domingo, 1 de junio de 2025

¿QUÉ ES EL ARREPENTIMIENTO?

 
                                   ¿QUÉ ES EL ARREPENTIMIENTO?
                                                            


ARREPENTIRSE” significa “cambiar tu mente” La Biblia también nos dice que el verdadero arrepentimiento tendrá como resultado un cambio de conducta (Lucas 3:8-14; Hechos 3:19).

El arrepentimiento consiste en reconocer nuestro pecado y comprometernos a cambiar de dirección. El dolor, la culpa y el remordimiento acompañan al arrepentimiento, pero no son evidencia del mismo, a no ser que exista un cambio de comportamiento. 
           
 Lucas 3:7-14. Muestren con su conducta que realmente han dejado de pecar.             No piensen que van a salvarse sólo por ser descendientes de Abraham. Si               Dios así lo quiere, hasta estas piedras las puede convertir en familiares de               Abraham. 9.Cuando un árbol no produce buenos frutos, su dueño lo corta 
     de raíz y lo quema. ¡Y Dios ya está listo para destruir a los que no hacen lo              bueno!
 

  Hechos 26:20 sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y  se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. 


La total definición bíblica del arrepentimiento, es cambiar de mentalidad, cambio de acciones y actitudes. 


EL ARREPENTIMIENTO ES LA TRISTEZA SEGÚN DIOS

 
(2 Corintios 7:­ 10) Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 

Esto concierne las emociones del hombre. El publicano se golpeaba el pecho, lo que indica tristeza (Lucas 18:13). El hombre tiene que sentir algo de la tristeza del corazón aunque haya poca evidencia de ella exteriormente. El corazón no solo está destrozado por el pecado, sino también apartado del pecado.
El pecador debe sentir arrepentimiento no remordimiento. Judas sintió dolor por lo que había hecho pero no tuvo un cambio, sino que fue y se ahorco. Mateo 27.3, 4,5.


EL ARREPENTIMIENTO ES UNA DECISIÓN    

 
Lucas 15:17-18  Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.  
Esto concierne a la voluntad del hombre. Es una decisión de volver atrás. Es una decisión de volverse del pecado a Jesucristo. El hijo pródigo no solo estaba triste, sino también se levantó y se fue a su padre.
EL VERDADERO AREPENTIMIENTO IMPLICA:
 Reconocer que eres un pecador. Lucas 15:19
 Confesar el pecado. Lucas 15:21
 Cambio de mentalidad. Lucas 15: 17
 Cambio de dirección en su vida. Lucas 15:18

 
¿Cuál es entonces la conexión entre el arrepentimiento y la salvación? El Libro de Los Hechos parece enfocarse especialmente en el arrepentimiento con respecto a la salvación. Hechos 2:38; 3:19; 11:18; 17:30; 20:21. 

Hechos 26:20  sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo frutos dignos de arrepentimiento.

El arrepentimiento, relacionado con la salvación, es cambiar tu parecer respecto a Jesucristo. En el sermón de Pedro en el día de Pentecostés él concluye con un llamado a la gente a arrepentirse (Hechos 2:38). ¿Arrepentirse de qué? Pedro está llamando a la gente que rechazaba a Jesús (Hechos 2:36), para que cambiaran su idea acerca de ÉL, que reconocieran que Él es verdaderamente “Señor y Cristo” (Hechos 2:36). Pedro está exhortando a la gente a cambiar su mentalidad del rechazo a Cristo como el Mesías, a la fe en Él como Mesías y Salvador.
Hch 2:38  Pedro les dijo: arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 

El arrepentimiento y la fe pueden ser entendidos como “dos lados de la misma moneda.” Es imposible poner tu fe en Jesucristo como el Salvador, sin primeramente cambiar tu mentalidad acerca de quién es Él, y lo que Él ha hecho. Ya sea arrepentirse de un rechazo obstinado, o arrepentirse de ignorancia y desinterés – es un cambio de mentalidad. El arrepentimiento bíblico, en relación con la salvación, es cambiar tu mentalidad del rechazo a Cristo, a la fe en Cristo.
 

Es crucialmente importante que entendamos que el arrepentimiento no es una obra que hagamos para ganar la salvación. Nadie puede arrepentirse y venir a Dios, a menos que Dios atraiga a esa persona hacia ÉL (Juan 6:44). Hechos 5:31 y 11:17 indica que el arrepentimiento es algo que da Dios – solo es posible por Su gracia. Nadie puede arrepentirse a menos que Dios le conceda el arrepentimiento. Toda la salvación, incluyendo el arrepentimiento y la fe, es el resultado de Dios acercándonos, abriendo nuestros ojos, y cambiando nuestros corazones.

El arrepentimiento comienza cuando el Espíritu Santo nos muestra lo que hemos hecho mal. En ese instante sentimos dolor al reconocer nuestro pecado contra Dios y nos sentimos culpables. Pero ese no es el final. Un arrepentimiento genuino implica un cambio de mente, corazón, dirección y conducta. En vez de tolerar el pecado, ahora lo aborrecemos y vivimos en obediencia al Todopoderoso.

La paciencia de Dios nos conduce al arrepentimiento 2 Pedro 3:9,
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
 
Su bondad bondad nos conduce al arrepentimiento.
 Romanos 2:4. ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?

Mientras que el arrepentimiento no es una obra que gana la salvación, el arrepentimiento para salvación da como resultado las obras. Es imposible verdadera y totalmente cambiar tu mentalidad sin que esto cause un cambio en tus actos. En la Biblia, el arrepentimiento resulta en un cambio de conducta. Esto es por lo que Juan el Bautista exhortaba a la gente a “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.” (Mateo 3:8). Una persona que verdaderamente se ha arrepentido de rechazar a Cristo y a la fe en Cristo lo hará evidente por un cambio en su vida.
                
2 Corintios 5:17. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las          cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Gálatas 5:19-23; Santiago 2:14-26).
Stg 2:14  Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene                  fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
 
El arrepentimiento, propiamente definido, es necesario para la salvación. El arrepentimiento bíblico es cambiar tu parecer acerca de Jesucristo y volverte a Dios en fe para salvación (Hechos 3:19). Volverse del pecado no es la definición del arrepentimiento, pero es uno de los resultados de la fe genuina basada en el arrepentimiento respecto al Señor Jesucristo.

Hechos 3:19. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros    pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, 

El arrepentimiento trae un cambio inmediato cuando somos salvos, pero también consiste en un proceso continuo después de ese suceso. Somos cambiados de manera radical al ser salvos, pero el proceso de purificación en nuestra vida no siempre es rápido. Cada vez que Dios nos muestre un área que debe ser cambiada, debemos alejarnos de ese pecado por el poder de su Espíritu que mora en nosotros. Como el Señor nunca cesa de purificarnos, no debemos dejar de confesar y arrepentirnos.
 

 

 

 
 


sábado, 10 de mayo de 2025

DESECHA TODO ESPÍRITU DE ANGUSTIA

 

DESECHA TODO ESPÍRITU DE ANGUSTIA

                                                             



Sal 22:11  (12) ¡No me dejes solo!

¡Me encuentro muy angustiado,

y nadie me brinda su ayuda!

 

Sal 22:12  (13) Me rodean mis enemigos,

parecen toros bravos de Basán.[1]

 

Sal 22:13  (14) Parecen leones feroces,

que se lanzan contra mí

con ganas de despedazarme.

 

Sal 22:14  (15) Me he quedado sin fuerzas,

¡estoy totalmente deshecho!

¡Mi corazón ha quedado

como cera derretida!

 

Sal 22:15  (16) Tengo reseca la garganta,

y pegada la lengua al paladar;

me dejaste tirado en el suelo,

como si ya estuviera muerto.

 

Sal 22:16  (17) Una banda de malvados,

que parece manada de perros,

me rodea por todos lados

y me desgarra pies y manos,

 

Sal 22:17  (18) ¡hasta puedo verme los huesos!

Mis enemigos me vigilan sin cesar,

 

Sal 22:18  (19) hicieron un sorteo

para ver quién se queda con mi ropa.

 

Sal 22:19  (20) Dios mío, tú eres mi apoyo,

¡no me dejes!

¡Ven pronto en mi ayuda!


Este salmo es un salmo mesiánico escrito por el rey David 1.000 años antes de nacimiento  de Cristo, describe situaciones difíciles que tuvo que vivir David y también Cristo quien cargo el pecado de la humanidad.

En nuestra memoria hay malos recuerdos y circunstancias muy difíciles que podemos estar pasando; es ahí donde el espíritu de angustia aprovecha para atormentar a una persona y quitarle la paz.

La angustia es una gran aflicción acompañada de opresión y tristeza. Esto es causado por el enemigo a causa del pecado o de los problemas,  para mantener una persona esclavizada y que no pueda avanzar.

Cuando se mantienen activos estos pensamientos esto provoca que la persona mantenga siempre en el pasado, viendo  los problemas, sin enfocarse en un mejor presente.

Pensamientos pecaminosos, conducen a las personas a cometer  pecado  y a vivir en esclavitud,  esto trae angustia en la vida del cristiano, debido a que le ha fallado a Dios.

Es muy importante resistir la tentación, para que el enemigo huya, con todo mal pensamiento.

Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Si continuamente meditamos en lo que paso y tratamos de revivir  las situaciones que vivimos,  especialmente aquellos malos recuerdos, el enemigo aprovechara para mantener a la persona enfocada solo en el problema, haciendo que la persona no pueda avanzar, porque tiene un conflicto en sus pensamientos.

Santiago 1:8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

David fue uno de los hombres que aunque amaba a Dios cuando mantenía en su mente los malos recuerdos, y sobre todo el pecado que había cometido delante de Dios, su espíritu se angustiaba

Salmos 51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.

QUE DEBEMOS HACER CUANDO LOS MALOS RECUERDOS Y EL ESPÍRITU DE ANGUSTIA QUIERE APODERARSE DE NUESTRA VIDA.

-Debemos mantener nuestra mente ocupada, especialmente en las cosas que agradan a Dios, cosas que nos traen bendición.

Flp 4:8  Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado.


-Debemos  poner todo en las manos del señor, confesar nuestras faltas y que él sea quien examina nuestro corazón,  para que podamos ser libres.

Sal 139:23  Dios mío,

mira en el fondo de mi corazón,

y pon a prueba mis pensamientos.

 

Sal 139:24  Dime si mi conducta no te agrada,

y enséñame a vivir

como quieres que yo viva.


-Todo pensamiento negativo y destructivo debemos colocarlo a los pies de Cristo, Debemos renunciar a todo lo que no trae bendición,  pues él conoce nuestro corazón, nuestra mente; así podremos ser libres de pensamientos que destruyen nuestra vida.

 

2 a Timoteo 2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.


-Debemos renovar nuestra mente

Pensamientos del pasado que destruyen nuestra vida son las cadenas que satanás usa,  para mantener a la persona en amargura y tristeza, es muy importante renovar nuestros pensamientos.

Efe 4:23  (23-24) Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.


-Debemos refugiarnos en la palabra.

La palabra de Dios debe convertirse en nuestro aliento, es la única que nos puede dar gozo.

Salmos 119:143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí,
Mas tus mandamientos fueron mi delicia.


-Debemos estar  alerta y no ignorar las maquinaciones de satanás

1 de pedro  5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

QUE HACEN  LOS MALOS RECUERDOS Y EL ESPÍRITU DE ANGUSTIA?

-Nos encarcela y no podemos avanzar

Cuando pasamos por momentos de angustia no sabemos que decisiones tomar, muchas veces no queremos hablar, no queremos compartir con nadie.

Sal 22:12  (13) Me rodean mis enemigos,

parecen toros bravos de Basán.[1]

 

Sal 22:13  (14) Parecen leones feroces,

que se lanzan contra mí

con ganas de despedazarme.

 

-Nos sentimos sin fuerzas

Sal 22:14  (15) Me he quedado sin fuerzas,

¡estoy totalmente deshecho!

¡Mi corazón ha quedado

como cera derretida!


-Sentimos que Dios nos ha abandonado

Sal 22:15  (16) Tengo reseca la garganta,

y pegada la lengua al paladar;

me dejaste tirado en el suelo,

como si ya estuviera muerto.

-No nos permite alabar a Dios

El espíritu de angustia nos roba el gozo de la salvación para que no adoremos a Dios

Salmos 142:6 Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.
Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
142:7 Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;
Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio.


COMO ACTUAR ANTE  LOS MALOS RECUERDOS Y EL ESPÍRITU DE ANGUSTIA?

Debemos acercarnos a Dios pidiendo su ayuda, renunciando a todo recuerdo y a todo pecado que nos destruye, y si hemos fallado  o cometido algún error debemos arrepentirnos y pedirle perdón a Dios para que sea sanado nuestro corazón.

Es muy importante pasar tiempo en oración y en intimidad con Dios, pues el señor es el único que puede comprender nuestras aflicciones

 

Sal 118:5  Perdida ya toda esperanza,

llamé a mi Dios,

y él me respondió;

¡me liberó de la angustia!

 Sal 142:2  (2-3) (3-4) Cuando me siento deprimido,

a ti te hago saber lo que me angustia.

Tú sabes cómo me comporto.

Hay algunos que a mi paso

me tienden una trampa.

 

Sal 142:4  (5) Mira bien a mi derecha:

¡nadie me presta atención!

¡No hay nadie que me proteja!

¡A nadie le importo!

 

Sal 142:5  (6) Dios mío,

a ti te ruego y te digo:

«¡Tú eres mi refugio!

¡En este mundo

tú eres todo lo que tengo!»


En esta vida de aflicción y momentos difíciles, Jesucristo es el único que nos puede consolar y sacar de la desesperación mas grande. 

Podemos tener familia, amigos y muchas riquezas, pero nada en esta vida podrá llenar los vacíos y la tristeza del  del corazón.


Lucas 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para dar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos,

 

martes, 29 de abril de 2025

EL HOMBRE SU CAIDA Y REDENCION

 

EL HOMBRE SU CAIDA Y REDENCION



EL HOMBRE – SEMEJANTE A DIOS

En el último día de la creación, Dios dijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;..” (Génesis1:26). Y así, de esta manera Él terminó Su trabajo con un “toque personal”. Dios formó al hombre del polvo y le dio vida de Su mismo aliento (Génesis 2:7). De acuerdo a esto, el hombre es el único, entre toda la creación de Dios, que tiene una parte material (cuerpo) y una inmaterial (alma / espíritu).

Tener la “imagen” o “semejanza” de Dios significa, en términos simples, que fuimos hechos para parecernos a Dios. Adán no se parecía a Dios en el sentido de que Dios tuviera carne y sangre. La Escritura dice que “Dios es espíritu” (
Juan 4:24) y por tanto Él existe sin un cuerpo material. Sin embargo, el cuerpo de Adán reflejó la vida de Dios, en cuanto a que fue creado con perfecta salud y no estaba sujeto a morir.

La imagen de Dios se refiere a la parte inmaterial del hombre. Esto coloca al hombre aparte del mundo animal, adecuándolo para el “dominio” que Dios le designó (Génesis 1:28), y capacitándolo para tener comunión con su Creador. Es una semejanza mental, moral y social.

Gén 1:28  Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.


Mentalmente, el hombre fue creado como un ser racional con voluntad propia – en otras palabras, el hombre puede razonar y elegir. Este es el reflejo de la inteligencia y la libertad de Dios. En cualquier momento alguien inventa una máquina, escribe un libro, pinta un paisaje, disfruta una sinfonía, calcula una suma, o nombra a una mascota, él o ella están proclamando el hecho de que fueron hechos a la imagen de Dios.

Socialmente, el hombre fue creado para tener compañerismo. Esto refleja la Trinidad de Dios y Su amor. En el Edén, la primera relación que tuvo el hombre fue con Dios (
Génesis 3:8 implica esta relación con Dios), y Dios hizo a la mujer, primeramente porque “no es bueno que el hombre esté solo...” (Génesis 2:18) Cada vez que alguien se casa, hace un amigo, abraza a un niño, o asiste a una iglesia, está demostrando el hecho de que fuimos hechos a la semejanza de Dios.

Parte del haber sido hechos a la imagen de Dios, es que Adán tuvo la capacidad de tomar decisiones libremente. Aunque le fue dada una naturaleza justa, Adán hizo una mala decisión al rebelarse en contra de su Creador. Al hacerlo, Adán dañó la imagen de Dios de su interior, y pasó esa semejanza dañada a todos sus descendientes, incluyéndonos a nosotros (
Romanos 5:12). Hoy, todavía llevamos esa semejanza de Dios (Santiago 3:9), pero también llevamos las cicatrices del pecado, y mostramos los efectos mental, moral, social y físicamente.

Stg 3:9  Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.


Las buenas noticias son que, cuando Dios redime a un individuo, Él comienza a restaurarlo a su semejanza original, haciendo de él “... el nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” (Efesios 4:24; ver también Colosenses 3:10).

CAIDA DEL HOMBRE

I. EL ESTADO ORIGINAL DEL HOMBRE

A. "A nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Se refiere al hecho que el hombre fue creado con personalidad, inteligencia, moralidad, inmortalidad y espiritualidad. Gen. 1:26-27

B. Fue creado inocente; es decir, no sabía lo que era el pecado. Entonces antes de pecar fue santo, puro, recto, y justo en todo. (Ecl. 7:29). Solamente Adán y Eva vivieron en ese estado de santidad.

Ecl 7:29  He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.

 

 II. LA CAÍDA. La historia literal de la caída lo encontramos en Gen. 3:1-6. No es un cuento sino la verdadera historia de lo que pasó.

A. EL TENTADOR FUE SATANÁS.

 (Gen. 3:1 con Apoc. 12:9). Entendemos que fue una verdadera serpiente, pero Satanás obró por medio de ella. Satanás ya había caído de su estado original por querer ser igual a Dios. Desde entonces ha luchado contra Dios y los planes de Dios. Es todavía el tentador.

B. EL PROCESO DE LA TENTACIÓN.

1. (Gen. 3:1) "¿Conque Dios os ha dicho...?" Con esta pregunta insinuó o sugirió que la prohibición (2:16-17) fue injusta y mostraba que Dios no les amaba tanto. Llamó la atención de la mujer a la única cosa prohibida, sin mencionar todos los privilegios provistos por el amor de Dios. Vale la pena recordar que las cosas prohibidas por Dios es una demostración del amor de Dios.

2. (Gen. 3:4-5) aquí tenemos las promesas de satanás a los hombres. Hoy en día sus promesas son iguales. Hay que recordar que es el padre de mentiras.

Juan 8:44  Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

 

(a "No moriréis". (vs. 4) Dios dice al contrario. Gen. 2:17; Eze. 18:20; ¡Satanás acusó a Dios de mentir! ¡Dios, sí, castiga el pecado!

Rom 6:23  Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

 (b) (vs. 5) Ahora Satanás presenta las razones, según él, por las cuales Dios les prohibió comer del árbol. Sugiere que Dios está reteniendo bendiciones que ellos necesitan. "Serán abiertos vuestros ojos". Eva creyó que iba a tener mucha sabiduría. En parte se cumplió. (vs. 7). Pero lo que aprendieron les causó vergüenza.

(c) (vs. 5) "Y seréis como Dios". Les tentó con el mismo pensamiento malvado que causó su propia caída. Isa. 14:12-14.

 (d) vs. 5) "... sabiendo el bien y el mal". Esta parte de la promesa se cumplió. Ya sabían el bien. Comiendo, supieron el mal. Sabiendo el mal por participación resultó en la perdición. Satanás no mencionó eso.

C. LA DESOBEDIENCIA DE ADÁN Y EVA.

1. Eva. Génesis 3:6; I Juan. 2:16.

(a) "y vio... bueno para comer"; "Los deseos de la carne".

(b) "agradable a los ojos"; "Los deseos de los ojos".

(c) "Codiciable para alcanzar sabiduría"; "La vanagloria de la vida".

2. Adán. Inmediatamente la mujer se convirtió en tentadora - "y dio también a su marido. Adán deliberadamente comió. La mujer fue engañada.

1Ti 2:14  y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.

 

III. LOS RESULTADOS DE LA CAÍDA.

A. Fueron varios los resultados para Adán y Eva inmediatamente.

1. Perdieron su inocencia. (Génesis 3:7).

2. Tuvieron temor de Dios. (3:8). Antes fue un gozo estar en Su presencia.

3. Fueron expulsados del huerto. (3:24).

B. Los Resultados para todos los humanos.

O  Para las mujeres, dolores en dar a luz y sujetas al marido. Gen. 3:16

O  Para el hombre, trabajos duros para sostener la familia por causa de la tierra maldita. Gen. 3:17-19.

El pecado entró en la raza humana. Desde que Adán es el padre de todos, todos estaban en Adán cuando él pecó. Cayendo él, cayeron todos. Recibimos la naturaleza pecaminosa de Adán.

Romanos. 5:12. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

 

O  El resultado del pecado es la muerte.

(a) Gen. 2:17 Adán murió espiritualmente al momento de pecar Ef. 2:5. Fue destituido (separado) de la gloria de Dios. Rom. 3:23

(b) La muerte espiritual significa la muerte eterna para los inconversos. Muerte eterna quiere decir eterna separación de Dios. Apoc. 21:8

                                                                                          .

(b)  Adán fue y todos los hombres son, sentenciados a morir físicamente.; Heb. 9:27.

Gén 3:19  Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

 

                                        CRISTO NOS REDIMIO

                                           

Él te ve a ti en Adán o en Cristo, me ve a mí en Adán o en Cristo.

¿QUÉ QUIERE DECIR "estar en Adán"? Estar en Adán es participar en todo lo que Adán era y hacía. Por naturaleza todos estábamos en Adán, separados de Dios y esclavos del pecado y de Satanás. ¡Qué terrible!

PERO AQUÍ HAY NOTICIAS MARAVILLOSAS. Cuando nacimos de nuevo, Dios nos puso en Cristo. No podíamos hacer esto nosotros mismos, pero Dios lo hizo por nosotros. Ahora estamos en Cristo.

Efe 1:7  en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,

¿CÓMO LLEGAMOS A ESTAR EN CRISTO? ¡Dios nos puso allí! La Biblia dice:

Mas por él (de Dios) estáis vosotros en Cristo Jesús . . . (1 Corintios 1:30).

La frase más preciosa en la Biblia es esta pequeña frase: "En Cristo". ¡Esta frase o su equivalente aparecen más de 130 veces en el Nuevo Testamento!

Dios . . . nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo:

Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo .  (Efesios 1:3-4).

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:10).

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17).

y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo (1 Juan 5:20).

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:14).

Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús
(Romanos 8:1).

. . . a los santificados en Cristo Jesús . . . (1 Corintios 1:2).

¿Te fijaste en las palabras, "en Cristo", "en Él", y "en el cual"? Conforme leas el Nuevo Testamento, encontrarás estas palabras muchísimas veces.

¿QUÉ QUIERE DECIR ESTAR "EN CRISTO"? Estar en Cristo es participar de todo lo que Cristo es y de todo lo que Él hizo. La Biblia dice que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual. en Cristo. Vamos a considerar algunas de estas bendiciones que son nuestras porque estamos en Cristo.

SOMOS PERDONADOS

Porque estamos en Cristo, Dios nos ha perdonado todos los pecados

en Él cual tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados Colosenses 1:14.

 SOMOS JUSTIFICADOS

¿Qué quiere decir ser justificado? Quiere decir ser declarado justo. ¿Cómo somos justificados ante Dios? Somos justificados en Cristo. El Señor Jesús era perfectamente justo, y ahora Dios nos ve justos en Él. Él llevó nuestros pecados para que nosotros tuviéramos Su justicia. La Biblia dice:

Al que no conoció pecado Cristo), por nosotros (Dios) lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él. 2 Corintios 5:21                                                                                   .

SOMOS HECHOS CERCANOS A DIOS

Como pecadores estábamos separados de Dios y teníamos temor de acercarnos a Su presencia. Pero ahora, en Cristo Jesús, podemos aproximarnos confiadamente a la presencia de Dios porque la sangre de Jesucristo nos ha limpiado de todo pecado.

Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo Efesios 2:13.

SOMOS ACEPTADOS POR DIOS

Antes de ser salvos, éramos enemigos de Dios. Ahora somos aceptados por Él como Sus propios hijos amados. ¿Por qué somos aceptados por Dios? ¡Porque estamos en Cristo!

Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado en Cristo) (Efesios 1:6).

SOMOS SANTOS

Dios tiene un nombre nuevo para los creyentes. El llama a los creyentes "santos en Cristo Jesús". La palabra "santo" quiere decir uno que es perfecto y libre de toda culpa. A los ojos de Dios, cada creyente es un santo en Cristo. En nosotros mismos no somos santos, pero Dios nos ve en Cristo.

Cuando comparecemos ante Dios, comparecemos en la santidad de Cristo. Somos "santos en Cristo".

SOMOS SELLADOS

Somos hijos de Dios y nuestro destino es el Cielo. Dios nos ha puesto en Cristo y nos ha sellado con el Espíritu Santo.

y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13). En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

 SOMOS COMPLETOS

Todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana es nuestro en Cristo. Somos completos en Él. La Biblia dice:

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él . (Colosenses 2:9-10).

Hemos considerado solamente unos pocos de los versículos que nos dicen lo que significa estar en Cristo. Como hijos de Dios, ya no estamos en Adán. Ahora estamos en Cristo.

¿QUERRÁ DECIR ESO QUE NUNCA MÁS VOLVEREMOS A PECAR?

No, no quiere decir eso. En la epístola que el apóstol Pablo escribió a los creyentes en Corinto, encontramos algunas cosas que parecen difíciles de entender. Por un lado, Pablo llama a estos creyentes "santos" y dice que son "santificados" (hechos santos) en Cristo Jesús. Por otra parte, en la misma carta, Pablo habla de algunos de los pecados terribles en sus vidas. Algunos de ellos eran orgullosos; otros se peleaban entre ellos mismos y otros más eran culpables de inmoralidad.

¿Cuál es la explicación de esto? ¿Cómo podía decir Pablo que eran "santos en Cristo" mientras que a la vez no estaban viviendo como los cristianos debieran vivir? Para responder a estas preguntas, debemos comprender la diferencia entre nuestra posición y nuestra condición.

¿CUÁL ES NUESTRA POSICIÓN?

Nuestra posición es la manera como Dios nos ve en Cristo. Incluye todo lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. Dios nos ha dado una posición perfecta en Cristo.

¿Es nuestra posición siempre perfecta? Sí, lo es. ¿Por qué? Porque depende de lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. Estamos en Cristo, y Dios nos ve perfectos en Él.

Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados (los que están en Cristo) Hebreos 10:14.

 ¿CUÁL ES NUESTRA CONDICIÓN?

Nuestra condición es la manera como vivimos en la tierra. La Biblia la llama nuestro "andar".

¿Es perfecta nuestra condición alguna vez? No, no lo es. ¿Por qué? Porque depende de lo que somos en nosotros mismos. Somos pecaminosos. La Biblia dice:

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros (1 Juan 1:8).

Nos ayudará en nuestra vida cristiana recordar que nuestra posición es la manera como Dios nos ve en Cristo mientras que nuestra condición es la manera como vivimos en la tierra. A la vista de Dios en Cristo siempre somos perfectos; en nosotros mismos, somos pecaminosos.

¿Querrá decir eso que podemos estar satisfechos con nuestros pecados? ¡No, no quiere decir eso! Dios quiere que nuestra vida cotidiana llegue a la altura de nuestra posición en Cristo. Somos "santos en Cristo"; Dios quiere que seamos santos también en nuestra vida diaria.

Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir (1 Pedro 1:15).

¿CÓMO PODEMOS SER SANTOS?

En Su Palabra, Dios nos ha dicho cómo debemos "andar" o vivir en esta vida. Debemos andar por fe. Esto quiere decir que debemos depender de lo que somos en Cristo.

Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él (Colosenses 2:6).

He aquí un gran secreto de la vida cristiana:

Cuando comprendemos que somos "santos en Cristo Jesús" nos convertimos en santos en nuestra vida diaria. Cuando vemos que somos "santos en Cristo Jesús" empezamos a vivir como los santos deben vivir. Cuando vemos que verdaderamente somos "hijos de Dios" empezamos a vivir como deben vivir los hijos de Dios.

Cuando dependemos de lo que somos en Cristo, el Espíritu Santo lo hace real en nuestra vida.