domingo, 7 de agosto de 2022

BENDICIONES DE DIOS EL PADRE

 

BENDICIONES DE DIOS EL PADRE


                                                                 


Efe 1:3  Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

Efe 1:4  según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

“Bendito sea Dios y Jesucristo” debería de ser siempre nuestra actitud hacia

ellos, por todo lo que hacen por nosotros; y lo más grande que han hecho por

nosotros es ofrecernos la vida eterna.

Pablo bendice a Dios por todas las bendiciones espirituales que Él provee.

DIOS NOS HA BENDECIDO CON TODA BENDICIÓN (no hay limitación, “toda”) espiritual en los lugares celestiales en Cristo.

Las bendiciones de las cuales el apóstol Pablo hace mención no son bendiciones“Materiales” sino “Espirituales” las cuales tienen que ver con cosas de la eternidad y cosas que no se echan a perder.

¿Cuáles son algunas de las bendiciones espirituales que encontramos en Cristo?

La vida eterna (1 Jn. 5:11; Jn. 3:16; Jn. 14:1-3)

1Jn 5:11  Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

 El perdón de pecados (Ef. 1:7; Col. 1:13-14; Hch. 2:38)

Efe 1:7  en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,

Una paz diferente a la que el mundo da (Jn. 14:27)

Jua 14:27  La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Una nueva vida (2 Co. 5:17)

2Co 5:17  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

  Reconciliación con el Padre (Is. 59:1-2—Ef. 2:13-16)

Efe 2:13  Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

Ser miembro de la familia de Dios (Ef. 2:19)

Efe 2:19  Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

 No tener condenación (Jn. 3:18-19—Ro. 8:1)

Rom 8:1  Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

 Todas estas bendiciones se encuentran en la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo.

Por lo tanto, para que la persona pueda gozar de estas bendiciones espirituales,

esa persona necesita estar en Cristo, y esto se hace por medio del nuevo

nacimiento (Jn. 3:3, 5; Ga. 3:27; Ro. 6:3-4)

Jua 3:3  Jesús le dijo:

—Te aseguro que si una persona no nace de nuevo[1] no podrá ver el reino de Dios.

 

Jua 3:4  Nicodemo le preguntó:

—¿Cómo puede volver a nacer alguien que ya es viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez en el vientre de su madre?

 

Jua 3:5  Jesús le respondió:

—Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Jua 3:6  Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu.

Jua 3:7  No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo.

 

EN LOS LUGARES CELESTIALES—Esta frase aparece varias veces en esta carta (1:3; 2:6;

3:10; 6:12), esta frase simplemente puede dar la idea de que Dios nos ha

bendecido en Cristo en cuanto a asuntos espirituales. Otra interpretación acerca

de esta frase puede que sea cosas que tienen que ver con el cielo, nuestra vida

eterna.

ESE LUGAR CELESTIAL SE ENCUENTRA EN CRISTO, por lo tanto, puede que sea una referencia a la Iglesia, ya que la Iglesia está en Cristo, porque es Su cuerpo (Ef. 5:23)

 Efe 1:4  según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

 Dios nos escogió en Cristo antes de que las cosas materiales fuesen creadas.

Esta idea la encontramos en varios pasajes del N. T. Por ejemplo:

1 P. 1:2 “Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del

Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz

os sean multiplicadas.”

P. 1: 20 Ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero

manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros.”

 

Ahora, estos pasajes no significan que Dios escogió a unos y a otros los rechazó.

Esto significa que Dios escogió un pueblo, y nosotros podemos escoger el ser o

no ser miembros de ese pueblo (Iglesia).

Hoy en día hay doctrinas que hablan que Dios escogió a ciertas personas para

salvarlas y a ciertas personas no escogió para salvarlas.

La salvación está disponible a todos los que la deseen (1 Ti. 2:4; 2 P. 3:9; Ro.

1:16; Hch. 10:34-35; Jn. 3:16; He. 5:9; Ro. 10:11, 13; Mt. 20:28; 1 Ti. 1:5)

 

1Ti 2:4  el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

2Pe 3:9  El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

om 1:16  Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

Heb 5:9  y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;

 

Esta es una de las bendiciones que tenemos en Cristo, el ser escogidos antes de la fundación del mundo.

Todos los que obedecen el Evangelio vienen hacer parte de los escogidos,

elegidos.

Si usted no obedece el Evangelio, usted lo único que está haciendo es no desear ser parte de los escogidos (o del cuerpo de Cristo). Y si se pierde, Dios no tendrá la culpa, porque usted escogió ser parte de los no escogidos (no salvos).

¿Cuál es el propósito por el cual nos escogió en Cristo?

Para que seamos Santos (Hagios—apartados, consagrados)

Sin mancha delante de Dios (Amomos) sin culpa, irreprensibles, sin mancha)

Una Iglesia que es santa y sin mancha da mucha evidencia de que es una Iglesia que ha sido escogida desde antes de la fundación del mundo.

Por esto es muy importante que la Iglesia se mantenga pura y sin mancha.

POR LO TANTO, COMO IGLESIA, TENEMOS UNA RESPONSABILIDAD DE…

Mantenernos Santos, apartados del mal.

Mantenernos sin mancha de este mundo pecaminoso.

Para poder llevar a cabo esto debemos de ocuparnos en nuestra salvación con

temor y temblor (Fil. 2:12)

Flp 2:12  Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,

 Alejarnos del mundo (Stg. 1:27)

Stg 1:27  La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

 

 No ser amigos del mundo (Stg. 4:4)

Stg 4:4  ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

 No amar al mundo (1 Jn. 2:15-17)

1Jn 2:15  No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

1Jn 2:16  Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

1Jn 2:17  Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

 No conformarnos a este mundo ( Ro. 12:1-2)

Rom 12:1  Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Rom 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.