SERVIR A DIOS DE CORAZON
2 de
crónicas 31:20 De esta manera hizo Ezequías en todo Judá: y ejecutó lo bueno,
recto, y verdadero, delante de Jehová su Dios.
31:21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo
con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue
prosperado.
El rey
Ezequías fue un hombre que agrado a Dios con todo lo que hacía, especialmente
en el servicio en la casa de Dios.
Ezequías servía
al señor con todo su corazón, amaba tanto a Dios que restableció el culto a Dios
en el templo; era un hombre que conocía la ley de Dios y la respetaba. También fue un hombre que se preocupó por levantar muros e interceder por el pueblo de
Dios, evitando que Senaquerib invadiera a Jerusalén.
2 de
crónicas 32:19 Y hablaron contra el Dios de Jerusalén , como contra los dioses
de los pueblos de la tierra, que son obra de manos de hombres.
32:20 Mas el rey Ezequías, y el profeta Isaías hijo de Amoz, oraron por esto, y
clamaron al cielo.
32:21 Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y
a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió por
tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo
mataron a espada sus propios hijos.
32:22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos
de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo de todos
lados.
Un
corazón que agrada a Dios es aquel que le sirve al señor a pesar de las dificultades que esté viviendo, es un
corazón que piensa en servir a los demás especialmente al pueblo de Dios.
Dios
había escogido a Ezequías como rey, un hombre que hacia las cosas con amor, con
un corazón sincero, un hombre dedicado al servicio del señor, y a trabajar por defender
el pueblo de Dios con mucho ánimo.
2 de
Cronicas 32:5 Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros
caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera: fortificó además a Milo
en la ciudad de David, e hizo también muchas espadas y escudos.
32:6 Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza
de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo:
32:7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de
toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.
32:8 Con él es el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios
para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las
palabras de Ezequías rey de Judá.
Dios
te ha llamado para que tú seas un rey decidido a trabajar de todo corazón en lo que él te ha puesto, a
esforzarte y animar a tu familia, tu empresa, tú iglesia, a poner a Dios siempre en primer lugar, siguiendo su palabra, así como lo hizo Ezequías cumpliendo la ley de
Dios.
Si
queremos ser bendecidos en lo que Dios nos ha colocado tenemos que trabajar de
todo corazón, con amor.
El
éxito en nuestra vida depende de nuestro esfuerzo y del amor que le colocamos a
lo que hacemos cada día.
Si
queremos ver un hogar bendecido debemos amar con todo nuestro corazón, cada cosa
que hagamos debe ser conforme a la palabra de Dios.
Si
queremos bendición, tenemos que ser esforzados, no tenerle temor al enemigo y trabajar
sin ver los obstáculos.
Lo que
haces no lo veas como una carga, véalo como la mejor oportunidad que Dios te ha
dado; para hacer algo grande por los que
te rodean y ver el Dios poderoso que gobierna tu vida.
Tenemos
que poner toda nuestra confianza en Dios, hacer lo que nos corresponde a
nosotros y esperar que el obre de una manera sobrenatural en aquellas cosas que
parecen imposibles de alcanzar.
2Cr 32:13 »¿Acaso no se han
enterado de lo que yo y mis antepasados hemos hecho con todas las naciones?
¡Ningún dios ha podido detenernos!
2Cr 32:14 (14-15) ¿Qué les hace pensar que su Dios sí podrá
hacerlo? Si ninguno de esos dioses pudo librar a su pueblo de mi poder, ¡mucho
menos podrá hacerlo el Dios de ustedes! ¡No se dejen engañar por Ezequías!»
2Cr 32:16 Estos y muchos
insultos más lanzaron los mensajeros del rey de Asiria contra Dios y contra su
servidor Ezequías.
2Cr 32:17 (17-18) Los insultaban a gritos y en el idioma de
Judá, para meterles miedo a los que estaban en la muralla de Jerusalén.
Pensaban que así sería más fácil conquistar la ciudad.
Además, Senaquerib
escribió cartas en las que también insultaba al Dios de Israel. En ellas decía:
«Si los dioses de las demás naciones no pudieron librarlas de mi poder, mucho
menos podrá el Dios de Ezequías librar a su pueblo».
2Cr 32:19 Senaquerib y sus
mensajeros pensaban que Dios era como los dioses de las naciones de la tierra,
que son fabricados por los hombres.
2Cr 32:20 Ante esta
situación, el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amós, clamaron a Dios y
le pidieron ayuda.
2Cr 32:21 En respuesta, Dios
envió un ángel que mató a los valientes soldados y jefes del ejército del rey
de Asiria. A Senaquerib no le quedó más remedio que regresar a su país lleno de
vergüenza. Y cuando entró al templo de su dios, sus propios hijos lo mataron.
En los momentos difíciles debemos buscar a Dios pidiendo su ayuda y protección porque El siempre nos escucha y esta atento a las oraciones de sus Hijos.
Cuando servimos a Dios de corazón y ponemos nuestra confianza y dependencia en El, siempre saldremos victoriosos porque el pelea nuestras batallas y nunca nos abandona.
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