domingo, 20 de octubre de 2024

LA CLAVE PARA NUESTRA BENDICIÓN

 

LA CLAVE PARA NUESTRA BENDICIÓN

                                                                


Josué 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Muchos creen que la verdadera bendición y la felicidad esta en tener dinero, fama y cosas materiales, pero la verdadera felicidad se encuentra en la obediencia a la palabra de DIOS.

La clave para que las cosas nos salgan bien, y que nuestra vida puede ser bendecida es meditar en la palabra de Dios de día y de noche.

Meditar viene de la palabra hebrea  hagah que traduce, murmurar, pronunciar, susurrar, decir, hablar.

Meditar significa pensar y considerar, masticar; tener comunión en un  asunto con detenimiento y cuidado.

Meditar es hablar, pronunciar; decir  la palabra de Dios en cada momento de nuestra vida,  sin importar las circunstancias que estemos pasando.

Cada día que pasa, de nuestra boca debe salir la palabra de Dios, que nuestros pensamientos y acciones estén hablando la palabra;  para nuestra propia vida y para las personas que nos rodean.

Es muy importante conocer la palabra de Dios y meditar en ella, para que de   nuestra boca pueda salir palabra de bendición y  no de maldición 

Proverbios 18:21. En la lengua hay poder de vida y muerte;

    quienes la aman comerán de su fruto. 

Salmos 35:28 Y mi lengua hablará de tu justicia
Y de tu alabanza todo el día.

Salmos 37:30 La boca del justo habla sabiduría,
Y su lengua habla justicia.

Meditar en la palabra de Dios es poder reflexionar sobre lo que Dios nos dice, no para memorizarnos las cosas como una computadora, sino para poner en práctica esa palabra.

Que la palabra de Dios sea nuestro alimento, que podamos meditar una y otra vez para sacarle el mejor nutriente.

Si no amos la palabra no podremos meditar en ella.

Sal 119:97  ¡Tanto amo tus enseñanzas

que a todas horas medito en ellas!

 

Sal 119:98  (98-99) Siempre están conmigo,

y me hacen aún más sabio

que mis enemigos y mis maestros.

 

PROPÓSITOS DE LA MEDITACIÓN

-La obediencia a Dios.

La meditación en la palabra de Dios nos lleva a vivir de manera que agrade a Dios.

La clave para la verdadera bendición esta en obedecer. Pues Dios se agrada mas de la obediencia que de los sacrificios. Muchos creen que están agradando a Dios porque hacen muchas cosas en nombre de Dios, se sacrifican y hasta lo dan todo, pero en sus vidas falta lo mas importante la obediencia a Dios, sin obediencia no hay bendición.

1 Samuel 15:22 Samuel respondió: «¿Qué agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y prestar atención, más que la grasa de carneros.

Todos en este mundo queremos ser bendecidos para poder ser felices y disfrutar de la vida en plenitud; pero la verdadera felicidad solo la da Cristo cuando le entregamos toda nuestra vida a El, obedeciendo su palabra y cumpliendo su voluntad en nuestras vidas.

 Apocalipsis 1: 3. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

-Agradar a Dios y adquirir sabiduría para poder ser prosperado

Salmos 19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

Jos 1:8  Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.

Meditar en la palabra nos hace dar frutos

Sal 1:2  Dios bendice

a quienes aman su palabra

y alegres la estudian día y noche.

 

Sal 1:3  Son como árboles sembrados

junto a los arroyos:

llegado el momento,

dan mucho fruto

y no se marchitan sus hojas.

¡Todo lo que hacen les sale bien!

 

La meditación en la palabra debe producir regocijo.

Salmos 104:34 Dulce será mi meditación en él;
Yo me regocijaré en Jehová.

Meditar en la palabra es un deleite.

Salmos 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.

La verdadera bendición y la felicidad se encuentran en la obediencia, meditar en la palabra de Dios nos lleva a vivir una vida en victoria.

 Muchos tienen riquezas pero no son felices, porque la verdadera bendición se  encuentra cuando obedecemos la palabra de Dios.

 

 

 

 

domingo, 13 de octubre de 2024

YA NO VIVO YO, MAS CRISTO VIVE EN MI

 

YA NO VIVO YO, MAS CRISTO VIVE EN MI

                                                                    






Galatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 

El viejo yo, o sea el hombre natural fue crucificado con Cristo, y un yo nuevo ha tomado su lugar, ese es Cristo quien ahora vive en mí, y es quien gobierna mi vida.

En 1 de Corintios.2. Pablo usa la palabra natural para referirse a alguien que sigue en su estado original (pecaminoso). La palabra griega psuchikos (“natural”) puede definirse como “animal”, en contraposición a “espiritual”. Los hombres naturales son aquellos que están ocupados con las cosas de este mundo material en exclusión de las cosas de Dios. Son guiados por el instinto en lugar del Espíritu de Dios. Eligen intuitivamente el pecado sobre la justicia. Son los “paganos” a los que Jesús se refiere en Mateo. 6:32, que solo buscan las cosas de este mundo.

1 Corintios 2:14

14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Gál 5:24  Y los que son de Cristo Jesús, ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador junto con sus pasiones y malos deseos.[t]

El cristiano aunque vive en un cuerpo,  ha sido capacitado para vivir de una forma sobrenatural,  porque Cristo viven en nuestras vidas a través del Espíritu Santo y maneja todas nuestras acciones.

En nuestro yo vive Cristo, el Espíritu Santo y Dios mismo, gobernando nuestras vidas.

Mateo17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 
17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

Por lo tanto ya no somos esclavos del pecado sino que nuestra nueva naturaleza es de Dios.

Cuando llegamos a entender que nuestro viejo yo a muerto y quedo en la cruz, es que podremos vivir una nueva vida en Cristo.

¿POR QUE FUIMOS CRUCIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO?

Porque Dios había perdido toda esperanza en nosotros, nuestra carne era totalmente corrupta,  estábamos perdidos sin ninguna esperanza.

Cristo llevo nuestros pecados, y hoy podemos decir que con Cristo estoy juntamente crucificado,  nuestro viejo hombre a muerto.

Efesios 2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 
2:13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

Nada en este mundo puede cambiar nuestra carne corrupta, solo el sacrificio de Cristo lo pudo hacer.

Por tanto Dios nos ha declarado muertos al pecado y vivos para Dios, es hora de aceptar la muerte de nuestro viejo yo y creer que vivimos para Dios.

QUE SIGNIFICA ESTAR CRUCIFICADO JUNTAMENTE CON CRISTO?

Es aceptar que sin Cristo no tenemos ninguna esperanza, que  nada podemos hacer, que nuestro yo ha muerto.

El cristiano muchas veces no quiere ver la realidad, creer que su yo lo puede hacer todo, pero lejos del señor lo único que nos espera es la muerte, nuestra carne corrupta y llena de maldad hace que Dios pierda toda esperanza en nosotros, por tanto es muy importante crucificar nuestra carne.

VIVIENDO EN EL ESPIRITU

Como cristianos nacidos de nuevo, ahora no vivimos en la carne sino en el Espíritu, nuestra carne a muerto al pecado y ahora vivimos para Dios.

Romanos 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 
8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 

Mientras que vivamos en esta tierra tendremos que vivir en un cuerpo que nos incita al  pecado, un cuerpo de muerte; por eso debemos aprender a hacer morir las obras pecaminosas de nuestro cuerpo, por medio del Espíritu Santo, para que un día podamos tener nuestro nuevo cuerpo glorioso, ese cuerpo que Cristo compro con su sangre en la cruz del calvario.

Romanos 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 

Rom 6:11  De igual manera, el pecado ya no tiene poder sobre ustedes, sino que Cristo les ha dado vida, y ahora viven para agradar a Dios.

Rom 6:12  Así que no dejen que el pecado los gobierne, ni que los obligue a obedecer los malos deseos de su cuerpo.

Rom 6:13  Ustedes ya han muerto al pecado, pero ahora han vuelto a vivir. Así que no dejen que el pecado los use para hacer lo malo. Más bien, entréguense a Dios, y hagan lo que a él le agrada.

Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 
3:21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

NUESTRO YO A MUERTO

Cuando nuestro viejo yo en Adán a muerto, hemos aprendido a hacer morir las obras de la carne.

Romanos 6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 
6:2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 


LOS MIEMBROS DE MI CUERPO

Cuando el yo a muerto, toda mi cuerpo, espíritu y alma son del señor.

Romanos 6:13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 

Los miembros del cuerpo, no son solo el cuerpo, se está refiriendo a nuestra mente, nuestras emociones, mi voluntad, mi imaginación y mi cuerpo físico, Dios quiere que le rindamos todo a él, para que se haga su voluntad en nuestras vidas.

Romanos 6:22 Más ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 

La voluntad de Dios es la santificación de nuestras vidas y la vida eterna.

 

jueves, 3 de octubre de 2024

EL GOZO Y LA PAZ QUE CRISTO NOS DA

 

EL GOZO Y LA PAZ QUE CRISTO NOS DA

                                                              


2 a corintios 7:4 Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.

El gozo del señor no es un gozo cualquiera,  es un gozo que solo Cristo nos da, por medio del Espíritu Santo..

El gozo del señor no es porque todas las cosas  estén bien;  sino que es un gozo que a pesar de las pruebas y dificultades,  tenemos el gozo del señor morando en nuestras vidas.

Si andamos esperando que las cosas marchen bien, o que obtengamos lo que tanto deseo para sentirnos optimistas,  nunca podremos disfrutar del gozo del señor.

Tal vez las cosas sean cada día más difíciles y nos sentiremos más tristes y sin gozo.

