domingo, 23 de febrero de 2025

EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LA HUMANIDAD

 

EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LA HUMANIDAD

                                                          


¿CÓMO OBTENER LA SALVACIÓN? es la mayor pregunta de una persona que comienza a tener una nueva dirección en su vida espiritual.

Este interrogante comienza cuando el hombre o la mujer se dan cuenta por primera vez de la necesidad de Dios en su corazón.

Es  esa íntima y dulce comunión que el Padre espera obtener con el hombre —la corona de su creación—, que se perdió cuando Adán y Eva desobedecieron el mandamiento de Dios en el jardín del Edén.

Cuando Adán y Eva pecaron, perdieron su derecho a comer del árbol de la vida, el cual les habría permitido vivir para siempre. Fueron expulsados del jardín y de esa forma,  negaron la perfecta relación que Dios deseaba tener con ellos.

Su estado pecaminoso los hizo inapropiados para estar en la presencia de Dios. Lejos de ser un evento menor, esta Caída y expulsión del hombre fue un punto cataclismo en la historia, que colocó a la humanidad en un descenso que continúa hasta la fecha.

El hombre sin Dios hace sus propios planes, sigue sus propios consejos y vive bajo sus propias reglas. Sin embargo, debido a que el hombre fue creado para la comunión con Dios, persiste una insatisfacción y la desesperanza dentro del hombre que solamente puede ser satisfecha por Dios mismo. Dado que el hombre está ahora en una decadencia continua y sin esperanza. Existe la necesidad de que Dios y el hombre se reconcilien y que la comunión pueda ser restaurada.

 EL EVANGELIO DE LA SALVACIÓN.

El evangelio son las buenas nuevas de Jesucristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados  2 de Corintios 5.19. Dios, conocedor de que el hombre  caería, le proveyó de un medio de reconciliación.

El sabia que no había nada que un hombre pudiera hacer para lograr que la humanidad fuera aceptable delante de Dios. 

LA PALABRA SALVACIÓN se refiere a una eterna liberación espiritual.

Cuando Pablo le dijo al carcelero de Filipos lo que debía hacer para ser salvo, él se estaba refiriendo al destino eterno del carcelero (Hechos 16:30-31). El señor Jesús iguala el ser salvo con la entrada al reino de Dios (Mateo 19:24-25).

Hch 16:30  y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo

Hch 16:31  Ellos dijeron: cree en el señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa.


¿DE QUÉ SOMOS SALVADOS? En la doctrina cristiana de la salvación, somos salvados de la “ira”; esto es, del juicio de Dios al pecado (Romanos 5:9;  1Tesalonicenses 5:9).

Nuestro pecado nos ha separado de Dios, y la consecuencia del pecado es la muerte (Romanos 6:23).

La salvación bíblica se refiere a nuestra liberación de las consecuencias del pecado, y por lo tanto, implica la remisión del pecado.

Rom 6:23  Porque la paga del pecado muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

 EL NUEVO NACIMIENTO ES POR LA PALABRA Y EL ESPÍRITU

El nuevo nacimiento es la obra del Espíritu Santo usando la Palabra de Dios.

Nadie puede nacer de nuevo sin escuchar y creer la Palabra de Dios, y nadie puede nacer de nuevo sin la obra del Espíritu Santo. Aquí hay unos versículos que presentan esto muy claro:

LA PALABRA

Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad.  (Santiago 1:18). (1 Pedro 1:23).

EL ESPÍRITU

Lo que es nacido de la carne, es; y lo que es nacido del Espíritu,

espíritu es (Juan 3:6).

Antes que una persona pueda nacer de nuevo, tiene que darse cuenta de que es un pecador.

EL ESPÍRITU SANTO USA la Palabra de Dios para enseñarnos que somos pecadores y que necesitamos un Salvador. Luego, el Espíritu Santo usa la misma Palabra para enseñarnos que el Señor Jesucristo es el Salvador que necesitamos.

 ¿CÓMO RECIBIMOS LA SALVACIÓN? Somos salvados por la fe. Primero, debemos oír el evangelio—las buenas nuevas sobre la muerte y resurrección de   Jesucristo (Efesios 1:13).

Después, debemos creer—confiando totalmente en el Señor Jesucristo (Romanos 1:16). Esto incluye el arrepentimiento, cambio de mentalidad acerca del pecado y de Cristo (Hechos 3:19) y el confesar el Nombre del Señor (Romanos 10:9-10)                              

. :

Rom 10:9  que si confesares con tu boca que Jesús es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

 Rom 10:10  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.


 Una definición de la doctrina cristiana de la salvación sería: “La eterna liberación   espiritual que Dios concede a aquellos que aceptan sus condiciones de arrepentimiento y fe en el Señor Jesús.”

 La salvación únicamente se obtiene a través de Jesucristo quien murió por nuestros pecados   (Juan 14:6; Hechos 4:12), y depende sólo de Dios para su provisión, garantía de vida eterna y  seguridad.

¿QUIÉN REALIZA LA SALVACIÓN? Sólo Dios puede quitar el pecado y liberarnos del pago del pecado (2 Timoteo 1:8,9; Tito 3: 4,5)

Tit 3:4  Más cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro salvador, y su amor para con los hombres,

Tit 3:5  nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

¿CÓMO SALVA DIOS? En la doctrina cristiana de la salvación, Dios nos ha rescatado a través de Cristo (Juan 3:17). Específicamente, fue la muerte de Jesús en la cruz y Su subsiguiente resurrección lo que logró nuestra salvación. (Romanos 5:10; Efesios 1:7).

Efe 1:7  En el cual tenemos redención por su sangre, remisión de pecados por las riquezas de su gracia,

La Escritura es clara, en que la salvación es el bondadoso e inmerecido regalo de Dios (Efesios 2:5, 8) que sólo está disponible a través de la fe en Jesucristo (Hechos 4:11,12).

EL NUEVO NACIMIENTO ES DE DIOS

Miremos una explicación más del nuevo nacimiento.

La Biblia dice que aquellos que reciben al Señor Jesús como Salvador son nacidos no  de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (Juan 1:13).

EL NUEVO NACIMIENTO NO ES "DE SANGRE". Esto quiere decir que no procede de padres humanos. Nadie nace en este mundo siendo ya cristiano. El tener padres cristianos es maravilloso, pero eso no te hace a ti un hijo de Dios. Cada uno de nosotros tiene que nacer en la familia de Dios individualmente.

EL NUEVO NACIMIENTO NO ES "DE VOLUNTAD DE CARNE". Esto quiere decir que nadie puede hacerse hijo de Dios por sus propios esfuerzos. La vida eterna no se puede ganar sino que tiene que ser recibida como un regalo gratuito de Dios.

EL NUEVO NACIMIENTO NO ES "DE VOLUNTAD DE VARÓN". Esto quiere decir que ningún pastor o sacerdote puede hacer de ti un hijo de Dios. Ninguna ordenanza, como la santa cena o el bautismo, puede hacer esto. El hacerse miembro de una iglesia no hace de ti un cristiano.

 NUESTRA PARTE EN EL NUEVO NACIMIENTO

¿Cuál es nuestra parte en el nuevo nacimiento? Nuestra parte es acercarnos al Señor Jesús como pecadores y recibirle como nuestro Salvador. La Biblia dice:

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).

Cuando verdaderamente creemos que Jesucristo murió por nuestros pecados y le recibimos como nuestro Salvador, hemos nacido de nuevo.

 ¿CUÁL ES LA PARTE QUE DIOS HACE EN EL NUEVO NACIMIENTO?

Dios hace muchas cosas maravillosas por nosotros cuando recibimos al Señor Jesús como nuestro Salvador. Aquí anotamos algunas de ellas:

DIOS NOS JUSTIFICA. Esto quiere decir que Él nos perdona todos nuestros pecados y nos declara justos en Cristo. (Romanos 3:24).

Rom 3:24  Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús.

DIOS NOS SACA de la familia de Adán y nos pone en la familia de Cristo. Ya no estamos en Adán, sino en Cristo.

DIOS NOS HACE SUS HIJOS. Dios hace por nosotros algo que no hace por ninguna otra criatura. Él nos convierte en Sus propios hijos.

1Juan 3:1  ¡Mirad cuán gran (a) Amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados (b) hijos de Dios! Por esto el (c)  mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

 DIOS NOS DA UN ESPÍRITU NUEVO, y nos da Su Espíritu para que more en nuestro espíritu nuevo. Esto se llama la regeneración. (Ezequiel 36:26-27).

Necesitamos aclarar una cosa: nuestra naturaleza vieja no es quitada cuando nacemos de nuevo. Dios no nos quita la vieja naturaleza pecaminosa, sino que Él nos da Su naturaleza (vida) para vencerla.

