EL SIERVO MALVADO QUE NO QUISO PERDONAR
Mat 18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor,
¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Mat 18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino
aun hasta setenta veces siete.
Mat 18:23 Por lo cual el reino de los cielos es
semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
Mat 18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue
presentado uno que le debía diez mil talentos.
Mat 18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor
venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la
deuda.
Mat 18:26 Entonces aquel siervo, postrado, le
suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Mat 18:27 El señor de aquel siervo, movido a
misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
Mat 18:28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de
sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo:
Págame lo que me debes.
Mat 18:29 Entonces su consiervo, postrándose a sus
pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Mat 18:30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la
cárcel, hasta que pagase la deuda.
Mat 18:31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se
entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había
pasado.
Mat 18:32 Entonces, llamándole su señor, le dijo:
Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
Mat 18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de
tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
Mat 18:34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los
verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
Mat 18:35 Así también mi Padre celestial hará con
vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
El
señor estaba enseñando a sus discípulos a reconciliarse con aquellos que les
ofendían.
Pedro
le hace una pregunta, cuantas veces perdonare al que me ofende. El señor le
dice que hasta 70 veces 7, es decir siempre, todas las veces que nos
ofenden.
Mat 6:12 Perdónanos el mal que hemos hecho,[n]
así como
nosotros hemos perdonado
a los que
nos han hecho mal.
La falta
de perdón produce ataduras que llevan a una persona a la esclavitud y
desgracia.
Por
medio de esta parábola el señor nos enseña a perdonar como Dios nos perdona a
nosotros la cantidad de pecados que cometemos.
Este
siervo tenía una deuda con el rey que no podía pagar, la deuda era de 10.000 talentos, equivalen a
60. 000.000 denarios.
El
siervo le suplicaba al rey que tuviera misericordia y le perdonara la deuda; el
rey tuvo compasión y le perdono.
La
deuda era muy alta, pues un talento
equivalía aproximadamente a 37,5kg de oro, o plata; diez mil talentos serian
375.000 kg.
Este
siervo no podía pagar esta suma, por lo tanto el rey ordeno venderlo como
esclavo junto con su familia y todo lo
que tenía, para que le pagase la deuda.
Este
siervo rogaba al rey para que le esperara un poco de tiempo, El rey movido a
misericordia le perdono toda la deuda.
Mat 18:25 Como el empleado no tenía dinero para pagar,
el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa y sus hijos, y
que vendieran también todo lo que tenía. Así, con el dinero de esa venta, la
deuda quedaría pagada.
Mat 18:26 »Pero el empleado se arrodilló delante del
rey y le suplicó: “Señor, déme usted un poco más de tiempo y le pagaré todo lo
que le debo.”
Mat 18:27 »El rey sintió compasión de su empleado y le
dijo: “Vete tranquilo; te perdono todo lo que me debes.”
Perdonar
es cancelar una deuda, sin importar lo mucho que se nos haya ofendido.
Así como Cristo pago nuestra deuda de pecado, que era imposible de pagar, nosotros
también debemos perdonar.
Col 2:13
Ustedes, en otro tiempo, estaban muertos
espiritualmente a causa de sus pecados y por no haberse despojado de su
naturaleza pecadora;[ñ] pero ahora
Dios les ha dado vida juntamente con Cristo,[o]
en quien nos ha perdonado todos los pecados.
Col 2:14 Dios
anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba;[p] lo eliminó clavándolo en la cruz.[q]
Efe 4:32 Por el contrario, sean buenos y compasivos
los unos con los otros, y perdónense, así como Dios los perdonó a ustedes por
medio de Cristo.
Las
ofensas que podemos tener entre nosotros, comparada con nuestra ofensa ante
Dios es
tal vez insignificante; porque alguien hablo mal de nosotros, o nos trató
mal, no se compara con nuestra deuda de
pecados y transgresiones.
Podemos decir
que nos han hecho mucho daño y hemos pasado sufrimiento y por tal motivo no podemos perdonar.
Estos
sufrimientos no se comparan con lo que tuvo que pasar el señor Jesús en la
cruz, quien dio su sangre por perdonarnos tal deuda de pecado, cuanto más
nosotros no debemos perdonar al que nos ha ofendido.
Muchos son
como ese siervo malvado a quien Dios le perdonó la deuda, pero no quiso
perdonar la deuda pequeña que tenía con su consiervo.
El
consiervo solo le debía 100 denarios, un denario era equivalente al pago de un
jornal.
Una
persona que no puede perdonar es porque ha olvidado cuan grande fue la deuda que se le perdono.
Mat 18:28 »Al salir del palacio del rey, ese empleado
se encontró con un compañero que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por
el cuello y le dijo: “¡Págame ahora mismo lo que me debes!”
Mat 18:29 »El compañero se arrodilló delante de él y le
suplicó: “Dame un poco más de tiempo y te lo pagaré todo.”
Mat 18:30 »Pero aquel empleado no quiso darle tiempo, y
mandó que metieran a su compañero en la cárcel, hasta que pagara el dinero que
le debía.
Dios nos
ha perdonado, nos ha dado salvación, nos libró de la muerte eterna y la
esclavitud del pecado, sin ninguna condición;
Dios nos perdonó y nos hizo libres de nuestra deuda.
Como este
siervo malvado no quiso perdonar fue entregado
a los verdugos y castigado hasta que pagara todo lo que debía.
El siervo
malvado tenía que pagar toda la deuda, el rey no le perdono nada; si no
perdonamos Dios tampoco nos perdonará.
Mat 18:24 »Cuando comenzó a sacar cuentas, le llevaron
un empleado que le debía sesenta millones de monedas de plata.
Mat 18:31 »Los otros compañeros, al ver lo que había pasado,
se molestaron mucho y fueron a contárselo al rey.
Mat 18:32 »Entonces el rey mandó llamar a aquel
empleado y le dijo: “¡Qué malvado eres! Te perdoné todo lo que me debías,
porque me lo suplicaste.
Mat 18:33 ¿Por qué no tuviste compasión de tu
compañero, así como yo la tuve de ti?”
Mat 18:34 »El rey se puso furioso, y ordenó que
castigaran a ese empleado hasta que pagara todo lo que le debía.
Mat 18:35 Jesús terminó diciendo: «Lo mismo hará Dios
mi Padre con cada uno de ustedes, si no perdonan sinceramente a su hermano.»
Como es
demasiado lo que le debe al rey, lo más seguro es que no pueda pagarle y pase el resto de su vida en manos de los
verdugos siendo castigado.
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