sufrimos, lo soportamos con paciencia.

1Co 4:13  Cuando hablan mal de nosotros, contestamos con palabras amables. Hasta ahora, se nos ha tratado como si fuéramos la basura del mundo.


 Debe seguir a Jesús.

La única manera de poder seguir a Jesús es muriendo al yo y tomando su Cruz.

Hay muchos que dicen que siguen a Jesús pero no han muerto al ego al yo, solo siguen sus propias convicciones,  y mucho menos quieren cargar su cruz, en el primer problema, humillación, o maltrato salen corriendo; aunque dicen seguir a Jesús, el evangelio no les funciona, porque solo siguen una religión que no da frutos.

Seguir a Cristo es estar dispuesto a perderlo todo con tal de ganar a Cristo.

Flp 3:7  Pero, gracias a lo que Cristo hizo por mí, ahora pienso que no vale la pena lo que antes consideré de valor.

Flp 3:8  (8-9) Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no hay mejor conocimiento. Y quiero que Dios me acepte, no por haber obedecido la ley, sino por confiar en Cristo, pues así es como Dios quiere aceptarnos.

Flp 3:10  Por eso, lo único que deseo es conocer a Cristo; es decir, sentir el poder de su resurrección, sufrir como él sufrió, y aun morir como él murió,

 

Mat 16:24  Luego Jesús les dijo a sus discípulos:

«Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a cargar su cruz[1] y a hacer lo que yo les diga.

Mat 16:25  Si sólo les preocupa salvar su vida, la van a perder. Pero si deciden dar su vida por mi causa, entonces se salvarán.

Mat 16:26  De nada sirve que una persona gane en este mundo todo lo que quiera, si al fin de cuentas pierde su vida. Y nadie puede dar nada para salvarla.

Mat 16:27  Porque yo, el Hijo del hombre, vendré pronto con el poder de Dios y con mis ángeles, para darles su premio a los que hicieron el bien y para castigar a los que hicieron el mal

 

 

 

miércoles, 7 de agosto de 2024

UN ADMINISTRADOR SABIO

 UN ADMINISTRADOR SABIO

                                                         



Gén 41:17  El faraón le contó a José lo siguiente: —En mi sueño, estaba yo de pie a orillas del río Nilo.

Gén 41:18  De pronto, salieron del río siete vacas gordas y hermosas, y se pusieron a pastar entre los juncos.

Gén 41:19  Detrás de ellas salieron otras siete vacas, feas y flacas. ¡Jamás se habían visto vacas tan raquíticas en toda la tierra de Egipto!

Gén 41:20  Y las siete vacas feas y flacas se comieron a las siete vacas gordas.

Gén 41:21  Pero, después de habérselas comido, no se les notaba en lo más mínimo, porque seguían tan feas como antes. Entonces me desperté.

Gén 41:22  »Después tuve otro sueño: Siete espigas de trigo, grandes y hermosas, crecían de un solo tallo.

Gén 41:23  Tras ellas brotaron otras siete espigas marchitas, delgadas y quemadas por el viento solano.

Gén 41:24  Las siete espigas delgadas se comieron a las espigas grandes y hermosas. Todo esto se lo conté a los magos, pero ninguno de ellos me lo pudo interpretar.

Gén 41:25  José le explicó al faraón: —En realidad, los dos sueños del faraón son uno solo. Dios le ha anunciado lo que está por hacer.

Gén 41:26  Las siete vacas hermosas y las siete espigas hermosas son siete años. Se trata del mismo sueño.

Gén 41:27  Y las siete vacas flacas y feas, que salieron detrás de las otras, y las siete espigas delgadas y quemadas por el viento solano, son también siete años. Pero éstos serán siete años de hambre.

Gén 41:28  »Tal como le he dicho al faraón, Dios le está mostrando lo que está por hacer.

Gén 41:29  Están por venir siete años de mucha abundancia en todo Egipto,

Gén 41:30  a los que les seguirán siete años de hambre, que harán olvidar toda la abundancia que antes hubo. ¡El hambre acabará con Egipto!

Gén 41:31  Tan terrible será el hambre, que nadie se acordará de la abundancia que antes hubo en el país.

Gén 41:32  El faraón tuvo el mismo sueño dos veces porque Dios ha resuelto firmemente hacer esto, y lo llevará a cabo muy pronto.

Gén 41:33  »Por todo esto, el faraón debería buscar un hombre competente y sabio, para que se haga cargo de la tierra de Egipto.


El dinero nos da poder, y se pueden hacer muchas cosas con éste. Mientras estemos en esta tierra necesitamos dinero para comprar comida, vestido  y todo lo necesario para poder vivir.

No podemos creer que somos tan espirituales como para  no necesitar  dinero, 

Necesitamos dinero para comprar lo que necesitamos.

COMO ESTAMOS USANDO EL DINERO QUE DIOS NOS DA?

Debemos preguntarnos, estamos usando el dinero como Dios quiere? Lo estamos usando para cumplir el propósito de Dios en  nuestra vida y en la vida de los demás, o lo estamos derrochando de manera insensata, o lo estamos usando para algo que no nos beneficia, sino solo para satisfacer nuestros caprichos y deseos.

El dinero es necesario pero este no nos da la verdadera  felicidad, ni la alegría que necesitamos.

La falta de dinero nos puede causar muchos problemas, por eso Dios esta tan interesado en que sepamos administrar el dinero.

Dios da dinero para que sus propósitos se cumplan en nuestra vida de una forma correcta, Dios quiere que no nos falte nada de lo que necesitamos, comida, ropa y provisiones.

Dios busca personas que sean buenos administradores, para entregarles las riquezas y que sus propósitos se puedan cumplir en esta tierra.

POR QUE NO TENEMOS RIQUEZAS?

No tenemos riquezas porque somos malos administradores. Dios necesita gente que sea sabia para administrar sus recursos, según sus principios.

José fue un ejemplo de esta persona sabía que Dios utilizo para administrar sus recursos y  cumplir sus planes.

Faraón había soñado con siete vacas gordas y hermosas y luego con 7 vacas flacas y feas que se comían a las gordas y aun así seguían siendo raquíticas. Luego soñó con 7 espigas de trigo hermosas que crecían en un tallo  y tras ellas salían otras  siete espigas feas y marchitas que se comían a las espigas hermosas.

Gén 41:17  El faraón le contó a José lo siguiente: —En mi sueño, estaba yo de pie a orillas del río Nilo.

Gén 41:18  De pronto, salieron del río siete vacas gordas y hermosas, y se pusieron a pastar entre los juncos.

Gén 41:19  Detrás de ellas salieron otras siete vacas, feas y flacas. ¡Jamás se habían visto vacas tan raquíticas en toda la tierra de Egipto!

Gén 41:20  Y las siete vacas feas y flacas se comieron a las siete vacas gordas.

Gén 41:21  Pero, después de habérselas comido, no se les notaba en lo más mínimo, porque seguían tan feas como antes. Entonces me desperté.

Gén 41:22  »Después tuve otro sueño: Siete espigas de trigo, grandes y hermosas, crecían de un solo tallo.

Gén 41:23  Tras ellas brotaron otras siete espigas marchitas, delgadas y quemadas por el viento solano.

Gén 41:24  Las siete espigas delgadas se comieron a las espigas grandes y hermosas. Todo esto se lo conté a los magos, pero ninguno de ellos me lo pudo interpretar.

 Como nadie le pudo interpretar el sueño trajeron  a José  para que interpretara el sueño.

José dijo a Faraón que Dios le había mostrado lo que iba a suceder, Dios tenía  un propósito al mostrarle esos sueños al Faraón.

 El propósito era de bendecir, proveer y liberarles del hambre que vendría a la tierra de Egipto.

Dios es el único que conoce nuestro futuro,  Dios quería que la gente de Egipto  no sufriera y que su pueblo no pereciera, por eso le mostro a Faraón este sueño para que se apercibiera.

Dios  tenía un plan, quería usar a un hombre que le obedeciera en cuanto al dinero,  para que su  pueblo no sufrirá de hambre,  Dios iba a usar un buen administrador de sus riquezas, Dios lo iba a poner en alto aunque él no fuera el dueño de las riquezas, porque aunque eran las riquezas de Egipto, esas riquezas le pertenecían a Dios.  José  solo sería un buen administrador que Dios usaría para sus planes y propósitos.

CUALIDADES DE UN ADMINISTRADOR SABIO

DIOS BUSCA GENTE SABIA E INTELIGENTE PARA DARLE RIQUEZAS?

Dios busca gente sabia e inteligente para confiarle las riquezas y para que sea un buen administrador.

José comprendía  los principios de Dios acerca del manejo de las fianzas, y siendo el un siervo fiel, José serian quien administraría las finanzas de faraón.

Gén 41:33  “Por lo tanto, sería bueno que Su Majestad buscara un hombre inteligente y sabio, para que se haga cargo del país.

Gén 41:34  Haga Su Majestad lo siguiente: nombre Su Majestad gobernadores que vayan por todo el país y recojan la quinta parte de todas las cosechas de Egipto, durante los siete años de abundancia.

Gén 41:35  Que junten todo el trigo de los buenos años que vienen; que lo pongan en un lugar bajo el control de Su Majestad, y que lo guarden en las ciudades para alimentar a la gente.

Gén 41:36  Así el trigo quedará guardado para el país, para que la gente no muera de hambre durante los siete años de escasez que habrá en Egipto.”

 

José fue sacado de la cárcel donde se encontraba y llevado ante Faraón, para ser interrogado por respuesta a los sueños de Faraón.

JOSE ERA SIERVO

José era un hombre que siempre estaba listo para servir donde fuera, primero había pasado 11 años como esclavo y luego 2 años en la cárcel, siempre tenía una correcta relación con Dos; había pasado por muchas pruebas que solo lo habían llevado a serle fiel a Dios y servirle .

Gén 41:15  Y el rey le dijo:

—Tuve un sueño, y nadie puede decirme lo que significa. Pero me han dicho que en cuanto oyes un sueño, sabes su significado.

 

Gén 41:16  José le respondió:

—Yo no tengo ese poder, pero Dios sí lo tiene, y le dará a usted la respuesta esperada.

 JOSE HONRABA A DIOS

Si queremos llegar a grandes cosas debemos aprender primero a servir y a honrar a Dios en todo. Un  siervo sabe servir, es fiel, no es orgulloso y reconoce que es Dios quien hace todas las cosas.

José le dio todo el mérito a Dios con respecto a los sueños del Faraón  y a su interpretación, él  no se llevó la gloria, solo decía lo que Dios estaba diciendo que se hiciera.  Esta fue la mejor oportunidad que Dios había preparado para exaltar a José y ponerlo en  puesto de Gobierno.

Gén 41:16  —No soy yo quien puede hacerlo —respondió José—, sino que es Dios quien le dará al faraón una respuesta favorable.

 

ESCUCHABA LOS PLANES DE DIOS

Después de interpretar el sueño de Faraón, José ofreció al rey un plan de supervivencia para los siguientes catorce años. La única manera de prevenir el hambruna era a través de un plan cuidadoso; sin un plan para combatir el hambre, Egipto hubiera dejado de ser poderosa o se hubiera arruinado. A muchos les aburren o se les hacen innecesarios los planes detallados. Pero los creyentes deben reconocer que planear es una responsabilidad, no una opción. José pudo salvar una nación al traducir el plan que Dios tenía para Egipto en acciones prácticas

TENÍA EL ESPIRITU DE DIOS

Faraón reconoció que José era un hombre que poseía el espíritu de Dios. Usted probablemente no tendrá la oportunidad de interpretar sueños para un rey, pero los que lo conocen deben poder ver a Dios en usted, a través de sus acciones, palabras, actos de misericordia y consejos sabios.

Sus parientes, vecinos y compañeros de trabajo ¿lo ven a usted como una persona en la que habita el Espíritu de Dios?

El espíritu de Dios se debe reflejar en.

Nuestra forma de pensar, de hablar  y en  nuestras acciones.

Gén 41:37  El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos,

Gén 41:38  y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?

Gén 41:39  Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.

Gén 41:41  Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.

Gén 41:42  Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;

Gén 41:43  y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.

Gén 41:44  Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.

Gén 41:45  Y llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto.

Zafnat-paea "preservador del mundo", "mantenedor de vida" o "el que revela secretos.

El faraón entrega a José su anillo personal, lo cual concede autoridad legal para promulgar decretos y establecer las políticas necesarias a la situación. El vestido y las joyas dan a conocer su nueva condición de realeza y autoridad imperial, las cuales permitirán una esfera de acción sin impedimentos

José tenía 30 años de edad cuando Faraón lo pone como segundo al mando en Egipto.

Gén 41:46  Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto.

Gén 41:47  En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones.

Gén 41:48  Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores.

Gén 41:49  Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número.

 

Dios tenía un plan para asegurarse de que hubiera suficiente alimento para todos cuando llegaran los años de hambre, pero este plan tendría que ejecutarse en manos de  alguien que supiera administrar el dinero sabiamente.

Dios no podía escoger a alguien que no le permitirá ser el primero en sus decisiones y que fuera un mal administrador.

Dios no podía escoger a alguien que  tuviera un deseo por malgastar lo que le llegaba, alguien que no supiera como ahorrar  y administrar las riquezas.

Dios nos prueba en la prosperidad para saber cómo administraremos en la sobreabundancia.

QUE VAMOS A HACER CON LA RIQUEZAS?

Así como Dios prueba  nuestro carácter con el poder, Dios también nos prueba con el dinero.

Cuando recibes dinero extra,  dinero que sobra; tenemos la capacidad de decirle a Dios que vamos administrar ese dinero de la mejor manera posible.

¿QUÉ HIZO CON EL DINERO EXTRA? Lo ahorró, lo gasto, pago las deudas o lo multiplico?

Todos los días le pedimos a Dios que nos de dinero extra, pero cuando este llega somos fieles en hacer lo que Dios quiere que hagamos?

Dios  permite que llegue dinero extra, sea poco o sea mucho, con el fin de pasarnos por la prueba de la prosperidad. QUE ESTAMOS HACIENDO?

José fue un hombre sabio, él no se preocupaba por el dinero,  por eso el dinero no lo manejaba a él, él manejaba el dinero.

Su corazón no estaba puesto  en las riquezas, su corazón estaba en Amar y honrar a Dios, sabía que todo lo que tenía le pertenecía a Dios, incluso llego a honrar a Dios con el nombre que le puso a sus hijos, que  nacieron en tiempo de abundancia.

Manases significa olvidar y Efraín fructífero y lo primero que José dice es  Dios me ha hecho, reconociendo que todo proviene de Dios.

Manases porque dijo: Dios me ha hecho olvidar todo mi trabajo y toda la casa de mi padre.

Efraín porque: Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción.

Gén 41:50  Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On.

Gén 41:51  Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre.

Gén 41:52  Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.

Gén 41:53  Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto.

Gén 41:54  Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan.

Gén 41:55  Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere.

 

José tenía bien claro que él era un siervo que había sido puesto como gobernador, lleno de sabiduría para administrar las riquezas de Egipto.

El cargo no era para grandeza personal, sino de servicio y su propósito fue para preservación de vida.

Cuando llegamos a entender que las riquezas no son para nuestros placeres, sino para el servicio de de Dios en esta tierra, seremos personas bendecidas hasta el final de  nuestros días. 

 En este mundo existen muchas personas con grandes riquezas, pero no tienen sabiduría para administrar lo que Dios le ha entregado, muchos son infelices y llenos de dolor.

 Son ricos con mucho dinero, pero con pobreza espiritual, malos administradores, 

que no sirven para el propósito de Dios en esta tierra.