domingo, 24 de abril de 2022

LA DISCIPLINA PRODUCE FRUTOS

 

LA DISCIPLINA PRODUCE FRUTOS



HEBREOS 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Dios permite que seamos disciplinados de diferentes manera, algo que no nos gusta, pero que siempre tiene un propósito.

Si queremos tener una gran cosecha debemos aceptar la disciplina.

Dios en su infinita sabiduría conoce nuestra vida, y a veces permite que pasemos momentos difíciles con el propósito de que tengamos una vida de bendición.

Así como al agricultor Dios lo instruye y le da la sabiduría para que prepare la tierra y siembre una cosecha que dé frutos abundantes.

Somos esa buena tierra en las manos de un Dios justo y santo,  él es nuestro creador  y permite que nuestra vida pase momentos difíciles para ser preparados  para una buena cosecha.

Isa 28:23  »¡Presten atención,

oigan mis palabras,

escúchenlas con cuidado!

 

Isa 28:24  Cuando el campesino va a sembrar,

no se pasa todo el tiempo

arando, abriendo surcos

y rastrillando el terreno.

 

Isa 28:25  Primero empareja la tierra,

luego arroja las semillas

de eneldo o de comino,

siembra el trigo en hileras,

y planta cebada y centeno

en los bordes de su campo.

Isa 28:29  Todo este conocimiento

proviene del Dios todopoderoso.

Dios hace planes admirables

y los realiza con sabiduría».


Así como el agricultor ara la tierra y rompe los terrones, preparando la tierra para sembrar la semilla, Dios permitirá que pasemos momentos de sufrimiento y disciplina, donde se romperán todas aquellas cosas que no dejan que haya una buena cosecha.


Isaias 28:23 Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho.
28:24 El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra?
28:25 Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado?


Dios permitió que el pueblo de Israel pasara 437 años bajo el arado de esclavitud de Egipto Dios quería preparar el terreno para una buena cosecha.


El agricultor debe arar continuamente y preparar la tierra,  el trata cada suelo de acuerdo a su necesidad, suelos livianos y arenosos requieren de un arado rápido, y ligero, suelos duros y arcillosos requieren de un arado que cabe más profundo hasta romper los terrones para que la tierra quede fina.

Así como el agricultor usa su arado, Dios permite el sufrimiento, la angustia y los problemas para ablandar nuestra tierra y que pueda ser sembrada una semilla que de fruto abundante.

Debemos aceptar la disciplina de Dios, esta nos prepara para recibir algo grande de parte de Dios.


Heb 12:11  Desde luego que ningún castigo nos gusta en el momento de recibirlo, pues nos duele. Pero si aprendemos la lección que Dios nos quiere dar, viviremos en paz y haremos el bien.

La disciplina tiene un propósito, pero cuando no la aceptamos lo único que hacemos es volvernos amargados y podemos morir en el desierto como le sucedió al pueblo de Israel.

Debemos aceptar la voluntad de Dios con paciencia pues él sabe lo que está haciendo con nosotros,  él sabe lo que está mal y lo que debe  ser cambiado.


Job experimento el arado, paso pruebas muy difíciles pero supo aceptar la voluntad de Dios, esto produjo una bendición mayor en su vida.


Job 1:21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno

 Dios sabe por qué disciplina tenemos que pasar, para así producir  la mejor cosecha

Dios nos disciplina porque nos ama y somos sus hijos, tiene todo el derecho de hacerlo aunque no nos guste.

Prove. 3:11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
Ni te fatigues de su corrección;
3:12 Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.

Hebreos 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

El propósito de la disciplina es corregirnos para que vivamos en santidad.

1 de pedro 1:14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

 

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