EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LA HUMANIDAD
¿CÓMO OBTENER LA SALVACIÓN? es la mayor
pregunta de una persona que comienza a tener una nueva dirección en su vida
espiritual.
Es esa íntima y dulce comunión que el
Padre espera obtener con el hombre —la corona de su creación—, que se perdió
cuando Adán y Eva desobedecieron el mandamiento de Dios en el jardín del Edén.
Cuando Adán y Eva pecaron, perdieron
su derecho a comer del árbol de la vida, el cual les habría permitido vivir
para siempre. Fueron expulsados del jardín y de esa forma, negaron la
perfecta relación que Dios deseaba tener con ellos.
Su estado pecaminoso los hizo
inapropiados para estar en la presencia de Dios. Lejos de ser un evento menor,
esta Caída y expulsión del hombre fue un punto cataclismo en la historia, que
colocó a la humanidad en un descenso que continúa hasta la fecha.
El hombre sin Dios hace sus propios planes, sigue sus propios consejos y vive
bajo sus propias reglas. Sin embargo, debido a que el hombre fue creado para la
comunión con Dios, persiste una insatisfacción y la desesperanza dentro del
hombre que solamente puede ser satisfecha por Dios mismo. Dado que el hombre
está ahora en una decadencia continua y sin esperanza. Existe la necesidad de
que Dios y el hombre se reconcilien y que la comunión pueda ser restaurada.
El
evangelio son las buenas nuevas de Jesucristo, Dios estaba reconciliando al
mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados 2 de Corintios 5.19. Dios,
conocedor de que el hombre caería, le
proveyó de un medio de reconciliación.
El
sabia que no había nada que un hombre pudiera hacer para lograr que la
humanidad fuera aceptable delante de Dios.
LA PALABRA SALVACIÓN se refiere a una
eterna liberación espiritual.
Cuando Pablo le dijo al carcelero de Filipos lo que debía hacer
para ser salvo, él se estaba refiriendo al destino eterno del carcelero (Hechos 16:30-31). El señor Jesús
iguala el ser salvo con la entrada al reino de Dios (Mateo 19:24-25).
Hch 16:30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo
Hch 16:31 Ellos dijeron: cree en el señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa.
¿DE QUÉ SOMOS SALVADOS? En la doctrina cristiana de la salvación, somos salvados de la
“ira”; esto es, del juicio de Dios al pecado (Romanos 5:9; 1Tesalonicenses 5:9).
Nuestro pecado nos ha separado de Dios, y la consecuencia del
pecado es la muerte (Romanos 6:23).
La salvación bíblica se refiere a nuestra liberación de las
consecuencias del pecado, y por lo tanto, implica la remisión del pecado.
Rom 6:23 Porque la paga del pecado muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
El nuevo nacimiento es la obra del Espíritu Santo usando la Palabra de Dios.
Nadie puede nacer de nuevo sin escuchar y creer
la Palabra de Dios, y nadie puede nacer de nuevo sin la obra del Espíritu
Santo. Aquí hay unos versículos que presentan esto muy claro:
LA PALABRA
Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad. (Santiago 1:18). (1 Pedro 1:23).
EL ESPÍRITU
Lo que es nacido de la
carne, es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es (Juan 3:6).
Antes que una persona pueda nacer de nuevo,
tiene que darse cuenta de que es un pecador.
Después,
debemos creer—confiando totalmente en el Señor Jesucristo (Romanos 1:16). Esto incluye el
arrepentimiento, cambio de mentalidad acerca del pecado y de Cristo (Hechos 3:19) y el confesar el Nombre del
Señor (Romanos 10:9-10)
Rom
10:9 que si confesares con tu
boca que Jesús es el señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo.
Una definición de la doctrina cristiana
de la salvación sería: “La eterna liberación
espiritual que Dios concede a aquellos que aceptan sus condiciones de
arrepentimiento y fe en el Señor Jesús.”
La salvación únicamente se obtiene a través de
Jesucristo quien murió por nuestros pecados
(Juan 14:6; Hechos 4:12), y depende sólo de Dios para
su provisión, garantía de vida eterna y seguridad.
¿QUIÉN
REALIZA LA SALVACIÓN?
Sólo Dios puede quitar el pecado y liberarnos del pago del pecado (2 Timoteo 1:8,9; Tito 3: 4,5)
Tit
3:4 Más cuando se manifestó la bondad
de Dios nuestro salvador, y su amor para con los hombres,
Tit 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
¿CÓMO
SALVA DIOS? En la
doctrina cristiana de la salvación, Dios nos ha rescatado a través de Cristo (Juan 3:17). Específicamente, fue la muerte
de Jesús en la cruz y Su subsiguiente resurrección lo que logró nuestra
salvación. (Romanos 5:10; Efesios 1:7).
Efe
1:7 En el cual tenemos redención por su
sangre, remisión de pecados por las riquezas de su gracia,
La Escritura es clara, en que la salvación es el bondadoso e inmerecido regalo de Dios (Efesios 2:5, 8) que sólo está disponible a través de la fe en Jesucristo (Hechos 4:11,12).
EL NUEVO NACIMIENTO ES DE DIOS
Miremos una explicación
más del nuevo nacimiento.
La Biblia dice que
aquellos que reciben al Señor Jesús como Salvador son nacidos no de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios (Juan 1:13).
