LA VIDA SOBRENATURAL QUE CRISTO NOS OFRECE
Rom 6:6 Una cosa es clara: antes éramos pecadores,
pero cuando Cristo murió en la cruz, nosotros morimos con él. Así que el pecado
ya no nos gobierna.
Cristo
murió en la cruz del calvario y nos ofrece una vida sobrenatural para que la disfrutemos.
Jua 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.
Al
aceptar a Cristo somos perdonados, ya no vivimos encarcelados en la oscuridad
del pecado.
Pero aunque
cristo nos dio libertad en la cruz, muchos están encarcelados en un mundo de
pecado, encerrados como en una prisión donde no pueden disfrutar.
Muchos
cristianos no se apropian de la libertad sobrenatural y la vida abundante que
Dios ofrece.
NO DISFRUTAN LA VIDA
SOBREABUNDANTE DE CRISTO POR QUE.
Se han acostumbrado a
vivir en una cárcel, creen que Dios no tiene algo mejor para
ellos, piensan que la vida que están viviendo esta bien, se han acostumbrado a sus propias creencias
y a las cosas de este mundo.
Aunque
ellos han confiado en Jesús no están dispuestos a dejar su estilo de vida, quieren seguir practicando hábitos y
costumbres de este mundo, por eso no pueden ser felices.
Col 3:1 (1-2) Dios
les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen
toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo,
donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este
mundo.
Col 3:3 (3-4) Pues
ustedes ya han muerto para el mundo, y ahora, por medio de Cristo, Dios les ha
dado la vida verdadera. Cuando Cristo venga, también ustedes estarán con él y
compartirán su gloriosa presencia.
Prefieren
vivir practicando ciertos pecados que los mantienen aprisionados, sin llegar a
tener una verdadera libertad.
Col 3:5 Por eso, den muerte a todos sus malos deseos;
no tengan relaciones sexuales prohibidas, no sean indecentes, dominen sus malos
deseos, y no busquen amontonar dinero, pues es lo mismo que adorar a dioses
falsos.
Col 3:6 Todo esto hace que Dios se enoje con los
desobedientes.
Col 3:7 Ustedes mismos se comportaban así antes de
conocer a Cristo.
Col 3:8 Pero ahora tienen que dejar también todo
esto: no se enojen, no busquen hacer el mal a otros, no ofendan a Dios ni
insulten a sus semejantes,
Col 3:9 ni se mientan unos a otros, porque ustedes ya
han dejado la vida de pecado
La
vida sobrenatural que Cristo ofrece, requiere que dejemos el pasado, y empecemos
a vivir una nueva vida.
2Co 5:17 (17-19) Ahora
que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en
cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida
nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por
medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que
anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios
perdona los pecados y hace las paces con todos.
Nuestra
forma de pensar, de ver las cosas, de vivir la vida tiene que ser como Cristo
nos enseñó, a través de su palabra.
Es porque tratan de vivir
la vida cristiana con sus propios esfuerzos.
Estas
personas desean vivir una vida sobreabundante en Cristo, desean agradar a
Dios con todo su corazón, pero lo hacen
con su propio esfuerzo.
Al
comienzo, estas personas por su esfuerzo parece que van progresando, pero
después de un tiempo, vienen los obstáculos y dificultades que no pueden vencer,
eso hace que caigan en desanimo, se sienten derrotados y muchos de ellos viven
luchando sin encontrar la libertad.
La
vida cristiana sobrenatural, no se trata de tener solo buenas intenciones, se
trata de dejar que Cristo nos cambie, y nos haga nuevas criatura.
Cuando
nuestra vieja naturaleza es cambiada por la imagen de Cristo, podremos
disfrutar la vida.
Rom 7:23 Pero también me sucede otra cosa: hay algo
dentro de mí, que lucha contra lo que creo que es bueno. Trato de obedecer la
ley de Dios, pero me siento como en una cárcel, donde lo único que puedo hacer
es pecar. Sinceramente, deseo obedecer la ley de Dios, pero no puedo dejar de
pecar porque mi cuerpo es débil para obedecerla. ¡Pobre de mí! ¿Quién me
librará de este cuerpo, que me hace pecar y me separa de Dios? ¡Le doy gracias
a Dios, porque sé que Jesucristo me ha librado!
Las artimañas de satanás
nos impiden vivir una vida
sobreabundante
Como
cristianos, tenemos un enemigo que nos ataca a diario. Satanás desea destruir a
todo el que sigue a cristo.
Todos
los días enfrentamos una lucha constante, por lo tanto no podemos descuidarnos,
tenemos que resistirle.
1Pe 5:8 Sed prudentes y manteneos despiertos,[j] porque vuestro enemigo el diablo, como un
león rugiente, anda buscando a quien devorar.
Satanás
busca que haya una puerta abierta para atacarnos en la carne, solo espera que
espiritualmente nos descuidemos, y utiliza espíritus inmundos que nos ataquen,
trayendo conflictos emocionales y físicos, para mantenernos en esclavitud.
Stg 4:7 Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y
este huirá de vosotros.[e]
Stg 4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.[f] ¡Limpiaos las manos,[g] pecadores! ¡Purificad vuestro corazón,
vosotros que queréis amar a Dios y al mundo a la vez![h]
2Co 2:10 Así que, a quien vosotros perdonéis algo,
también yo se lo perdono. Y se lo perdono, si algo hay que perdonar, por
consideración a vosotros y en presencia de Cristo.[d]
2Co 2:11 Así Satanás no se aprovechará de nosotros,
pues conocemos muy bien sus mañas.[e]
Satanás
hará hasta lo imposible para evitar que usted pueda vivir una vida
sobreabundante en cristo.
Debemos
tener confianza en Dios, porque cuando nos entregamos solo a él, Dios nos protegerá, nos dará las
fuerzas para vencer al enemigo.
2Ts 3:3 Pero el Señor Jesucristo les dará una firme
confianza y los protegerá del mal, porque él siempre cumple lo que dice.
1Co 10:12 Por eso, que nadie se sienta seguro de que no
va a pecar, pues puede ser el primero en hacerlo.
1Co 10:13 Ustedes no han pasado por ninguna tentación
que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir
que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan
las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir.
Aunque le fallemos al señor no podemos
permitir que las artimañas de satanás nos impidan vivir una vida sobrenatural
en cristo.
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