TEMOR. EL ENEMIGO SILENCIOSO
En la Biblia
encontramos más de 360 veces la expresión: NO TEMAS.
Hay dos tipos de
temores. EL TEMOR A DIOS, que es una reverencia por Dios, por su poder y
gloria; Es un reconocimiento de todo lo que es Dios, lo cual viene a través del
amor y la obediencia.
EL ESPÍRITU DE TEMOR.
Este tipo de temor no viene de Dios, es enviado por satanás, para que no
vivamos una vida de éxito en Cristo Jesús, y vivamos en fracaso.
El temor es el
enemigo silencioso que destruye sueños, vidas, familias. Cuando el temor invade
la vida de una persona le quita el Poder que Dios le ha dado, llevándolo a
vivir una vida inútil.
En algún momento de
nuestra viva, podemos experimentar temor, pero Dios quiere que vivamos
confiados en él, aunque pasemos por momentos difíciles.
El temor nos paraliza
y no nos dejara avanzar. El temor nos convierte en personas inseguras para
tomar decisiones y nos hace dependientes de otras.
El temor no nos deja
ver el propósito de Dios en nuestra vida, y muchas veces no tenemos lo que
queremos por que el miedo nos impide avanzar.
El miedo puede llegar
a controlar nuestra vida, haciéndonos esclavos de personas o de circunstancias.
Job tenia temores con
respecto a sus hijos, y finalmente vio sus peores temores hacerse realidad.
Job 3:25 si temía algo, eso me ocurre,
lo que me atemoriza me ha venido encima.
Job 3:26 No hay para mí tranquilidad ni calma,
mis tormentos no me dejan descansar."
Mat 9:29 Entonces
Jesús les tocó los ojos, y les dijo:
Que se haga conforme a la fe que ustedes tienen.
Dios nos ha dado
poder para que podamos derrotar todo espíritu de temor.
2Ti 1:7 Porque no nos
ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Cundo buscamos a
Cristo, y vivimos en obediencia, el Espíritu santo llenará nuestros corazones
de poder y amor para vencer todo temor.
Rom 8:15 Porque el
Espíritu que Dios les ha dado no los esclaviza ni les hace tener miedo. Por el
contrario, el Espíritu nos convierte en hijos de Dios y nos permite llamar a
Dios: «¡Papá!»
LLENATE DEL AMOR DE DIOS PARA QUE PUEDA VIVIR SIN TEMOR.
1Jn 4:18 sino que el
amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha
sido perfeccionado en el amor.
Llenarnos del amor de Dios es estar seguros de que tenemos un Dios que nunca nos dejará, que siempre estará con nosotros sin importar las circunstancias.
Josué fue un hombre que confió en Dios y pudo llevar al pueblo de Dios a conquistar la tierra prometida. No se dejo llenar de temor a pesar de que los obstáculos eran demasiado grandes.
Jos 1:8 Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
Jos 1:9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.»
NO LE DES LUGAR AL DIABLO.
Hay creyentes que viven constantemente abriéndole puertas al enemigo, con comportamientos que parecen sin importancia, pero que son pecado, es ahí donde satanás se meterá sin ningún tipo de respeto, para destruir e impedir que haya bendición.
Darle lugar al diablo. Es darle la oportunidad
o la ocasión para que el actué en nuestras vidas, muchas veces sin que nos
demos cuenta. Pecados como la mentira, ira, amargura, malicia, gritería,
palabras corrompidas, deseos de la carne, son oportunidades que satanás aprovecha para esclavizar a
una persona.
1 de pedro 2:1 Desechando, pues, toda malicia,
todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
Un corazón que siembra malicia fácilmente
cosechara desgracia para su propia vida.
Pro 11:27 El que procura el bien buscará
favor;
Mas al que busca el mal, éste le vendrá.
Le damos lugar al enemigo, cuando permitimos que nuestro corazón se llene de amargura, contiendas, cuando participamos de chismes, somos rencorosos, cuando mostramos rebeldía y no aceptamos las cosas de Dios.
Cuando permitimos que la duda, el miedo y una mala actitud gobiernen
nuestras vidas.
Nuestro señor Jesús ya derroto al enemigo en
la cruz, para que podamos vivir una vida en santidad y bendición. Por lo tanto
no le abramos las puertas al enemigo como si no conociéramos a Cristo.
Para que el enemigo no aflija tu vida
emocional y físicamente, sométase a Dios, así podrá resistir al enemigo y tendrá que
huir sin causarte ningún daño.
Stg 4:7 Por eso, obedezcan a Dios. Háganle
frente al diablo, y él huirá de ustedes.
Stg 4:8 Háganse amigos de Dios, y él se hará
amigo de ustedes.
¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que
quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o
Dios, o el mundo de pecado.
Cuando somos gobernados por Cristo,
abandonando las obras de la carne y dejando que el espíritu santo tome control
de nuestras vidas, el enemigo perderá influencia.
Deja que el espíritu santo tome control de tu
vida, llénate del amor de Cristo, perdona a quien te ha ofendido. Que los
frutos del Espíritu Santo sean la mejor arma contra los ataques del enemigo.
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