EL NUEVO NACIMIENTO NO ES "DE SANGRE". Esto quiere decir que no procede de padres humanos. Nadie nace en este mundo siendo ya cristiano. El tener padres cristianos es maravilloso, pero eso no te hace a ti un hijo de Dios. Cada uno de nosotros tiene que nacer en la familia de Dios individualmente.
NUESTRA PARTE EN EL NUEVO NACIMIENTO
¿Cuál es nuestra parte en el
nuevo nacimiento? Nuestra parte es acercarnos al Señor Jesús como
pecadores y recibirle como nuestro Salvador. La Biblia dice:
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).
Cuando verdaderamente creemos que Jesucristo
murió por nuestros pecados y le recibimos como nuestro Salvador, hemos nacido
de nuevo.
¿CUÁL ES LA PARTE QUE DIOS HACE EN EL NUEVO NACIMIENTO?
Dios hace muchas cosas maravillosas por
nosotros cuando recibimos al Señor Jesús como nuestro Salvador. Aquí anotamos
algunas de ellas:
Rom
3:24 Siendo justificados gratuitamente por
su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús.
DIOS NOS SACA de la familia de Adán y nos pone en la familia de Cristo. Ya no estamos en Adán, sino en Cristo.
DIOS NOS HACE SUS HIJOS. Dios hace por nosotros algo que no hace por ninguna otra criatura. Él nos convierte en Sus propios hijos.
1Juan
3:1 ¡Mirad cuán gran (a) Amor nos ha dado el Padre para que
seamos llamados (b) hijos de
Dios! Por esto el (c) mundo no
nos conoce, porque no le conoció a él.
Necesitamos aclarar una cosa: nuestra
naturaleza vieja no es quitada cuando nacemos de nuevo. Dios no nos quita la
vieja naturaleza pecaminosa, sino que Él nos da Su naturaleza (vida) para
vencerla.
Nuestra naturaleza vieja no será quitada hasta
que Jesús venga por nosotros, pero, con el Espíritu Santo morando en nosotros,
podemos vencer los deseos pecaminosos de esa naturaleza vieja.
1 Juan 5:11-12
1Jn
5:11 Y éste es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida , eterna y esta (b) vida está en su Hijo.
Dios hace otras muchas cosas maravillosas por
nosotros cuando nacemos de nuevo. Nos coloca en Cristo. Nos une a Su Hijo. Nos
libra del reino de las tinieblas y del poder del pecado. Hace posible que
seamos victoriosos sobre el mundo, la carne y el diablo.
¿CÓMO
PODEMOS SABER QUE HEMOS NACIDO DE NUEVO?
Cada uno de nosotros debe saber con seguridad
si en verdad ha nacido de nuevo, y Dios nos ha dado algunas formas definitivas
por las cuales podemos saberlo. He aquí tres de ellas:
Cuando nacemos de nuevo, el Espíritu de Dios
viene a morar con nosotros, y Él da testimonio a nuestro espíritu de que somos
hijos de Dios.
Esto no es algo que podamos explicar o probar a
otra persona, pero nosotros sabemos que es la verdad. La Biblia dice: (Romanos 8:16).
Rom
8:16 Porque el Espíritu mismo da testimonio a
nuestro espíritu de que somos (a) hijos
de Dios.
LA PALABRA DE DIOS.
Cuando nacemos de nuevo, el Espíritu de Dios
hace que la Palabra de Dios sea una realidad en nuestro corazón y sabremos
mediante la Palabra de Dios que somos salvos.
1Juan
5:13 Estas cosas os he (a) escrito a vosotros que creísteis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis (b) vida eterna y para que creáis en el nombre
del Hijo de Dios.
Cuando de verdad hemos nacido de nuevo, nuestra
manera de vivir cambiará. Desearemos obedecer a Dios y a Su Hijo, Jesucristo.
Empezaremos a amar las cosas que son correctas y a odiar las cosas que son
malas. Tendremos amor en nuestro corazón por nuestros hermanos y los que no
conocen a cristo. (1 Juan 3:14).
¿ESTAS SEGURO QUE ERES SALVO?
Amigo mío:
Te voy a hacer la pregunta más importante de tu vida.
El gozo o la tristeza que
experimentes en la eternidad dependen de tu respuesta.
La pregunta es: ¿Estás salvado?
La pregunta no es cuán bueno eres, o
si perteneces a alguna iglesia, sino ¿estás salvado? ¿Estás seguro que irás al
cielo cuando mueras?
Dios dice que para ir al cielo,
tienes que nacer de nuevo.
En Juan
3:7, Jesús le dijo a Nicodemo, “Os es
necesario nacer de nuevo”. Dios nos revela en la Biblia el plan de cómo
nacer de nuevo, o cómo ser salvo. Su plan es muy sencillo y tú puedes salvarte
el día de hoy. ¿Cómo?
En primer lugar, amigo mío, debes
reconocer que eres pecador.
“Por cuanto todos pecaron , y
están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
Por cuanto eres pecador, estás
condenado a la separación eterna de Dios. “Porque la
paga del pecado es muerte” (Romanos 6.23). Esta muerte incluye una
separación eterna de Dios en el infierno.
Hebreos
9:27 Y
de la manera que está determinado para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio,
Si es así, cree en Cristo, arrepiéntete de tus pecados y entrega
el resto de tu vida a él como tu Señor y salvador:
ORACIÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario