EL BAUTIZO EN AGUA
UN ACTO DE
FE
Antes que el Señor Jesús ascienda al cielo, Él dio a sus
discípulos la Gran Comisión:
"Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." (Mateo 28:19-20)
Fue el deseo del Señor que, como Sus siervos, fuéramos por
todo el mundo con el evangelio, bautizando a aquellos que hubieran recibido el
mensaje. El Bautismo es una ordenanza instituida por el Señor mismo.
Por lo tanto es necesario
entender que el bautismo en agua subsiguiente a la fe debe de entenderse no
como una obra hacia la salvación sino como una obra (la primera) ‘fruto’ de la
fe. Es decir, todo aquel que ha sido
salvo por medio de la fe, da el paso al bautismo ‘exteriorizando’ de esta forma
lo que ha confesado creer.
Si entendemos que para que
haya salvación las personas deben de reconocer la suciedad de su pecado y arrepentirse
de ellos y creer que la Sangre de Cristo limpia de todo pecado, entonces al recibir
el bautismo en agua están ‘simbolizando’ ese lavamiento que hace solamente la
sangre de Cristo la cual nos limpia de todo pecado.
El agua natural, no tiene poder
alguno para lavar pecados, sino que la fe del individuo es la que obra para
perdón de pecados. Cuando alguien
obedece al mandamiento de ser bautizado como lo hizo Pablo mismo: Hechos 22
El bautismo por consiguiente,
tiene como objetivo demostrar que uno ha entendido que está sucio y necesita
limpieza. El verdadero convertido
primeramente ha reconocido su condición de pecado y se arrepiente de
ellos.
No puede haber salvación sin
primeramente reconocerse como pecador.
Una vez esto ocurre, se necesita creer en Cristo para salvación y el
acto del bautismo es una demostración de que si ha habido un lavamiento en el
alma el cual puede ser y es obrado únicamente por el Espíritu Santo.
El bautismo Cristiano en agua es un pacto de lealtad y de fidelidad que
hacemos con Dios, basado
en el Sacrificio de Cristo, mediante el cual nos comprometemos
a cambiar el gobierno de nuestras vidas, renunciando a vivir en el reino de las
tinieblas bajo el señorío de Satanás, para trasladarnos al Reino de la Luz,
sometidos al Señorío de Cristo, y a hacer realidad en nuestras vidas las
palabras de Pablo: (Gálatas 2:20).
Gálatas
2:20 Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
El bautismo, públicamente y de manera
simbólica, expresa mi determinación de "cambio
de gobierno" pasando del Reino de las tinieblas al Reino
de la Luz. (Efesios 2:1-5).
(Colosenses 1:13-14) El cual nos ha librado
de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de
su amado Hijo,
Col 1:14 en
quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
En todo pacto
hay una simbología con su respectivo significado. Un símbolo es algo externo y
visible que hace referencia a otra cosa que no es posible detectar a través de
los sentidos.
Ejemplo: El arco iris, señal de la promesa
Divina de nunca más enviar un diluvio para exterminar a los seres humanos.
El agua
en el bautismo
es el símbolo externo y visible, de algo invisible: de nuestra conversión y del
anhelo de mantener limpio de pecado nuestro corazón. (1Pedro 3:20-21).
El agua del diluvio es símbolo de juicio;
puesto que trajo muerte y condenación. Pero también es símbolo de salvación: Al
igual que Noé, el creyente pasa ileso por las aguas del juicio.(1Corintios 10:1-2)
1Co 10:1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que
nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el
mar;
1Co 10:2 y todos
en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar,
El agua del bautismo es símbolo de la limpieza
de nuestro corazón por la sangre de Cristo.
¿CÓMO
SE PRACTICA EL BAUTISMO CRISTIANO?
1. El método
del bautismo: inmersión
Hay tres buenas razones
por las cuales el bautismo debe practicarse por inmersión, es decir,
sumergiendo a la persona momentáneamente en agua. Estas razones son:
(1) El significado de la palabra “bautismo”: El Espíritu Santo escogió una palabra griega "baptizo" que significa
“hundir”, “sumergir”, “zambullir” o “teñir”.
(2) Su significado simbólico: El bautismo cristiano representa nuestra
identificación con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección. El bajar a
las aguas, ser sumergido y luego salir de las aguas ilustra bien estos hechos.
También es un buen “drama” de la muerte y sepultura de nuestra vieja vida y el
comienzo de la nueva vida.
(3) Ejemplos bíblicos: Las Escrituras nos muestran el bautismo
practicado por
Inmersión. Por ejemplo,
la experiencia del etíope (Hechos 8:38, 39):
Hechos 8:38. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.
Los bautismos se hacían
“en” agua y no “con” agua. Juan, por ejemplo, bautizaba “en” el río Jordán (Marcos 1:5).
Mar 1:5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y
todos los de Jerusalén; y eran
Bautizados por él en el
río Jordán, confesando sus pecados.
Los ejemplos bíblicos nos hacen pensar en un
bautismo por inmersión en lugares de “muchas aguas”
Juan
3:23. Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.
¿DÓNDE
SE DEBE BAUTIZAR?
La Palabra de Dios no
nos señala un lugar específico dónde debemos bautizar. Por tanto, tenemos
libertad de bautizar en cualquier lugar adecuado, donde haya suficiente agua.
Puede ser un tanque, un río, el mar.
El apóstol Pablo,
aunque era un judío, no fue bautizado ni en Jerusalén, ni en el río Jordán. Fue
bautizado en Damasco, capital de una nación gentil (Hechos
9:18). El carcelero fue bautizado en Filopos, siendo aún de noche, Hechos:16:33.
¿QUÉ
ROPA SE DEBE USAR DURANTE EL BAUTISMO?
Las Escrituras guardan
silencio al respecto. Dado que el bautismo es un acto simbólico que no tiene
poder para cambiar a una persona. Insistir en una ropa especial es algo que entra en un
segundo plano. Quizá lo único que podemos decir es que sea “ropa decorosa, con
pudor y modestia” (1 Timoteo 2:9), no
sólo en la mujer sino también en el hombre.
¿QUÉ
PASA DESPUÉS DEL BAUTISMO?
Después de su conversión, estos primeros cristianos demostraron públicamente su
entrega a Cristo con su bautismo. Pero ¡allí no terminó su experiencia! Se nos dice
que estos creyentes perseveraban.
Hechos 2:41, 42. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Sin duda estos
creyentes tenían sus problemas, tentaciones y frustraciones, pero seguían
firmes y fieles al Señor.
Notamos que estos
nuevos creyentes perseveraban en cuatro cosas:
(1)
La doctrina de los apóstoles: Buscaban aprender y practicar la Palabra de
Dios.
Después de tu bautismo
hay mucho que aprender. No te dejes engañar por Satanás pensando que ya sabes
suficiente y no necesitas más del estudio de la Palabra.
(2)
La comunión unos con otros: Estos creyentes buscaban activamente relacionarse
entre sí. Se reunían, se estimulaban a amar a Dios y a los demás, hacían buenas
obras juntos, se preocupaban los unos por los otros. Todo creyente bautizado
debe formar parte activa de una asamblea o iglesia local.
Hebreos 10:25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
(3)
El partimiento del pan: La Cena del Señor es la única reunión o
celebración que el Señor Jesús pidió explícitamente. En ella adoramos al Señor
por su maravilloso sacrificio por nosotros y anticipamos su pronto regreso.
La invitación de
Jesucristo mismo a todo creyente que le ama es: “Haced esto en memoria de mí” (1 Corintios 11:24, 25). ¿Estás respondiendo a
esta hermosa invitación? Es muy importante que perseveres en esto.
(4)
Las oraciones: El tiempo de oración personal es indispensable
para todo creyente. Sin embargo, también notamos que los creyentes en el Nuevo
Testamento practicaban y perseveraban en la oración colectiva (Hechos 1:14). Juntos buscaban los recursos de
Dios para enfrentar los ataques del enemigo.
Hch
1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con
sus hermanos.
¿QUIÉN
DEBE TOMAR LA INICIATIVA EN CUANTO AL BAUTISMO?
¿DEBO PEDIR QUE ME BAUTICEN, O DEBO
ESPERAR QUE ALGUIEN VENGA Y ME MOTIVE?
En Mateo 28:19 el deber recae sobre el que predica
el evangelio. Somos llamados tanto a hacer discípulos como a bautizar.
¿Entiendes esto? Si compartes tu fe en Cristo con otro, pero no promueves el
bautismo cristiano, tu evangelismo es incompleto.
Nuestro llamado del
Señor es a evangelizar (hacer discípulos), a bautizarles y edificarles (enseñarles).
Debemos promover activamente el bautismo.
Por otra parte, el
nuevo creyente también tiene la responsabilidad de buscar ser bautizado.
Si leemos con cuidado
el encuentro entre Felipe y el etíope en Hechos 8,
12 notamos que el etíope es el que toma la iniciativa de pedir el
bautismo. Primero Felipe le explica el evangelio Hechos
8: 35.
Lo cual incluyó, sin
duda, alguna enseñanza sobre el bautismo, porque al terminar el etíope pregunta
¿Qué impide que yo sea bautizado?
¿Te has hecho esta
misma pregunta?
No debes esperar que
alguien te anime a que te bautices. Si amas al Señor, la responsabilidad es
tuya. Toma la iniciativa. Comparte tu deseo de bautizarte con la persona que te
anunció el evangelio o con algún hermano de confianza en la iglesia local.
Sencillamente
pregúntale “¿Qué impide que yo sea bautizado?”. La responsabilidad de obedecer
al Señor en el paso del bautismo es tuya.
¿UNA PERSONA SE TIENE QUE BAUTIZAR PARA SER
SALVA?
No. La
Biblia enseña claramente que la salvación es “por gracia, mediante la fe; no
por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)
El
ladrón crucificado al lado de Jesús se arrepintió y puso su fe en Jesús. Por esta fe, el Señor le aseguró de que
estaría con él en el paraíso ese mismo día.
Nunca se bautizó. Nunca asistió a
un culto. La salvación no se gana. ¡Se recibe!
El bautismo no es una forma de ganar la salvación. Antes bien, sirve como una expresión pública
de una fe privada. Es una declaración
inolvidable para todo el mundo - ¡Yo pertenezco a Jesús!
¿ME
BAUTIZO O NO ME BAUTIZO?
Ahora que has estudiado
seriamente el tema del bautismo cristiano, el Señor espera una respuesta de tu
parte. No es un ser humano el que te pide actuar, es el Señor mismo, el que te
compró con su sangre, el que te salvó, el que te libró de la ira venidera.
La obediencia requiere
sacrificio, pero siempre trae gozo.
Después de su bautismo,
leemos que el etíope “siguió gozoso su camino” (Hechos
8:39).
Si tu amas al señor
debes ser obediente a la palabra y mandarte bautizar, así demostraras que en
verdad lo sigues. Juan 14:21:
¿QUÉ
INSTRUCCIONES DEJÓ EL SEÑOR JESÚS
EN
CUANTO AL BAUTISMO?
Después de su muerte y
resurrección, momentos antes de partir de este mundo, el
Señor Jesucristo dio a
sus discípulos instrucciones sobre el bautismo. “Jesús se acercó y les habló
diciendo: Mateo 28:18-20. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Las instrucciones
del Señor son mandamientos y no sugerencias, y llevan consigo la autoridad
EL
BAUTISMO ES SÓLO PARA CREYENTES
El Señor Jesús comienza
diciéndoles que deben hacer discípulos, es decir, “que se predicase en su
nombre (el nombre de Cristo) el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas
las naciones.” (Lucas 24:47). Toda otra
enseñanza debe considerarse secundaria al mensaje de la salvación. Primero
tiene que venir la conversión.
Con el nuevo nacimiento
empieza una nueva vida. La Palabra de Dios contiene muchas instrucciones sobre
cómo vivir esta nueva vida. Una de ellas es el bautismo. Por lo tanto, NO se
debe bautizar a una persona antes de la conversión. El bautismo cristiano es
sólo para los discípulos de Jesucristo.(para aquellos que quieren seguirle
verdaderamente)
Los cristianos en el
Nuevo Testamento entendían esto y por eso sólo bautizaban a los que creían.
“Así que los que recibieron su Palabra fueron bautizados”
(Hechos
2:41). Así que, los que recibieron su
palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Felipe predicó en
Samaria, y “cuándo creían... se bautizaban hombres y mujeres” Hechos 8:12. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
Luego evangelizó al
etíope, a quien, después de creer, también bautizó
(Hechos
8:36-39).
Ananías bautizó a Saulo
después de convertirse (Hechos 9:17, 18).
Pedro mandó a bautizar al primer grupo de gentiles después de que se
convirtieron en cristianos (Hechos 10:46-48).
Leemos que “muchos de
los corintios, oyendo, creían y eran bautizados”
(Hechos
18:8). Y
Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su
casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.
¿SE
DEBE BAUTIZAR A LOS BEBES?
La Biblia
es abundantemente clara sobre lo que es el bautismo, para qué es, y cuál es su
propósito. En la Biblia, solo los creyentes que habían puesto su fe en
Jesucristo eran bautizados – como un testimonio público de su fe, e
identificación con Él. ( Romanos 6:3-4).
Hechos 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
El bautismo
mediante la inmersión en agua, es un paso de obediencia subsiguiente a la fe en
Cristo. Es la proclamación de esa fe en Jesucristo, una declaración de sumisión
a Él, y una identificación con Su muerte, sepultura, y resurrección.
En base a lo anterior, el bautismo infantil no es una práctica bíblica. Un niño
no puede poner su fe en Cristo. Un bebe no puede hacer una decisión consciente
de obedecer a Cristo. Un infante no puede entender lo que simboliza el bautismo
en agua. La Biblia no registra a ningún infante siendo bautizado.
El bautismo no salva a una persona. No importa si fuiste bautizado por
inmersión, si vertieron agua o te rociaron con ella – si tú no confías
primeramente en Cristo para salvación, el bautismo (sin importar el método) es
inútil y sin significado alguno.
El bautismo
en agua por inmersión es un paso de obediencia que debe ser hecho después de recibir
la palabra, como una confesión pública de la fe en Jesucristo y la
identificación con Él. El bautismo infantil no tiene cabida en la definición
bíblica del bautismo o en el método bíblico del mismo.
ENTONCES,
¿QUÉ HAGO CON MI NUEVO BEBÉ?
Notamos que María y
José presentaron al niño Jesús en el templo conforme a la ley de Moisés (Lucas 2:22). Muchos años después leemos de
aquellos que trajeron sus niños al Señor Jesucristo para que Él pusiera sus
manos encima y orase por ellos.
(Mateo
19:13) Entonces le fueron presentados
unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase;
y los discípulos les reprendieron.
Como iglesia local
podemos pedir la bendición de Dios sobre el bebé, y sabiduría para los padres,
con el fin de que puedan instruir al niño en los caminos del Señor. Cuando el
niño crezca, él mismo podrá tomar una decisión responsable y voluntaria.
¿QUÉ LES SUCEDE A LOS BEBÉS O NIÑOS QUE MUEREN?
¿VAN AL CIELO O AL INFIERNO?
Como
antecedente tenemos que recordar que todos son culpables delante de Dios debido
al pecado que heredamos de Adán (Romanos 5:12; 1ª Corintios 15:21-22).
De hecho, no existe ninguna persona justa (Romanos
3:10-11); por cuando todos hemos pecado (Romanos
3:23). Por lo tanto, cada uno es culpable delante del Dios santo,
justo sin importar cuán joven o cuán viejo es. Aún más, creer es un requisito
necesario para la salvación (Juan 3:18-19; Hechos
16:31).
Debido
a que la Biblia no dice explícitamente hacia dónde van los niños cuando mueren
en la infancia, parece implícito que van al cielo pues el mismo señor lo habla
en: (Mateo 19:14)
1.
Debido
a que Dios es justo, Él permitiría a estos niños ir al cielo. Pero solo hasta
cuando tengan uso de razón. Distinguiendo el bien del mal que es cuando se
activa la maldición adámica
2.
En
el antiguo testamento Tal vez el único pasaje en la Escritura que
explícitamente habla acerca de dónde van los bebés que mueren en la infancia es
2º Samuel 12.
En el contexto de este pasaje,
David comete adulterio con Betsabé. El profeta Natán enfrenta con valentía a
David acerca de su adulterio y le dice que el niño que Betsabé ha concebido
morirá. Como resultado de esta confrontación, David confiesa su pecado y pasa
la noche acostado en tierra, sin comer pan y llorando. Al séptimo día, cuando
se entera de la muerte del niño, deja de llorar y ayunar y se cambia de ropas.
Sus siervos le preguntan que por qué ha hecho esto y David responde: “Viviendo
aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá
compasión de mí, y vivirá el niño? Más ahora que ha muerto, ¿para qué he de
ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.” (2º Samuel 12:22-23).
2Sa 12:23 Más ahora que ha muerto, ¿para qué
he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a
mí.
El
texto parece implicar que el niño fue al cielo ya que David dice: “Yo voy a él,
mas él no volverá a mí.”, y en otros lugares de la Escritura se indica que
David fue al cielo (Sal 16:10-11; Heb. 11:32).
EL
BAUTISMO Y LA CENA DEL SEÑOR
Muchos nos hemos preguntado si es
necesario ser bautizado para participar de la Cena del Señor. Para dar una
respuesta, primero comparemos estos dos actos simbólicos. Son dos cosas
distintas:
El bautismo es
un testimonio visible de la conversión
La Cena del Señor es un memorial de la muerte
del Señor.
El bautismo se refiere
a mí, mientras que la Cena se refiere a Él.
El bautismo es una
responsabilidad personal, la Cena es un privilegio colectivo entre creyentes.
El bautismo es “una sola vez”, la Cena del Señor es una celebración permanente
“hasta que Él venga”. Tienen en común, que tanto el bautismo como la Cena fueron
instituidos por el Señor Jesucristo. Lo normal es que todo creyente participe
de los dos (Mateo 28:19 y 1 Corintios 11:23-30).
En la Biblia no
encontramos un versículo que prohíba que alguien participe de la Cena sin
haberse bautizado; sin embargo, lo normal es que el cristiano participe de la
Cena del Señor después de haberse bautizado. Creemos que esto es cierto por las
siguientes razones:
(1)
Este orden es lógico: Primero, el
bautismo para demostrar públicamente que si es creyente, luego la Cena para expresar
nuestra gratitud al Señor junto con otros hermanos.
¿Debo
Ser Bautizado?
(2)
Ejemplos bíblicos: Después del nacimiento de la Iglesia en el día
de Pentecostés, notamos que todo creyente era bautizado enseguida o poco
después de su conversión. Por lo tanto, es de esperar que todo creyente que se
unía a los apóstoles y a los demás hermanos para celebrar la Cena del Señor, ya
era bautizado con el bautismo cristiano (Hechos
2:41, 42).
(3)
Observación pastoral: Si un creyente no quiere obedecer al Señor con
el bautismo cristiano pero sí quiere participar de la Cena, se le debe
preguntar: ¿Por qué no te has bautizado? Si “algo” le impide el bautismo, ese
mismo “algo” probablemente también le impide participar a la Cena del Señor.
Ese “algo”, puede ser
rebeldía y falta de sujeción a la Palabra, o desobediencia al mandamiento, o
simplemente poco amor por el Señor Jesucristo.