Nuestra naturaleza vieja no será quitada hasta que Jesús venga por nosotros, pero, con el Espíritu Santo morando en nosotros, podemos vencer los deseos pecaminosos de esa naturaleza vieja.

DIOS NOS DA VIDA ETERNA. Nunca estaremos separados de Dios.

1 Juan 5:11-12

1Jn 5:11  Y éste es el testimonio: Que Dios nos ha dado  vida , eterna y esta (b) vida está en su Hijo.

Dios hace otras muchas cosas maravillosas por nosotros cuando nacemos de nuevo. Nos coloca en Cristo. Nos une a Su Hijo. Nos libra del reino de las tinieblas y del poder del pecado. Hace posible que seamos victoriosos sobre el mundo, la carne y el diablo.

¿CÓMO PODEMOS SABER QUE HEMOS NACIDO DE NUEVO?

Cada uno de nosotros debe saber con seguridad si en verdad ha nacido de nuevo, y Dios nos ha dado algunas formas definitivas por las cuales podemos saberlo. He aquí tres de ellas:

EL TESTIMONIO DEL ESPÍRITU.

Cuando nacemos de nuevo, el Espíritu de Dios viene a morar con nosotros, y Él da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.

Esto no es algo que podamos explicar o probar a otra persona, pero nosotros sabemos que es la verdad. La Biblia dice: (Romanos 8:16).

Rom 8:16  Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos (a) hijos de Dios.

 LA PALABRA DE DIOS.

Cuando nacemos de nuevo, el Espíritu de Dios hace que la Palabra de Dios sea una realidad en nuestro corazón y sabremos mediante la Palabra de Dios que somos salvos.

1Juan 5:13  Estas cosas os he (a) escrito a vosotros que creísteis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis (b)  vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

 NUESTRAS ACCIONES.

Cuando de verdad hemos nacido de nuevo, nuestra manera de vivir cambiará. Desearemos obedecer a Dios y a Su Hijo, Jesucristo. Empezaremos a amar las cosas que son correctas y a odiar las cosas que son malas. Tendremos amor en nuestro corazón por nuestros hermanos y los que no conocen a cristo. (1 Juan 3:14).

¿ESTAS SEGURO QUE ERES SALVO?

Amigo mío: Te voy a hacer la pregunta más importante de tu vida.

El gozo o la tristeza que experimentes en la eternidad dependen de tu respuesta.

La pregunta es: ¿Estás salvado?

La pregunta no es cuán bueno eres, o si perteneces a alguna iglesia, sino ¿estás salvado? ¿Estás seguro que irás al cielo cuando mueras?

Dios dice que para ir al cielo, tienes que nacer de nuevo.

En Juan 3:7, Jesús le dijo a Nicodemo, “Os es necesario nacer de nuevo”. Dios nos revela en la Biblia el plan de cómo nacer de nuevo, o cómo ser salvo. Su plan es muy sencillo y tú puedes salvarte el día de hoy. ¿Cómo?

En primer lugar, amigo mío, debes reconocer que eres pecador.

“Por cuanto todos pecaron , y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Por cuanto eres pecador, estás condenado a la separación eterna de Dios. “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6.23). Esta muerte incluye una separación eterna de Dios en el infierno.

Hebreos 9:27  Y de la manera que está determinado para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,

 Heb 9:28  así también Cristo fue (a) ofrecido una sola vez para (b) llevar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, (c) aparecerá para salvar a los que le esperan.

 ¿ESTÁS LISTO PARA RECIBIR EL REGALO DE DIOS; SU HIJO JESUCRISTO?

Si es así, cree en Cristo, arrepiéntete de tus pecados y entrega el resto de tu vida a él como tu Señor y salvador:

ORACIÓN.

“Padre, sé que he quebrantado tus leyes y que mis pecados me han separado de ti. Estoy sinceramente arrepentido y ahora quiero apartarme de mi pasado pecaminoso y dirigirme hacia ti. Por favor, perdóname y ayúdame a no pecar de nuevo. Creo que tu hijo Jesucristo murió por mis pecados, resucitó de la muerte, está vivo y escucha hoy mi oración. Invito a Jesús a que se convierta en el Señor de mi vida, a que gobierne y reine en mi corazón de este día en adelante. Por favor, envía tu Espíritu Santo para que me ayude a obedecerte y a hacer tu voluntad por el resto de mi vida. En el nombre de Jesús oro, amén.”      

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario