sábado, 1 de marzo de 2025

FE PARA SALVACIÓN

 

FE PARA SALVACIÓN



La fe salvadora consiste especialmente en confiar que Cristo es nuestro Salvador, y única justicia con Dios. Una de las evidencias más grandes del arrepentimiento genuino es que no solo nos estamos alejando del pecado, sino también de confiar en nuestras propias virtudes, méritos u obras para ganarnos el derecho de estar delante de Dios.


Nos damos cuenta de que toda nuestra supuesta justicia personal y buenas obras son como trapos de inmundicia (Is. 64:6), y las rechazamos firmemente como medios de salvación. Sabemos que si estamos reconciliados con Dios, no será como resultado de nuestras obras hacia Él, sino como resultado de Su gran obra hacia nosotros a través de Jesucristo. Estamos incondicionalmente de acuerdo con los siguientes versículos bíblicos: 

“Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado”, Gálatas 2:16 (RVR60).

“Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia”, Romanos 4:4-5 (RVR60).

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”, Efesios 2:8-9 (RVR60).


LA FE APLICA LA VERDAD PARA LA SALVACIÓN

No se puede estudiar la Biblia por mucho tiempo sin llegar a comprender la importancia de la fe. Un pecador no puede ser salvo aparte de la fe
(Efesios 2:8-9). “El evangelio de Cristo…es poder de Dios para salvar al que cree…porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:16-17). Por lo tanto, es importante entender lo que esta palabra significa.

I. ¿QUÉ ES FE?

La fe abarca tres áreas: conocimiento, creencia y confianza. La fe es confianza personal. Usamos la palabra en la conversación diaria. Ej: "Tengo completa fe en mi doctor". Queremos decir que confiamos en él para nuestro caso. Así, en la Biblia, la fe es confianza personal en Dios. Significa que creemos lo que Él dice, y confiamos que Él nos puede salvar y guardar.

II. ¿DÓNDE CONSEGUIMOS FE?

Al mirar alrededor nuestro en el mundo, nos damos cuenta que algunas personas no tienen fe en Dios, y por lo tanto no son salvos. Esto nos lleva a prepararnos acerca del tema de la fe. En un sentido muy real, esta fe es un don de Dios.
Juan 3:27. Dios le da al hombre el poder para creer en Él.

                                                           

¿PERO CÓMO UN HOMBRE RECIBE FE?

La repuesta está en Romanos 10:17. "La fe viene por el oír, y el oír la Palabra de Dios.

“Por lo tanto, si un hombre no tiene fe en Dios, debería leer la Biblia. Al leerla, podría orar de alguna manera como sigue: "Dios, si este Libro es tu Palabra, si Jesucristo es tu Hijo, y si Él murió por mí, entonces muéstrame estas cosas mientras leo la Biblia".

Dios ha prometido que todo aquel que desee hacer su voluntad vendrá al conocimiento de la verdad (Juan 7:17).

III. ¿CUÁL ES EL VERADERO OBJETO DE FE?

La fe puede estar depositada en un objeto. Este objeto puede ser una persona, tal como un pariente, un amigo, o una cosa inanimada, tal como un aeroplano o un ascensor. Pero no es suficiente tener fe depositada en un objeto.

La fe debe ser puesta en un objeto digno de confianza. Puedes creer que un avión puede llevarte de una ciudad a otra. Puedes creer que el avión volará. Puedes creer que el piloto sabe cómo volar el avión y que te llevará donde quieras ir. Puedes creer incluso que el viaje será para disfrutarlo. La única cosa que debes hacer es tomar asiento en el avión. Sólo entonces puedes ejercer tu fe. Más allá del punto de que hayas hablado de eso; podrás contarle a otros de tu experiencia; para entonces habrás proclamado que lo crees. Pero hasta que no estés a bordo no habrás ejercitado tu fe.

 

La fe verdadera demanda acción. : (Santiago 2:17-18).

Stg 2:17  Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

                                                                         

La Biblia establece al Señor Jesucristo como el verdadero objeto de fe (Hechos 20:21).

El hecho más importante no es cuánta fe tiene un hombre, o qué clase de fe él profesa, es si quiere ser salvo.

El objeto de su fe debe ser Jesucristo. Si su fe está en un “santo”, un ídolo, una iglesia, una religión, buenas obras o un bautismo. La Biblia deja en claro que no tiene salvación bíblica.

De todos modos, un hombre puede creer todo lo que la Biblia dice sobre Cristo y aún no tener a Cristo por la fe en él. Tú puedes creer que cierto tren partirá de la estación a las 11.00 de la mañana y que arribará a la otra ciudad a las 5.00 de la tarde. Tú puedes creer todos los aspectos acerca del tren; y aun así no abordar el tren. Solo hasta que estés a bordo tu fe te llevara al destino que tiene el tren.

Así que tú puedes creer que Cristo nació en Belén, de una virgen, murió en el Calvario, resucitó y ascendió al cielo. Incluso puedes creer que la Biblia es la Palabra de Dios, pero realmente no haber puesto tu fe en Cristo hasta que confías en Él para salvarte de tus pecados y llevarte al cielo.

IV. EJEMPLOS DE FE

Las Escrituras están llenas de ejemplos de fe. El capítulo 11 de hebreos ha sido llamado "La lista de honor de la fe" porque menciona algunos destacados hombres y mujeres que tuvieron fe.

Dos otras instancias deben ser citadas. La primera es la fe del centurión
(Mateo 8:5-10). El centurión creyó que Cristo podía salvar a su siervo solamente por decir la palabra. La otra es la fe de la mujer de Canaán (Mateo 15:22-28). Ella rogó que el pan reservado a los judíos escogidos le pudiese ser dado a ella, una gentil. Su fe fue humilde y persistente.

Mat 15:28  Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sana desde aquella hora.


V. LA RECOMPENSA DE LA FE
La verdadera fe nunca queda sin recompensa. Nadie jamás ha confiado en Dios en vano.

Recuerda, la fe debe tener tres cosas: conocimiento, creencia y confianza.

 Todo pecador que se ha arrepentido de sus pecados y que ha puesto su fe en Jesucristo ha sido salvo. El Salvador dijo: "El que a mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37).

Jesucristo nos ha rescatado, de la ley del pecado, de la muerte, y del diablo, y llevado a la gratuita dádiva de la gracia, justicia, salvación y vida eterna. Esta promesa solo es para los que han creído en Jesucristo, quien es la bendita simiente, quien ha redimido a todos los creyentes de la maldición.

 

 

domingo, 23 de febrero de 2025

EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LA HUMANIDAD

 

EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LA HUMANIDAD

                                                          


¿CÓMO OBTENER LA SALVACIÓN? es la mayor pregunta de una persona que comienza a tener una nueva dirección en su vida espiritual.

Este interrogante comienza cuando el hombre o la mujer se dan cuenta por primera vez de la necesidad de Dios en su corazón.

Es  esa íntima y dulce comunión que el Padre espera obtener con el hombre —la corona de su creación—, que se perdió cuando Adán y Eva desobedecieron el mandamiento de Dios en el jardín del Edén.

Cuando Adán y Eva pecaron, perdieron su derecho a comer del árbol de la vida, el cual les habría permitido vivir para siempre. Fueron expulsados del jardín y de esa forma,  negaron la perfecta relación que Dios deseaba tener con ellos.

Su estado pecaminoso los hizo inapropiados para estar en la presencia de Dios. Lejos de ser un evento menor, esta Caída y expulsión del hombre fue un punto cataclismo en la historia, que colocó a la humanidad en un descenso que continúa hasta la fecha.

El hombre sin Dios hace sus propios planes, sigue sus propios consejos y vive bajo sus propias reglas. Sin embargo, debido a que el hombre fue creado para la comunión con Dios, persiste una insatisfacción y la desesperanza dentro del hombre que solamente puede ser satisfecha por Dios mismo. Dado que el hombre está ahora en una decadencia continua y sin esperanza. Existe la necesidad de que Dios y el hombre se reconcilien y que la comunión pueda ser restaurada.

 EL EVANGELIO DE LA SALVACIÓN.

El evangelio son las buenas nuevas de Jesucristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados  2 de Corintios 5.19. Dios, conocedor de que el hombre  caería, le proveyó de un medio de reconciliación.

El sabia que no había nada que un hombre pudiera hacer para lograr que la humanidad fuera aceptable delante de Dios. 

LA PALABRA SALVACIÓN se refiere a una eterna liberación espiritual.

Cuando Pablo le dijo al carcelero de Filipos lo que debía hacer para ser salvo, él se estaba refiriendo al destino eterno del carcelero (Hechos 16:30-31). El señor Jesús iguala el ser salvo con la entrada al reino de Dios (Mateo 19:24-25).

Hch 16:30  y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo

Hch 16:31  Ellos dijeron: cree en el señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa.


¿DE QUÉ SOMOS SALVADOS? En la doctrina cristiana de la salvación, somos salvados de la “ira”; esto es, del juicio de Dios al pecado (Romanos 5:9;  1Tesalonicenses 5:9).

Nuestro pecado nos ha separado de Dios, y la consecuencia del pecado es la muerte (Romanos 6:23).

La salvación bíblica se refiere a nuestra liberación de las consecuencias del pecado, y por lo tanto, implica la remisión del pecado.

Rom 6:23  Porque la paga del pecado muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

 EL NUEVO NACIMIENTO ES POR LA PALABRA Y EL ESPÍRITU

El nuevo nacimiento es la obra del Espíritu Santo usando la Palabra de Dios.

Nadie puede nacer de nuevo sin escuchar y creer la Palabra de Dios, y nadie puede nacer de nuevo sin la obra del Espíritu Santo. Aquí hay unos versículos que presentan esto muy claro:

LA PALABRA

Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad.  (Santiago 1:18). (1 Pedro 1:23).

EL ESPÍRITU

Lo que es nacido de la carne, es; y lo que es nacido del Espíritu,

espíritu es (Juan 3:6).

Antes que una persona pueda nacer de nuevo, tiene que darse cuenta de que es un pecador.

EL ESPÍRITU SANTO USA la Palabra de Dios para enseñarnos que somos pecadores y que necesitamos un Salvador. Luego, el Espíritu Santo usa la misma Palabra para enseñarnos que el Señor Jesucristo es el Salvador que necesitamos.

 ¿CÓMO RECIBIMOS LA SALVACIÓN? Somos salvados por la fe. Primero, debemos oír el evangelio—las buenas nuevas sobre la muerte y resurrección de   Jesucristo (Efesios 1:13).

Después, debemos creer—confiando totalmente en el Señor Jesucristo (Romanos 1:16). Esto incluye el arrepentimiento, cambio de mentalidad acerca del pecado y de Cristo (Hechos 3:19) y el confesar el Nombre del Señor (Romanos 10:9-10)                              

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Rom 10:9  que si confesares con tu boca que Jesús es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

 Rom 10:10  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.


 Una definición de la doctrina cristiana de la salvación sería: “La eterna liberación   espiritual que Dios concede a aquellos que aceptan sus condiciones de arrepentimiento y fe en el Señor Jesús.”

 La salvación únicamente se obtiene a través de Jesucristo quien murió por nuestros pecados   (Juan 14:6; Hechos 4:12), y depende sólo de Dios para su provisión, garantía de vida eterna y  seguridad.

¿QUIÉN REALIZA LA SALVACIÓN? Sólo Dios puede quitar el pecado y liberarnos del pago del pecado (2 Timoteo 1:8,9; Tito 3: 4,5)

Tit 3:4  Más cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro salvador, y su amor para con los hombres,

Tit 3:5  nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

¿CÓMO SALVA DIOS? En la doctrina cristiana de la salvación, Dios nos ha rescatado a través de Cristo (Juan 3:17). Específicamente, fue la muerte de Jesús en la cruz y Su subsiguiente resurrección lo que logró nuestra salvación. (Romanos 5:10; Efesios 1:7).

