miércoles, 25 de enero de 2023

ADORANDO AL DIOS VERDADERO

 

ADORANDO AL DIOS VERDADERO

                                                            


1Ti 2:1  Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres;

1Ti 2:2  por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad.

1Ti 2:3  Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador,

1Ti 2:4  que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad.

1Ti 2:5  Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,

1Ti 2:6  el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

1Ti 2:7  Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.

1Ti 2:8  Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

1Ti 2:9  Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,

1Ti 2:10  sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

 

Pablo empieza diciendo que se debe orar por las personas que ocupan  cargos públicos, sin importar si son buenos o malos. En el tiempo de el apóstol Pablo el emperador que gobernaba era Nerón quien  mandaba matar y perseguir a los Cristianos.

Pablo decía que se debía orar para que se pudiera vivir de una manera tranquila, y para que estos gobernantes dejaran  difundir el mensaje de salvación a todo aquel que lo necesitara.

 

En el tiempo de Pablo los ciudadanos del imperio Romano adoraban a muchos dioses, al igual que hoy en día cada persona tiene sus propios dioses, sean imágenes, dinero, fama, familia, trabajo y las diferentes formas de entretenimiento que cada persona le dedica más tiempo y pasión.


La biblia nos afirma que hay un solo Dios y es el creador de todas las cosas y soberano del universo.

 En los tiempos del Antiguo Testamento los israelita acudía al templo, donde había muchos sacerdotes,  solo por medio de ellos podían acercarse a Dios.

Estamos en el tiempo de la gracia donde hay un solo mediador entre Dios y los hombres Jesucristo,  no necesitamos de ningún sacerdote, pastor o persona para acercarnos a Dios.

El conoce nuestro corazón, conoce nuestras equivocaciones, nuestros temores, lo único que desea es que nos acerquemos confiadamente y el estará dispuesto a ayudarnos, levantarnos y restaurarnos.

Jesucristo el mediador es el que vino a morir por el pecador, él es el salvador del mundo y es el verdadero camino para llegar a Dios.


Hch 4:12  Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

1Ti 2:6  el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

Como seres humanos  estamos separados de Dios por el pecado y solo Cristo nos puede  volver a unir con Dios, el sacrificio de Cristo trajo una nueva vida a la humanidad.

Pablo había sido proclamado predicador y apóstol  para proclamar el evangelio a los gentiles los no judíos.


COMO SE DEBE ORAR LOS HOMBRES EN LA REUNIONES

CON MANOS LIMPIAS

1Ti 2:8  Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

Pablo desea que los cristianos oraren en todo lugar donde se reúnen pero  no de cualquier manera, él dice que se deben levantar manos santas,

Porque la costumbre de la iglesia primitiva era orar con las manos levantadas,  esto significaba una entrega total a Dios y a su servicio, significa una oración con un corazón limpio lleno de pureza espiritual.

Uno de los impedimentos para no recibir respuesta de Dios es porque nos acercamos a Dios con corazones contaminados.


1Pe 3:7  De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada,[a] y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.

No es muy bueno levantar nuestras manos si no tenemos una entrega total a Dios y menos si nuestro corazón está lleno de pecado. Debemos agachar  nuestra cabeza y humillarnos reconociendo nuestro pecado para que Dios nos limpie cada día.


SIN IRA

Debemos acercarnos ante Dios  sin ira,  cuando ya hemos confesado nuestros pecados, y nuestro corazón ya está sano sin amarguras, ni resentimientos.


NI DISCUCIONES

Los que van a orar deben gozar de relaciones sanas, no caracterizadas por el enojo o las disensiones,  los problemas entre cristianos afectan la fe.

Algunas personas no les gusta ir  a las reuniones de oración porque les falta fe, no creen que Dios vaya a escuchar sus oraciones.

La biblia dice que sin fe es imposible agradar a Dios.

Heb 11:6  Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le ahí, y que es galardonador de los que le buscan.


COMO DEBEN ORAR LAS MUJERES EN LAS REUNIONES

Dios usa las mujeres en ministerios poderosos,  lo vemos a lo largo de la misma biblia donde uso a Débora, Ruth, Ester, para cumplir sus propósitos.

Pero en tiempos de Pablo  en el imperio Romano la mujer era de mucha importancia para dedicarse al servicio de los dioses; la adoración a Afrodita en Corinto era probablemente una de las más inmorales donde escogían mil vírgenes para que estuvieran en el templo de Afrodita, en la parte más alta de la Acrópolis y esta eran usadas para la prostitución. Ellas se caracterizaban por llevar el cabello despeinado.

 

Pablo decía que las mujeres debían cubrirse la cabeza para evitar que las asociaran  con las mujeres que servían en el templo de Afrodita la diosa del amor.

Allí en Éfeso donde se encontraba Timoteo las mujeres ejercían una gran influencia en la adoración a la diosa Diana, y en todas las adoraciones paganas las mujeres ejercían una gran influencia sobre todo en la prostitución; por este motivo es que Pablo sugiere que la mujer Cristiana debe distinguirse  de las otras mujeres.

1Ti 2:9  En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos.

1Ti 2:10  Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.

Las mujeres que oran en público,  no deben  vestirse ostentosamente, para poder dirigir sus súplicas a Dios,  debe vestirse de una forma que no llame la atención o se destaque  su parte física o su atracción sexual.

Pablo estaba recalcando que este énfasis en el aspecto físico no formara parte de las reuniones públicas de las iglesias cristianas.


1Ti 2:12  Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.

1Ti 2:13  Porque Adán fue formado primero, después Eva;

 

Para entender estos versículos, debemos entender la situación en la que trabajaban Pablo y Timoteo. En el primer siglo de la cultura judía a las mujeres no se les permitía estudiar y se le veía como algo inferior como un objeto, que debía estar totalmente a disposición de su padre o  marido; se les prohibía aprender la ley.

Las mujeres no tomaban parte en el culto de la sinagoga; estaban encerradas aparte en una sección de la sinagoga, donde no se las podía ver. Un hombre iba a la sinagoga para aprender; pero, una mujer iba para oír.  

Cuando Pablo dice que las mujeres deben aprender en silencio y total sumisión, les está ofreciendo una sorprendente nueva oportunidad. Pablo no quiso que las mujeres de Éfeso enseñaran porque aún no tenían suficiente conocimiento o experiencia. La iglesia en Éfeso tenía un problema particular con los falsos maestros. Evidentemente las mujeres eran especialmente susceptibles a sus falsas enseñanzas.

 

Las mujeres  todavía no habían recibido instrucción bíblica suficiente para poder discernir la verdad. Además, algunas de las mujeres, aparentemente, hacían alarde de su nueva libertad cristiana usando ropa inadecuada.

Pablo decía a Timoteo que no debía poner a nadie (en este caso, mujeres) en posición de liderazgo si todavía no era maduro en la fe.

 

Un escritor rabino no saludaba nunca a una mujer en la calle, aunque fuera su esposa o hija o madre o hermana. Se decía de la mujer: «Su misión es enviar los niños a la sinagoga; atender a las cuestiones domésticas; dejar libre a su marido para que estudie en las escuelas; y mantener la casa para él hasta que vuelva.»

Hoy vivimos en el tiempo de la gracia y en otra cultura donde todos podemos adorar, pero se debe adorar a Dios en Satidad y obediencia a la palabra para que nuestras oraciones tengan respuesta.