PARA EL AFLIGIDO TODO ES DIFÍCIL
Pro 15:13 El corazón alegre hermosea el rostro;
Mas por
el dolor del corazón el espíritu se abate.
Pro 15:14 El corazón entendido busca la sabiduría;
Mas la
boca de los necios se alimenta de necedades.
Pro 15:15 Todos los días del afligido son difíciles;
Mas el de
corazón contento tiene un banquete continuo.
Pro 15:16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová,
Que el
gran tesoro donde hay turbación.
Pro 15:17 Mejor es la comida de legumbres donde hay
amor,
Que de
buey engordado donde hay odio.
Pro 15:18 El hombre iracundo promueve contiendas;
Mas el
que tarda en airarse apacigua la rencilla.
Pro 15:19 El camino del perezoso es como seto de espinos;
Mas la
vereda de los rectos, como una calzada.
La
aflicción en ninguna manera nos puede hace estar contentos o en paz; es un
estado de continuo dolor y de no saber en qué va a terminar lo que se está
viviendo. Todos los días se comienza con la desesperanza y la expectativa de cómo
vamos a salir de las situaciones difíciles que estamos viviendo.
La
mayoría de veces nuestra propia mente nos angustia haciéndonos esperar que
ocurran cosas malas antes de que estas lleguen. Es a través de nuestros malos
presentimientos que nuestros días terminan en aflicción.
Todo comienza
con nuestra forma de pensar y de hablar, como vemos la vida así será nuestro futuro.
Sal 27:13 ¡Pero yo sé que viviré para disfrutar de tu
bondad junto con todo tu pueblo!
Sal 27:14 Aguarda a Jehová;
Esfuérzate,
y aliéntese tu corazón;
Sí,
espera a Jehová.
El señor
en su palabra nos habla que lo único que tiene para nosotros son días buenos.
Si sus
planes son para bendecirnos por qué hemos de estar pensando en desgracia, en
cosas que solo nos traerán aflicción.
Jer 29:11 Mis planes para ustedes solamente yo los sé,
y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de
bienestar.
EL único que aprovechara esta situación es satanás,
el desea que nosotros perdamos la esperanza. Dios no desea que estemos afligidos,
desea que nuestros pensamientos y nuestra forma de hablar sean de esperanza.
Sal 42:11 (12) ¡Pero no hay razón
para que
me inquiete!
¡No hay
razón
para que
me preocupe!
¡Pondré
mi confianza
en Dios
mi salvador!
¡Sólo a
él alabaré!
Es
nuestra forma de hablar y de pensar la que hará que nuestra vida empiece a
cambiar. Sin importar lo que estemos viviendo.
El rey
David era un hombre que confiaba plenamente en Dios, por eso pudo ganar muchas
batallas.
Sal 42:11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué
te turbas dentro de mí?
Espera en
Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación
mía y Dios mío.
En lugar
de estar afligidos, pensando lo negativo, debemos poner toda nuestra confianza
en Dios porque estamos seguros de que él nos ama y tiene un gran futuro
planificado para nosotros. Y si nuestra esperanza, y expectativas están en él jamás
terminaremos decepcionados, engañados o avergonzados.
Sal 84:11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y
gloria dará Jehová.
No
quitará el bien a los que andan en integridad.
Sal 84:12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso
el hombre que en ti confía.
Efe 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas.
Si Dios
tiene un buen plan para mí, no tengo porque estar angustiado, lo único que
tenemos que hacer es esperar el
tiempo de Dios.
Ecl 3:1 Todo tiene su
tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
LO ÚNICO QUE DIOS QUIERE ES QUE NOS HUMILLEMOS delante de él, y confiemos plenamente en
sus promesas, para que él nos exalte.
1Pe 5:6 Humillaos, pues,
bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
1Pe 5:7 echando toda
vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Dios quiere que tengamos esperanza y que saquemos de nuestra
vida todo lo negativo porque él está dispuesto a hacer aun cosas más grandes de
las que le pedimos.
fe 3:20 Y a Aquel que es
poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos
o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Entrégale tu boca a Dios, para
que esta se convierta en un instrumento de Dios.
Comience a declarar su palabra,
porque él tiene un buen futuro, un buen propósito y un buen plan para su vida.
Hable de acuerdo con Dios, no de acuerdo con el enemigo.
Aprende a hacer confesiones
llenas de fe, positivas y de acuerdo a la palabra.
Tu eres mi esperanza, y tienes
grandes planes para mi vida.
Viva cada día disfrutado de la
presencia de Dios, para que tu corazón pueda estar alegre y su vida se convierta
en un banquete continuo lleno de bendición.
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