UN ADMINISTRADOR SABIO
Gén 41:17 El faraón le contó
a José lo siguiente: —En mi sueño, estaba yo de pie a orillas del río Nilo.
Gén 41:18 De pronto, salieron
del río siete vacas gordas y hermosas, y se pusieron a pastar entre los juncos.
Gén 41:19 Detrás de ellas
salieron otras siete vacas, feas y flacas. ¡Jamás se habían visto vacas tan
raquíticas en toda la tierra de Egipto!
Gén 41:20 Y las siete vacas
feas y flacas se comieron a las siete vacas gordas.
Gén 41:21 Pero, después de
habérselas comido, no se les notaba en lo más mínimo, porque seguían tan feas
como antes. Entonces me desperté.
Gén 41:22 »Después tuve otro
sueño: Siete espigas de trigo, grandes y hermosas, crecían de un solo tallo.
Gén 41:23 Tras ellas brotaron
otras siete espigas marchitas, delgadas y quemadas por el viento solano.
Gén 41:24 Las siete espigas
delgadas se comieron a las espigas grandes y hermosas. Todo esto se lo conté a
los magos, pero ninguno de ellos me lo pudo interpretar.
Gén 41:25 José le explicó al
faraón: —En realidad, los dos sueños del faraón son uno solo. Dios le ha
anunciado lo que está por hacer.
Gén 41:26 Las siete vacas
hermosas y las siete espigas hermosas son siete años. Se trata del mismo sueño.
Gén 41:27 Y las siete vacas
flacas y feas, que salieron detrás de las otras, y las siete espigas delgadas y
quemadas por el viento solano, son también siete años. Pero éstos serán siete
años de hambre.
Gén 41:28 »Tal como le he
dicho al faraón, Dios le está mostrando lo que está por hacer.
Gén 41:29 Están por venir
siete años de mucha abundancia en todo Egipto,
Gén 41:30 a los que les
seguirán siete años de hambre, que harán olvidar toda la abundancia que antes
hubo. ¡El hambre acabará con Egipto!
Gén 41:31 Tan terrible será
el hambre, que nadie se acordará de la abundancia que antes hubo en el país.
Gén 41:32 El faraón tuvo el
mismo sueño dos veces porque Dios ha resuelto firmemente hacer esto, y lo
llevará a cabo muy pronto.
Gén 41:33 »Por todo esto, el
faraón debería buscar un hombre competente y sabio, para que se haga cargo de
la tierra de Egipto.
El
dinero nos da poder, y se pueden hacer muchas cosas con éste. Mientras estemos
en esta tierra necesitamos dinero para comprar comida, vestido y todo lo necesario para poder vivir.
No podemos
creer que somos tan espirituales como para
no necesitar dinero,
Necesitamos
dinero para comprar lo que necesitamos.
COMO ESTAMOS USANDO EL DINERO QUE DIOS NOS DA?
Debemos
preguntarnos, estamos usando el dinero como Dios quiere? Lo estamos usando para
cumplir el propósito de Dios en nuestra
vida y en la vida de los demás, o lo estamos derrochando de manera insensata, o
lo estamos usando para algo que no nos beneficia, sino solo para satisfacer
nuestros caprichos y deseos.
El
dinero es necesario pero este no nos da la verdadera felicidad, ni la alegría que necesitamos.
La
falta de dinero nos puede causar muchos problemas, por eso Dios esta tan
interesado en que sepamos administrar el dinero.
Dios
da dinero para que sus propósitos se cumplan en nuestra vida de una forma
correcta, Dios quiere que no nos falte nada de lo que necesitamos, comida, ropa
y provisiones.
Dios
busca personas que sean buenos administradores, para entregarles las riquezas y
que sus propósitos se puedan cumplir en esta tierra.
POR QUE NO TENEMOS RIQUEZAS?
No
tenemos riquezas porque somos malos administradores. Dios necesita gente que
sea sabia para administrar sus recursos, según sus principios.
José fue
un ejemplo de esta persona sabía que Dios utilizo para administrar sus recursos
y cumplir sus planes.
Faraón
había soñado con siete vacas gordas y hermosas y luego con 7 vacas flacas y
feas que se comían a las gordas y aun así seguían siendo raquíticas. Luego soñó
con 7 espigas de trigo hermosas que crecían en un tallo y tras ellas salían otras siete espigas feas y marchitas que se comían
a las espigas hermosas.
Gén 41:17 El faraón le contó
a José lo siguiente: —En mi sueño, estaba yo de pie a orillas del río Nilo.
Gén 41:18 De pronto, salieron
del río siete vacas gordas y hermosas, y se pusieron a pastar entre los juncos.
Gén 41:19 Detrás de ellas
salieron otras siete vacas, feas y flacas. ¡Jamás se habían visto vacas tan
raquíticas en toda la tierra de Egipto!
Gén 41:20 Y las siete vacas
feas y flacas se comieron a las siete vacas gordas.
Gén 41:21 Pero, después de
habérselas comido, no se les notaba en lo más mínimo, porque seguían tan feas
como antes. Entonces me desperté.
Gén 41:22 »Después tuve otro
sueño: Siete espigas de trigo, grandes y hermosas, crecían de un solo tallo.
Gén 41:23 Tras ellas brotaron
otras siete espigas marchitas, delgadas y quemadas por el viento solano.
Gén 41:24 Las siete espigas
delgadas se comieron a las espigas grandes y hermosas. Todo esto se lo conté a
los magos, pero ninguno de ellos me lo pudo interpretar.
José
dijo a Faraón que Dios le había mostrado lo que iba a suceder, Dios tenía un propósito al mostrarle esos sueños al Faraón.
El propósito era de bendecir, proveer y
liberarles del hambre que vendría a la tierra de Egipto.
Dios
es el único que conoce nuestro futuro,
Dios quería que la gente de Egipto
no sufriera y que su pueblo no pereciera, por eso le mostro a Faraón este
sueño para que se apercibiera.
Dios tenía un plan, quería usar a un hombre que le
obedeciera en cuanto al dinero, para que
su pueblo no sufrirá de hambre, Dios iba a usar un buen administrador de sus riquezas,
Dios lo iba a poner en alto aunque él no fuera el dueño de las riquezas, porque
aunque eran las riquezas de Egipto, esas riquezas le pertenecían a Dios. José
solo sería un buen administrador que Dios usaría para sus planes y
propósitos.
CUALIDADES DE UN ADMINISTRADOR SABIO
DIOS BUSCA GENTE SABIA E INTELIGENTE PARA DARLE RIQUEZAS?
Dios
busca gente sabia e inteligente para confiarle las riquezas y para que sea un
buen administrador.
José comprendía los principios de Dios acerca del manejo de
las fianzas, y siendo el un siervo fiel, José serian quien administraría las
finanzas de faraón.
Gén 41:33 “Por lo tanto,
sería bueno que Su Majestad buscara un hombre inteligente y sabio, para que se
haga cargo del país.
Gén 41:34 Haga Su Majestad lo
siguiente: nombre Su Majestad gobernadores que vayan por todo el país y recojan
la quinta parte de todas las cosechas de Egipto, durante los siete años de
abundancia.
Gén 41:35 Que junten todo el
trigo de los buenos años que vienen; que lo pongan en un lugar bajo el control
de Su Majestad, y que lo guarden en las ciudades para alimentar a la gente.
Gén 41:36 Así el trigo
quedará guardado para el país, para que la gente no muera de hambre durante los
siete años de escasez que habrá en Egipto.”
José
fue sacado de la cárcel donde se encontraba y llevado ante Faraón, para ser
interrogado por respuesta a los sueños de Faraón.
JOSE ERA SIERVO
José
era un hombre que siempre estaba listo para servir donde fuera, primero había
pasado 11 años como esclavo y luego 2 años en la cárcel, siempre tenía una
correcta relación con Dos; había pasado por muchas pruebas que solo lo habían
llevado a serle fiel a Dios y servirle .
Gén 41:15 Y el rey le dijo:
—Tuve
un sueño, y nadie puede decirme lo que significa. Pero me han dicho que en
cuanto oyes un sueño, sabes su significado.
Gén 41:16 José le respondió:
—Yo
no tengo ese poder, pero Dios sí lo tiene, y le dará a usted la respuesta esperada.
Si queremos llegar a grandes cosas debemos aprender primero a servir y a honrar a Dios en todo. Un siervo sabe servir, es fiel, no es orgulloso y reconoce que es Dios quien hace todas las cosas.
José
le dio todo el mérito a Dios con respecto a los sueños del Faraón y a su interpretación, él no se llevó la gloria, solo decía lo que Dios
estaba diciendo que se hiciera. Esta fue la mejor oportunidad que Dios había
preparado para exaltar a José y ponerlo en
puesto de Gobierno.
Gén 41:16 —No soy yo quien
puede hacerlo —respondió José—, sino que es Dios quien le dará al faraón una
respuesta favorable.
ESCUCHABA LOS PLANES DE DIOS
Después
de interpretar el sueño de Faraón, José ofreció al rey un plan de supervivencia
para los siguientes catorce años. La única manera de prevenir el hambruna era a
través de un plan cuidadoso; sin un plan para combatir el hambre, Egipto hubiera
dejado de ser poderosa o se hubiera arruinado. A muchos les aburren o se les
hacen innecesarios los planes detallados. Pero los creyentes deben reconocer
que planear es una responsabilidad, no una opción. José pudo salvar una nación
al traducir el plan que Dios tenía para Egipto en acciones prácticas
TENÍA EL ESPIRITU DE DIOS
Faraón reconoció que
José era un hombre que poseía el espíritu de Dios. Usted probablemente no
tendrá la oportunidad de interpretar sueños para un rey, pero los que lo
conocen deben poder ver a Dios en usted, a través de sus acciones, palabras, actos de
misericordia y consejos sabios.
Sus
parientes, vecinos y compañeros de trabajo ¿lo ven a usted como una persona en
la que habita el Espíritu de Dios?
El espíritu de Dios se
debe reflejar en.
Nuestra forma de
pensar, de hablar y en nuestras acciones.
Gén 41:37 El asunto pareció
bien a Faraón y a sus siervos,
Gén 41:38 y dijo Faraón a sus
siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu
de Dios?
Gén 41:39 Y dijo Faraón a
José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como
tú.
Gén 41:41 Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he
puesto sobre toda la tierra de Egipto.
Gén 41:42 Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y
lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso
un collar de oro en su cuello;
Gén 41:43 y lo hizo subir en su segundo carro, y
pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra
de Egipto.
Gén 41:44 Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti
ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.
Gén 41:45 Y llamó Faraón el nombre de José,
Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y
salió José por toda la tierra de Egipto.
Zafnat-paea "preservador del
mundo", "mantenedor de vida" o "el que revela secretos.
El
faraón entrega a José su anillo personal, lo cual concede autoridad legal para
promulgar decretos y establecer las políticas necesarias a la situación. El
vestido y las joyas dan a conocer su nueva condición de realeza y autoridad
imperial, las cuales permitirán una esfera de acción sin impedimentos
José tenía 30 años de
edad cuando Faraón lo pone como segundo al mando en Egipto.
Gén 41:46 Era José de edad de
treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió
José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto.
Gén 41:47 En aquellos siete
años de abundancia la tierra produjo a montones.
Gén 41:48 Y él reunió todo el
alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y
guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo
de sus alrededores.
Gén 41:49 Recogió José trigo
como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía
número.
Dios tenía un plan para
asegurarse de que hubiera suficiente alimento para todos cuando llegaran los años
de hambre, pero este plan tendría que ejecutarse en manos de alguien que supiera administrar el dinero
sabiamente.
Dios no podía escoger a
alguien que no le permitirá ser el primero en sus decisiones y que fuera un mal
administrador.
Dios no podía escoger a
alguien que tuviera un deseo por
malgastar lo que le llegaba, alguien que no supiera como ahorrar y administrar las riquezas.
Dios nos prueba en la
prosperidad para saber cómo administraremos en la sobreabundancia.
QUE VAMOS A HACER CON LA RIQUEZAS?
Así como Dios
prueba nuestro carácter con el poder,
Dios también nos prueba con el dinero.
Cuando recibes dinero
extra, dinero que sobra; tenemos la
capacidad de decirle a Dios que vamos administrar ese dinero de la mejor manera
posible.
¿QUÉ HIZO CON EL DINERO EXTRA? Lo ahorró, lo gasto, pago las deudas o lo multiplico?
Todos los días le
pedimos a Dios que nos de dinero extra, pero cuando este llega somos fieles en
hacer lo que Dios quiere que hagamos?
Dios permite que llegue dinero extra, sea poco o
sea mucho, con el fin de pasarnos por la prueba de la prosperidad. QUE ESTAMOS HACIENDO?
José
fue un hombre sabio, él no se preocupaba por el dinero, por eso el dinero no lo manejaba a él, él
manejaba el dinero.
Su
corazón no estaba puesto en las
riquezas, su corazón estaba en Amar y honrar a Dios, sabía que todo lo que tenía
le pertenecía a Dios, incluso llego a honrar a Dios con el nombre que le puso a
sus hijos, que nacieron en tiempo de
abundancia.
Manases
significa olvidar y Efraín fructífero y lo primero que José dice es
Dios me ha hecho, reconociendo que todo
proviene de Dios.
Manases porque dijo: Dios me ha hecho olvidar todo
mi trabajo y toda la casa de mi padre.
Efraín porque: Dios me ha hecho fecundo en la
tierra de mi aflicción.
Gén 41:50 Y nacieron a José
dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz
Asenat, hija de Potifera sacerdote de On.
Gén 41:51 Y llamó José el
nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi
trabajo, y toda la casa de mi padre.
Gén 41:52 Y llamó el nombre
del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi
aflicción.
Gén 41:53 Así se cumplieron
los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto.
Gén 41:54 Y comenzaron a
venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos
los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan.
Gén 41:55 Cuando se sintió el
hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo
Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere.
José tenía
bien claro que él era un siervo que había sido puesto como gobernador, lleno de
sabiduría para administrar las riquezas de Egipto.
El cargo no era para grandeza personal, sino de servicio y
su propósito fue para preservación de
vida.
Cuando llegamos a entender que las riquezas no son para nuestros placeres, sino para el servicio de de Dios en esta tierra, seremos personas bendecidas hasta el final de nuestros días.
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