sábado, 17 de octubre de 2020

ESTAR AFANADO ES DESCONFIAR DE DIOS

 

ESTAR AFANADO  ES DESCONFIAR DE DIOS






Mat 6:24  Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Mat 6:25  Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mat 6:26  Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Mat 6:27  ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?

Mat 6:28  Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;

Mat 6:29  pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

Mat 6:30  Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

Mat 6:31  No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

Mat 6:32  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

Mat 6:33  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mat 6:34  Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

 

 El  afana y  la  ansiedad  es la enfermedad más común en  estos  días. Todo  el mundo  corre  de  acá  para allá afanados, buscando la  cosas  de  este  mundo,  como  si  fuéramos  eternos aquí  en  la  tierra.


El  afán  es  la  preocupación  excesiva  por  algo  que no podemos cambiar, pero que siempre tendrá solución cuando  hemos  confiado  en  Dios.

El  señor  Jesús  le  dijo  a  su  apóstoles  que  confiaran plenamente  en él, el  que  sigue  a  Jesús tiene  la  protección  y  el  cuidado  del  padre.

EL señor  Jesús manda  a los  discípulos  a  no  estar  afanosos o  caer  en  ansiedad,  si  somos  verdadero  hijos  de Dios no  tenemos  porqué  preocuparnos por las necesidades de  la  vida.

El  que vive  afanado  es  porque no  conoce  a  Dios,  y vive  según  el  mundo.

Flp 4:6  No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos.

Flp 4:7  Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.

 

Mat 6:31  »Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner.

Mat 6:32  Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.

 Mat 6:33  »Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.

Mat 6:34  Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día. 


SI LAS  AVES  NO  TIENE QUE  PREOCUPARSE  por  las  plumas o  la  comida  y  las  flores  no  se  preocupan  por  sus pétalos,  de  la  misma  manera  los  siervos  de  Dios  no  tienen  por qué  estar  preocupados  por  lo  que  van   a   comer  o  beber.

Mat 6:25  »No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo solo para que lo vistan.

 

Mat 6:26  »Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!

 

Mat 6:27  »¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más?

Mat 6:28  Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos.

Mat 6:29  Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.

 

Mat 6:30  »Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!

 

Si  Dios  nos  ha  dado  el  mayor  de  los  dones,  la  salvación,  también  nos  proporcionará  lo  necesario  para  vivir  cada  día.

Rom 8:32  El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Por  mucho  que  nos  afanemos  no  podemos  cambiar  nada ,  ni siquiera  nuestra estatura  o  alargar nuestros  años  en  esta  tierra.

Mat 6:27  ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?

Lo  mejor  que  el  creyente  puede  hacer  es  poner  su  vida  en  las  manos  de  Dios; Nuestro  tiempo,  nuestra  vida,  está  en  sus  preciosas  manos.

Las cosas que Dios permite en nuestra vida y las experiencias que no nos gustan también están bajo el control de Dios y El es quien le da la salida a todo problema.

Sal 31:14  Mas yo en ti confío, oh Jehová;

Digo: Tú eres mi Dios.

Sal 31:15  En tu mano están mis tiempos;

Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.


Los  lirios  del  campo eran  flores  silvestres  que  crecían sin  necesidad  del  cuidado  humano. Se cree que  eran  los  lirios  color  violeta oscuro, que  crecían  en  Israel. Esas  flores  brotaban  por  un  día  en  las  laderas de  las  montañas y  a pesar  de  su  corta  duración, poseían  una  belleza  y  una  gloria que  superaban  a  la  de  salomón  vestido  con  ropa  real.

Si  Dios  hace  esto  con  las  flores  del  campo,  como  no  nos  va  mostrar  su  amor,  dándonos  el  vestido que necesitamos.  Si  Dios  tiene  cuidado  de la  hierba  del  campo que  dura  un  solo  día,  no  hará  mucho  más  por  los  que  viven  en  su   reino  por  toda  la  eternidad.

Mat 6:28  Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;

Mat 6:29  pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

Mat 6:30  Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?


SER  UN  HOMBRE  DE  POCA  FE  es  desconfiar  de la  provisión  de  Dios.

La  falta  de  fe  es  la  raíz  de  la ansiedad, y de  todo deseo  pecaminosos, la  desconfianza  en  Dios  nos  hace  infelices.

Sal 40:4  Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,

Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

Como  seguidores  de  Cristo  no  debemos  poner  en  duda  el  cumplimiento  de  sus  promesas.

La  ansiedad  y  el  afán según  el  señor,  son  características de  los  gentiles. El  que  desconfía  de Dios  vive  como  quiere, haciendo  lo  malo,  en  sus  deleites, y  fuera  de la  voluntad  del  padre.

Los  seguidores  de  cristo  deben  llevar  un  estilo  de  vida  diferente, en santidad, sabiendo  que  tienen  un Dios  que  los  cuida.


BUSCAR  EL  REINO  DE  DIOS

 La prioridad  número  uno  del  cristiano  es  buscar el reino  de  Dios,  vivir  en  su  voluntad, viviendo  bajo  el gobierno  de  Cristo.

Dios quiere que cada días disfrutemos lo que él nos da, que seamos agradecidos con lo que tenemos, que disfrutemos de su presencia , de su amor, sabiendo que él cuida de nosotros.

Rom 14:17  porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.

EL  DÍA  DE  MAÑANA  TRAERÁ  SUS  PROPIAS  DIFICULTADES. Añadir   al  día  de  hoy  los afanes  esto  hará  que  empeore   nuestra  situación.

Mat 6:33  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mat 6:34  Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Dios  tiene  el  tiempo para  bendecirnos,  mientras  tanto  nos  procesa y  forma nuestro  carácter conforme  a  su  voluntad,  para que  podamos  recibir las  añadiduras. Lo que  vas  a  comer, beber  o vestir.

 

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