LA DISCIPLINA PRODUCE FRUTOS
HEBREOS
12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo,
sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella
han sido ejercitados.
Dios
permite que seamos disciplinados de diferentes manera, algo que no nos gusta, pero que
siempre tiene un propósito.
Si
queremos tener una gran cosecha debemos aceptar la disciplina.
Dios
en su infinita sabiduría conoce nuestra vida, y a veces permite que pasemos
momentos difíciles con el propósito de que tengamos una vida de bendición.
Así
como al agricultor Dios lo instruye y le da la sabiduría para que prepare la
tierra y siembre una cosecha que dé frutos abundantes.
Somos
esa buena tierra en las manos de un Dios justo y santo, él es nuestro creador y permite que nuestra vida pase momentos
difíciles para ser preparados para una
buena cosecha.
Isa 28:23 »¡Presten atención,
oigan mis
palabras,
escúchenlas
con cuidado!
Isa 28:24 Cuando el campesino va a sembrar,
no se
pasa todo el tiempo
arando, abriendo
surcos
y
rastrillando el terreno.
Isa 28:25 Primero empareja la tierra,
luego
arroja las semillas
de eneldo
o de comino,
siembra
el trigo en hileras,
y planta
cebada y centeno
en los
bordes de su campo.
Isa 28:29 Todo este conocimiento
proviene
del Dios todopoderoso.
Dios hace
planes admirables
y los
realiza con sabiduría».
Así como
el agricultor ara la tierra y rompe los terrones, preparando la tierra para
sembrar la semilla, Dios permitirá que pasemos momentos de sufrimiento y
disciplina, donde se romperán todas aquellas cosas que no dejan que haya una
buena cosecha.
Isaias
28:23 Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho.
28:24 El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los
terrones de la tierra?
28:25 Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el
comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en
su borde apropiado?
Dios permitió
que el pueblo de Israel pasara 437 años bajo el arado de esclavitud de Egipto
Dios quería preparar el terreno para una buena cosecha.
El
agricultor debe arar continuamente y preparar la tierra, el trata cada suelo de acuerdo a su necesidad,
suelos livianos y arenosos requieren de un arado rápido, y ligero, suelos duros
y arcillosos requieren de un arado que cabe más profundo hasta romper los
terrones para que la tierra quede fina.
Así como
el agricultor usa su arado, Dios permite el sufrimiento, la angustia y los
problemas para ablandar nuestra tierra y que pueda ser sembrada una semilla
que de fruto abundante.
Debemos
aceptar la disciplina de Dios, esta nos prepara para recibir algo grande de
parte de Dios.
Heb 12:11 Desde luego que ningún castigo nos gusta en
el momento de recibirlo, pues nos duele. Pero si aprendemos la lección que Dios
nos quiere dar, viviremos en paz y haremos el bien.
La
disciplina tiene un propósito, pero cuando no la aceptamos lo único que hacemos
es volvernos amargados y podemos morir en el desierto como le sucedió al pueblo
de Israel.
Debemos
aceptar la voluntad de Dios con paciencia pues él sabe lo que está haciendo con
nosotros, él sabe lo que está mal y lo
que debe ser cambiado.
Job
experimento el arado, paso pruebas muy difíciles pero supo aceptar la voluntad
de Dios, esto produjo una bendición mayor en su vida.
Job 1:21
y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová
dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno
Dios sabe por qué disciplina tenemos que
pasar, para así producir la mejor
cosecha
Dios
nos disciplina porque nos ama y somos sus hijos, tiene todo el derecho de hacerlo
aunque no nos guste.
Prove.
3:11 No menosprecies, hijo mío, el
castigo de Jehová,
Ni te fatigues de su corrección;
3:12 Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.
Hebreos 12:6 Porque el Señor al que ama,
disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo
es aquel a quien el padre no disciplina?
12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido
participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
El
propósito de la disciplina es corregirnos para que vivamos en santidad.
1 de
pedro 1:14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes
teníais estando en vuestra ignorancia;
1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en
toda vuestra manera de vivir;
1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.