SALVADOS PARA SER BENDECIDOS Y DAR ADORACION
Gén 8:15 Entonces dijo Dios a Noé:
Gén 8:16 "Sal del arca con tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos.
Gén 8:17 También sacarás todos los animales que están
contigo de toda especie, de aves, de bestias y de todo reptil que se arrastra
sobre la tierra; y vayan por la
tierra, fructifiquen y multiplíquense
sobre la tierra".
Gén 8:18 Salió,
pues, Noé con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos.
Gén 8:19 Todos los animales, todo reptil y toda ave; todo lo que se mueve sobre la tierra según
sus especies, salió del arca.
Gén 8:20 Luego edificó Noé un altar a Jehová, y tomando de todo animal limpio y de toda ave
limpia,[8] ofreció holocausto[9]
en el altar.
Gén 8:21 Al percibir Jehová olor grato,[10]
dijo en su corazón: "No
volveré a maldecir la tierra por causa del hombre,[11] porque el corazón del hombre se inclina al
mal[12] desde su juventud; ni volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho.[13]
Gén 8:22 "Mientras la tierra permanezca
no cesarán la sementera y la siega,
el frío y el calor,
el verano y el invierno, el día y la noche
Dios
promete salvar a Noé, del juicio
desastroso que vendría para la tierra.
Vendría
un diluvio donde todos ser viviente moriría, pero Dios mostraría su fidelidad
ante un hombre justo.
Gén 6:17 Yo enviaré un diluvio de aguas sobre la
tierra, para destruir todo ser en que
haya espíritu de vida debajo del cielo;
todo lo que hay en la tierra morirá.
Gén 6:18 Pero estableceré mi pacto[7]
contigo, y tú entrarás en el
arca, con tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos.
Gén 6:19 Y de todo lo que vive, de todo ser,
dos de cada especie meterás en el arca,
para que tengan vida contigo;
macho y hembra serán.
Noé entra
en el Arca con su familia y las especies de animales, el diluvio dura 40 días, el agua permanece sobre la tierra durante 150 días.
Gén 7:23 Dios borró de la faz de la tierra a todo ser
viviente, desde los seres humanos hasta los ganados, los reptiles y las aves
del cielo. Todos fueron borrados de la faz de la tierra. Sólo quedaron Noé y
los que estaban con él en el arca.
Gén 7:24 Y la tierra quedó inundada ciento cincuenta
días.
Dios
habla a Noé y le dice que salga del
arca, le da la orden para que vaya y fructifique y se multiplique junto con todas las especies.
La orden
de Dios era específica, Noé no podía detenerse aunque hubiera temor e
incertidumbre, Dios le había dado salvación y libertad, para que gobernara en un lugar donde lo tenía
todo a su disposición, pero empezando de
nuevo.
Gén
8:16 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus
hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.
Gén 8:17 Todos los animales que están contigo de toda
carne, de aves y de bestias y de todo reptil que anda arrastrando sobre la
tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen, y
multiplíquense sobre la tierra.
Dios nos
ha dado salvación y vida eterna, no para seguir en el mismo sitio donde
estamos, con los mismos pensamientos de fracaso y temores, la orden que Dios
nos da es fructifíquense y multiplíquense.
Fue la
misma orden que Dios le dio a Adán y Eva cuando estaban en el paraíso donde
ellos Vivian en libertad.
Gén 1:28 Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces
del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la
tierra».
Después
de ser salvos del diluvio, Noé no se preocupó
tanto por su bienestar o el de su familia, lo primero que hace es buscar un
lugar donde pudiera adorar junto con su familia.
Construye
un altar para adorar a Dios y ofrecer holocausto,
mientras se adapta a la nueva vida.
Noé
necesitaba un altar para ofrecer holocausto, rendir adoración a Dios por la
salvación que le había dado.
Gén 8:20 Luego edificó Noé un altar a Jehová, y tomando de todo animal limpio y de toda ave
limpia,[8] ofreció holocausto[9]
en el altar.
Noé había
conocido a Dios personalmente, él solo anhelaba rendir adoración, ser
agradecido por su liberación, pedir
perdón por sus pecados, y errores, deseaba que Dios guiara su vida.
Noé
ofrece un holocausto, era una ofrenda que se ofrecía cuando una persona quería.
Agradecer
y alabar a Dios, hacer un compromiso renovado, pedir algo a Dios.
Ofreció
en el altar animales limpios, Dios se agradó de esa ofrenda que hizo una
promesa, de no volver a maldecir y
destruir la tierra, aunque el hombre siga siendo pecador.
Esa gran
ofrenda hecha por Noé, simbolizaba el gran sacrificio del hijo de Dios
Gén 8:20 Más tarde, Noé construyó un altar para adorar
a Dios. Tomó entonces algunos de los animales y aves de los que Dios acepta
como ofrenda, y en su honor los quemó sobre el altar.
Gén 8:21 Y cuando a Dios le llegó tan grato aroma,
tomó la siguiente decisión:
«Aunque
todo hombre y mujer sólo están pensando en hacer lo malo desde su niñez, por
ninguno de ellos volveré a maldecir ni destruir la tierra como esta vez.
Necesitamos
un lugar donde podamos orar y adorar a Dios, mientras estemos en este mundo.
Un altar
en nuestra casa, iglesia u oficina donde
podamos ofrecer adoración continúa a Dios.
Mat 6:6 »Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a
solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su
Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.
Jesús nos
dio ejemplo de que era un hombre de oración y adoración.
Luc 22:39 Jesús salió de la ciudad y se fue al Monte de
los Olivos, como era su costumbre. Los discípulos lo acompañaron.
Luc 22:40 Cuando llegaron al lugar, Jesús les dijo:
«Oren, para que puedan soportar las dificultades que tendrán.»
Luc
22:41 Jesús se alejó un poco de los
discípulos, se arrodilló y oró a Dios:
Noé creyó
que Dios lo aceptaría a él y a su familia por medio del sacrificio de animales.
Debemos
tener la certeza de que él nos aceptar por medio del sacrificio de cristo en la
cruz.
Jua 1:29 Al día siguiente,
Juan vio que Jesús se acercaba. Entonces le dijo a toda la gente:
«¡Aquí
viene el Cordero de Dios[3] que quita el pecado de la gente del
mundo! Por medio de él, Dios les perdonará a ustedes todos sus pecados.
Somos salvos por medo de Cristo pasa ser bendecidos y dar adoración a Dios en todo lo que hagamos, ese es nuestro propósito.
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