Mientras estemos en esta tierra experimentaremos momentos difíciles,  nos trataran mal, nos enfermaremos, tendremos conflictos familiares, pero eso no nos debe robar el gozo del señor.

Si estamos en Cristo Jesús debemos disfrutar de esta vida, aunque las cosas no nos salgan bien, aunque nos rechacen o nos desprecien; tenemos a Cristo que es nuestro gozo y nos ayuda a ver la vida con optimismo y esperanza.

El gozo que Cristo nos da es nuestra fortaleza para superar cualquier obstáculo.

Nehemias 8:10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.

EL GOZO DEL SEÑOR NO DEPENDE DE LAS CIRCUNTANCIA

-No depende de las cosas que nos suceden con nuestros familiares, amigos, o el trabajo.

Hechos 13:50 Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites.
13:51 Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies,
llegaron a Iconio.
13:52 Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.

Nuestro gozo no debe acabarse por la mala actitud de las personas que nos rodean. Si nos tratan mal, o no nos aprecian; siempre debemos estar gozosos, porque es la obra del Espíritu Santo morando en nuestra vida la que nos mantiene gozosos.

-No depende de la abundancia económica

Si la felicidad de la persona depende de los bienes materiales cuando los pierden o no los tenga , se volverán amargados.

Debemos aprender a disfrutar lo que tenemos ahora, sea poco o mucho, Dios es el que nos lo ha dado y por lo tanto debemos estar gozosos con lo que tenemos.

Flp 4:12  Sé bien lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda clase de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase hambre; ya sea que tenga de todo o que no tenga nada.

Flp 4:13  Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.


PERDEMOS EL GOZO POR CAUSA.

Del temor: Cuando no tenemos fe en el señor, nos invade el temor que nos lleva a pensar en las cosa negativas, estos pensamientos  nos hacen perder el gozo.

Si hacemos que el temor sea nuestro gran aliado, en nuestro diario vivir; no podremos salir adelante, porque lo que uno teme eso es lo que le viene, en lo emocional o físico.

Proverbios 3:25 Porque el temor que me espantaba me ha venido,
Y me ha acontecido lo que yo temía.
3:26 No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado;
No obstante, me vino turbación.


Por el pecado. El pecado nos aleja de Dios y nos roba el gozo y la paz que Cristo nos ofrece.

Romanos 8:6-11. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

 

EL CRISTIANO DEBE GOZARSE POR

-La salvación  que ha recibido

-Compartimos esa salvación con los que no conocen del señor

-Porque tenemos un Dios en quien podemos confiarle toda nuestra vida

Salmos 28:7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,

-Podemos confiar en las promesas del señor


EL GOZO DEL SEÑOR ES NUESTRA FORTALEZA

Cuando tenemos el gozo del señor podemos superar cualquier obstáculo que se nos presente, el señor nos da la fuerza y el valor para poder vencer y ver la vida con alegría y optimismo.

Nehemias 8:10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.


LA PAZ QUE CRISTO NOS DA

La paz de Cristo no es que no tengamos ningún problema, o momentos difíciles, es que a pesar de las dificultades tengamos paz interior, que me llena de seguridad y confianza en Dios, sabiendo que mi vida esta bajo su control.

Esa tranquilidad interior solo nos la puede dar el Espíritu Santo de Dios cuando  

Entregamos toda nuestra vida a él.

1 de pedro 3:10 Porque:
El que quiere amar la vida
Y ver días buenos,
Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño;
3:11 Apártese del mal, y haga el bien;
Busque la paz, y sígala.

Romanos 14:17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.


CRISTO NOS OFRECE PAZ

Dios nos quiere que andemos preocupados, él nos ofrece una paz que no depende de nuestras circunstancias buenas o malas; sino que depende de la presencia de Cristo morando en nuestras vidas y el poder del Espíritu Santo que nos da las fuerzas.

El mundo ofrece paz cuando todo está bien, esa paz es una paz que nos es duradera.

Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

-Cuando la presencia de Cristo mora en nuestras vidas

-Cuando vivo su palabra

-Cuando pienso y hago las cosas del Espíritu

Isaias 26:3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Romanos 8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

-Cuando mis pensamientos son correctos

Los pensamientos negativos e incorrectos nos quitan la paz, porque nos traen incertidumbre, temor, preocupación.

Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
4:9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

CUANDO TENEMOS PAZ INTERIOR?

-Cuando vivo una vida en obediencia a Dios, confiando en sus  promesas.

Flp 4:6  No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos.

Flp 4:7  Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.

 

Salmos 4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré;

Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

-Cuando amamos su palabra obedeciéndola cada día

Salmos 119:165 Mucha paz tienen los que aman tu ley,
Y no hay para ellos tropiezo.

-cuando tengo fe en Dios

Al tener fe en Jesucristo puedo vencer el temor que me roba la paz.

-Cuando  tengo paciencia y amor con los que me rodean

Efesios 4:2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,
4:3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;