Efe 1:7  En el cual tenemos redención por su sangre, remisión de pecados por las riquezas de su gracia,

La Escritura es clara, en que la salvación es el bondadoso e inmerecido regalo de Dios (Efesios 2:5, 8) que sólo está disponible a través de la fe en Jesucristo (Hechos 4:11,12).

EL NUEVO NACIMIENTO ES DE DIOS

Miremos una explicación más del nuevo nacimiento.

La Biblia dice que aquellos que reciben al Señor Jesús como Salvador son nacidos no  de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (Juan 1:13).

EL NUEVO NACIMIENTO NO ES "DE SANGRE". Esto quiere decir que no procede de padres humanos. Nadie nace en este mundo siendo ya cristiano. El tener padres cristianos es maravilloso, pero eso no te hace a ti un hijo de Dios. Cada uno de nosotros tiene que nacer en la familia de Dios individualmente.

EL NUEVO NACIMIENTO NO ES "DE VOLUNTAD DE CARNE". Esto quiere decir que nadie puede hacerse hijo de Dios por sus propios esfuerzos. La vida eterna no se puede ganar sino que tiene que ser recibida como un regalo gratuito de Dios.

EL NUEVO NACIMIENTO NO ES "DE VOLUNTAD DE VARÓN". Esto quiere decir que ningún pastor o sacerdote puede hacer de ti un hijo de Dios. Ninguna ordenanza, como la santa cena o el bautismo, puede hacer esto. El hacerse miembro de una iglesia no hace de ti un cristiano.

 NUESTRA PARTE EN EL NUEVO NACIMIENTO

¿Cuál es nuestra parte en el nuevo nacimiento? Nuestra parte es acercarnos al Señor Jesús como pecadores y recibirle como nuestro Salvador. La Biblia dice:

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).

Cuando verdaderamente creemos que Jesucristo murió por nuestros pecados y le recibimos como nuestro Salvador, hemos nacido de nuevo.

 ¿CUÁL ES LA PARTE QUE DIOS HACE EN EL NUEVO NACIMIENTO?

Dios hace muchas cosas maravillosas por nosotros cuando recibimos al Señor Jesús como nuestro Salvador. Aquí anotamos algunas de ellas:

DIOS NOS JUSTIFICA. Esto quiere decir que Él nos perdona todos nuestros pecados y nos declara justos en Cristo. (Romanos 3:24).

Rom 3:24  Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús.

DIOS NOS SACA de la familia de Adán y nos pone en la familia de Cristo. Ya no estamos en Adán, sino en Cristo.

DIOS NOS HACE SUS HIJOS. Dios hace por nosotros algo que no hace por ninguna otra criatura. Él nos convierte en Sus propios hijos.

1Juan 3:1  ¡Mirad cuán gran (a) Amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados (b) hijos de Dios! Por esto el (c)  mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

 DIOS NOS DA UN ESPÍRITU NUEVO, y nos da Su Espíritu para que more en nuestro espíritu nuevo. Esto se llama la regeneración. (Ezequiel 36:26-27).

Necesitamos aclarar una cosa: nuestra naturaleza vieja no es quitada cuando nacemos de nuevo. Dios no nos quita la vieja naturaleza pecaminosa, sino que Él nos da Su naturaleza (vida) para vencerla.

Nuestra naturaleza vieja no será quitada hasta que Jesús venga por nosotros, pero, con el Espíritu Santo morando en nosotros, podemos vencer los deseos pecaminosos de esa naturaleza vieja.

DIOS NOS DA VIDA ETERNA. Nunca estaremos separados de Dios.

1 Juan 5:11-12

1Jn 5:11  Y éste es el testimonio: Que Dios nos ha dado  vida , eterna y esta (b) vida está en su Hijo.

Dios hace otras muchas cosas maravillosas por nosotros cuando nacemos de nuevo. Nos coloca en Cristo. Nos une a Su Hijo. Nos libra del reino de las tinieblas y del poder del pecado. Hace posible que seamos victoriosos sobre el mundo, la carne y el diablo.

¿CÓMO PODEMOS SABER QUE HEMOS NACIDO DE NUEVO?

Cada uno de nosotros debe saber con seguridad si en verdad ha nacido de nuevo, y Dios nos ha dado algunas formas definitivas por las cuales podemos saberlo. He aquí tres de ellas:

EL TESTIMONIO DEL ESPÍRITU.

Cuando nacemos de nuevo, el Espíritu de Dios viene a morar con nosotros, y Él da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.

Esto no es algo que podamos explicar o probar a otra persona, pero nosotros sabemos que es la verdad. La Biblia dice: (Romanos 8:16).

Rom 8:16  Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos (a) hijos de Dios.

 LA PALABRA DE DIOS.

Cuando nacemos de nuevo, el Espíritu de Dios hace que la Palabra de Dios sea una realidad en nuestro corazón y sabremos mediante la Palabra de Dios que somos salvos.

1Juan 5:13  Estas cosas os he (a) escrito a vosotros que creísteis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis (b)  vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

 NUESTRAS ACCIONES.

Cuando de verdad hemos nacido de nuevo, nuestra manera de vivir cambiará. Desearemos obedecer a Dios y a Su Hijo, Jesucristo. Empezaremos a amar las cosas que son correctas y a odiar las cosas que son malas. Tendremos amor en nuestro corazón por nuestros hermanos y los que no conocen a cristo. (1 Juan 3:14).

¿ESTAS SEGURO QUE ERES SALVO?

Amigo mío: Te voy a hacer la pregunta más importante de tu vida.

El gozo o la tristeza que experimentes en la eternidad dependen de tu respuesta.

La pregunta es: ¿Estás salvado?

La pregunta no es cuán bueno eres, o si perteneces a alguna iglesia, sino ¿estás salvado? ¿Estás seguro que irás al cielo cuando mueras?

Dios dice que para ir al cielo, tienes que nacer de nuevo.

En Juan 3:7, Jesús le dijo a Nicodemo, “Os es necesario nacer de nuevo”. Dios nos revela en la Biblia el plan de cómo nacer de nuevo, o cómo ser salvo. Su plan es muy sencillo y tú puedes salvarte el día de hoy. ¿Cómo?

En primer lugar, amigo mío, debes reconocer que eres pecador.

“Por cuanto todos pecaron , y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Por cuanto eres pecador, estás condenado a la separación eterna de Dios. “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6.23). Esta muerte incluye una separación eterna de Dios en el infierno.

Hebreos 9:27  Y de la manera que está determinado para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,

 Heb 9:28  así también Cristo fue (a) ofrecido una sola vez para (b) llevar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, (c) aparecerá para salvar a los que le esperan.

 ¿ESTÁS LISTO PARA RECIBIR EL REGALO DE DIOS; SU HIJO JESUCRISTO?

Si es así, cree en Cristo, arrepiéntete de tus pecados y entrega el resto de tu vida a él como tu Señor y salvador:

ORACIÓN.

“Padre, sé que he quebrantado tus leyes y que mis pecados me han separado de ti. Estoy sinceramente arrepentido y ahora quiero apartarme de mi pasado pecaminoso y dirigirme hacia ti. Por favor, perdóname y ayúdame a no pecar de nuevo. Creo que tu hijo Jesucristo murió por mis pecados, resucitó de la muerte, está vivo y escucha hoy mi oración. Invito a Jesús a que se convierta en el Señor de mi vida, a que gobierne y reine en mi corazón de este día en adelante. Por favor, envía tu Espíritu Santo para que me ayude a obedecerte y a hacer tu voluntad por el resto de mi vida. En el nombre de Jesús oro, amén.”      

 

 

 

 

 

 

lunes, 17 de febrero de 2025

RENUEVATE COMO LAS AGUILAS

 

RENUEVATE COMO LAS AGUILAS

                                                                               


    

Isaías 40:31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigará

ESPERAR EN DIOS.

Es poner toda nuestra confianza en él, es vivir con paciencia cada etapa de nuestras vidas, es someternos a su voluntad; es estar seguro de que en Dios siempre tenemos nuestras respuestas, que él es todo en nuestras vidas.

En esta vida pasaremos por momentos difíciles que no entenderemos, pero si esperamos en Dios, obtendremos la victoria.

62:5 Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.

EL AGUILA BUSCA LAS ALTURAS.

El águila siempre busca las alturas  Ella vuela a 1.800 mts del nivel del mar; pero para poder volar necesita de fuerza y esa fuerza depende de lo que come; ella no come cualquier cosa, no come carroña, no come lo muerto, come lo que tiene vida, presas grandes; como liebres, ratones.

El águila no come nada muerto o que este descompuesto porque de esto depende su vuelo.

Las gallinas empiezan a remontar y despegan un par de centímetros  pero no se remontan, se pasan la vida revoloteando en la tierra, comiendo gusanos, semillas pequeñas  y   lo que encuentran.

El cristiano que quiere volar alto y llegar a grandes cosas, tiene que alimentarse de lo que da vida y esa vida solo la da Jesucristo a través de su palabra.

El cristiano que se alimenta de cosas muertas de este mundo nunca tendrá vida, siempre estará andado en lo más bajo, nunca podrá volar y no podrá ver las bendiciones que Dios tiene.

Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 

El cristiano no debe alimentarse de lo que no produce vida, porque siempre será un fracasado. Todas aquellas cosas que nos traen negativismo, como malos recuerdos, frustraciones y malos hábitos.

Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, 
Y el que la ama comerá de sus frutos. 

Tampoco debe alimentarse de las obras de la carne que solo traen muerte.

Romanos 8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Como cristianos debemos saber qué es lo que nos trae vida y que es lo que nos trae muerte, para así de eso mismo tomar.

Juan 6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 

El cristiano no puede alimentarse del pesimismo, negativismo, de los temores porque eso traerá una vida estancada y de muerte.

EL AGUILA HABITA EN LAS ALTURAS

El águila construye su nido aproximadamente a 3.000 metros de altura.

Job 39:27 ¿Se remonta el águila por tu mandamiento, 
Y pone en alto su nido? 
39:28 Ella habita y mora en la peña, 
En la cumbre del peñasco y de la roca. 

El nido mide 3 metros de profundidad y 2 de ancho.

Su nido es permanente el cual cuida, mantiene y renueva constantemente, agregando nuevas ramas a su textura. En el nido instruye a sus aguiluchos, hasta que pueden volar.

EL AGULA CUIDA DE SU  PAREJA Y DE  SU FAMILIA

Las águilas son monógamas, solo la muerte de su pareja los lleva a tomar otra pareja. Su hogar es importante para ellos, allí han de nacer sus aguiluchos y serán instruidos. En su nido no tienen relaciones con ninguna otra águila.

El cristiano debe ser de una sola esposa. y debe cuidar de sus hijos y hogar.

Hebreos 13:4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

EL AGUILA LLEVA UNA VIDA DE LIMPIEZA DIARIA

El águila a temprana hora de la mañana limpia con el pico su plumaje y lo acondiciona para las tareas diarias del día; elimina todo insecto o partícula que se le haya adherido durante el día o la noche.
El creyente águila a diario se hace un examen de conciencia espiritual, y se limpia con la sangre de Jesucristo de todas las cosas que a Dios no le agradan y que no deben formar parte de su vida espiritual. Repasa el día vivido para ver si en algo pecó. Para poder volar alto debe estar limpio de todas las impurezas del pecado.

1 de Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 

Salmos 51:1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
51:2 Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado

EL AGUILA TIENE UNA VISION AGUDA

El águila posee una vista extremadamente aguda, que les permite visualizar potenciales presas a grandes distancia.

Dios le ha dado al cristiano una visión, Para que en su vida produzca enfoque y precisión, El enfoque producido por una visión, mantiene a la persona concentrada y efectiva en lo que hace, porque visualiza a distancia su destino.

Así como el águila visualiza su presa a grandes distancias, el cristiano debe visualizar lo que desea.

No tener Visión o perderla, es como estar ciegos y una águila ciega muere.

 EL AGUILA PUEDE VER LA TORMENTA ANTES QUE EMPIEZE

El águila por su visión binocular puede ver la tormenta acercarse

El águila vuela a un sitio alto para esperar los vientos que vendrán. Cuando llega la tormenta, Extiende sus alas para que el viento las agarre y le lleve por encima de la tormenta. Mientras que la tormenta esté destrozando abajo, el águila vuela por encima de ella.

Todos pasamos por tormentas en la vida y es el momento cuando debemos levantarnos  por encima de la tormenta, poniendo nuestra fe y esperanza en DIOS que pronto pasara.

La enfermedad, la crisis económica, la decepción, el temor son tormentas que solo con el poder de Dios podremos pasar por encima de ellas .

La actitud que tomemos frente a una tormenta determinara nuestra madurez, y confianza en Dios

Si pasamos por encima de la tormenta  podremos avanzar a otro nivel o si no simplemente nos esconderemos y nos quedaremos en el mismo lugar que estamos.

Isaias 43:2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. 

Salmos 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

EL AGULA VUELA  DE FRENTE AL SOL

El águila vuela de frente al sol, la luz no le afecta, porque su naturaleza es ser un ave diurna, no nocturna; de igual manera nosotros debemos permanecer en la luz, porque es nuestra naturaleza; así como el águila no fue creada para volar en la noche, nosotros no hemos sido diseñados para andar en tinieblas

1 de Tesalonicenses 5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 

EL AGUILA SE RENUEVA

El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas. Volar se hace ya tan difícil! Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durara 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo.
Luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas. Después de cinco meses, sale para su vuelo de renovación y a vivir 30 años más.


El ser humano pasa por situaciones donde parece que todo llego a su fin que ya cumplió un ciclo en su vida familiar, social, emocional; es el momento donde la persona tiene que tomar una decisión.  Así como el águila este proceso no es fácil porque esto implica desprendernos de un poco de cosas que nos atan y no nos dejan volar.

El cristiano tiene que desprenderse de resentimientos, iras, mal carácter, falta de perdón, pesimismo, frustraciones; estos comportamientos son los que impiden que no crezcamos, porque cada oportunidad que se nos presenta para emprender algo o para  querer cambiar nuestro estilo de vida o nuestros malos hábitos   siempre hay un impedimento que no nos deja avanzar así como el águila que su pico se curva y se vuelve flexible y no permite alimentarse, sus uñas también se  curvan y no le permiten cazar y su gran plumaje no le deja volar; así  son nuestras frustraciones y nuestras malas actitudes no nos dejan crecer,  ni mucho menos volar hacia nuevos horizontes emocionales, personales y espirituales.

El cristiano debe tomar una decisión, así como el águila toma la decisión de quitarse su pico con la roca , sus uñar y sus plumas; aunque sea muy dolosos, nosotros también debemos tomar la decisión de quitar nuestros malos hábitos, nuestras frustraciones, nuestra falta de perdón, nuestros resentimientos, nuestros miedos para poder ser una persona nueva.

El águila utiliza la roca para golpear su pico y arrancar sus uñas, es una decisión de ella, nosotros también debemos tomar la decisión pero Cristo es el que nos cambia.

103:4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
103:5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

TOMA DECISIONES DE QUERER CAMBIAR

Colosenses 3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;

Efesios4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 
4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Colosenses 3:8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.