martes, 1 de septiembre de 2020

NECESITAMOS CAMBIAR NUESTRO CORAZÓN

 

NECESITAMOS CAMBIAR NUESTRO CORAZÓN




 

Pro 15:13  El corazón alegre hermosea el rostro;

Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.

Pro 15:14  El corazón entendido busca la sabiduría;

Mas la boca de los necios se alimenta de necedades.

Pro 15:15  Todos los días del afligido son difíciles;

Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.

 

Hay gente que paga grandes cantidades de dinero para cambiar el rostro y aun no se sienten felices, pero la palabra de Dios nos dice que para cambiar el rostro hay que cambiar primero el corazón.

Pro 15:13  El corazón alegre hermosea el rostro;

Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.

Es muy importante saber cómo está nuestro corazón, porque la condición del corazón afecta el espíritu y el rostro de una persona.

En el antiguo testamento la palabra CORAZÓN: El término hebreo es lebáb y leb. lebáb  se refiere al corazón como el órgano más interno.

Leb significa corazón usado figurativamente en un sentido amplio para los sentimientos la voluntad e incluso el intelecto.

Estos términos se refieren figurativamente al ser interior del ser humano, su esencia misma, incluyendo sentimientos, deseos, voluntad e intelecto.

En el nuevo testamento la palabra que traduce corazón es Kardía que en un sentido figurado indica los pensamientos o sentimientos, mente. El corazón es nuestro verdadero yo y es el catalizador de nuestros deseos, motivos, intenciones y acciones.

Otro término que la biblia usa para referirse al corazón o espíritu es hombre interior.

Efe 3:16  para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;

El corazón es la esencia o identidad del ser humano. Es la parte más compleja, sagrada e íntima de una persona, el fundamento de todo su ser y su carácter, donde se originan sus deseos, diseños, propósitos, voluntad, pensamientos y actitudes.

Por lo tanto, la condición de nuestro corazón será la condición de nuestra vida. El estado de nuestro corazón afecta todos los aspectos de nuestro diario vivir. Todo asunto de orden espiritual, mental y emocional, y muchos de orden físico, tienen la raíz en el corazón.

La escritura nos anima a llevar una vida espiritual con un corazón sano. Un corazón sano nos capacita para hacer y cumplir el propósito con el cual fuimos creados. Por tanto debemos dejarnos guiar por su palabra viviendo en sus mandamientos.

EL CORAZÓN PUEDE POSEER UN BUEN TESORO Y UN MAL TESORO.

Luc 6:45  El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

EL CORAZÓN QUE POSEE UN BUEN tesoro está lleno de bondad, humildad, pureza, obediencia, justicia, fortaleza espiritual. Tiene la capacidad de amar, someterse y rendirse a Dios d acuerdo a su propósito y voluntad.

EL CORAZÓN CON UN MAL TESORO no le cree a Dios, se hiere y ofende fácilmente, y se niega a perdonar. Está lleno de desobediencia, egoísmo, ambición y orgullo; y está endurecido.

Debemos pensar qué tipo de tesoro estamos guardando en nuestro corazón.

Mat 6:21  Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Revelamos el buen tesoro que llevamos dentro, gracias al Espíritu Santo. En algunas ocasiones mostramos algún aspecto del mal tesoro, esto demuestra que El Espíritu de Cristo debe reinar en esa área, renueve la corrupción y nos limpie para que podamos vivir en una vida nueva.

El libro de proverbios nos dice.

Pro 4:23  Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;

Porque de él mana la vida.

La palabra traducida como guardar o cuida incluye la idea de proteger o mantener. Nuestro corazón necesita ser supervisado con diligencia, y requiere ser defendido del ataque de fuerzas espirituales negativas y de cualquier otra cosa que lo pueda dañar.

Solo cuando guardamos la palabra de Dios en nuestro corazón y sigamos sus mandamientos y su sabiduría, nuestro corazón producirá manantiales de vida.

Pro 4:3  También yo fui hijo para mi padre, tierno y único a los ojos de mi madre,

Pro 4:4  y él me enseñaba y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos y vivirás.

Pro 4:5  Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca.

 

La condición de nuestro corazón afecta todos los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, una enfermedad física y emocional  puede tener su origen en la falta de perdón en el corazón.

El apóstol Pablo enumera 18 fallas de carácter que llenan el corazón del hombre en los postreros tiempos.

2Ti 3:1  También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

2Ti 3:2  Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

2Ti 3:3  sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,

2Ti 3:4  traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,

2Ti 3:5  que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.


Debemos tener a Cristo en nuestro corazón para que nuestra vida cambie. para que haya verdadera alegría y nuestro rostro puede cambiar.

Si uno está afligido, todos nuestros días serán difíciles, no porque tengamos mala suerte, o porque estemos pasando momentos difíciles, sino porque decidimos estar afligidos.

Si uno cambia la actitud para tener un corazón contento, por medio de cómo responde a las situaciones de la vida, tiene banquete continuo.

si dejamos que nuestro corazón se llene te temores y de dificultades, viviremos cada día con dificultad, pero si cambiamos nuestra actitud y le permitimos a Dios que por medio del Espíritu Santo nos de un corazón contento, a pesar de nuestras dificultades, nuestros días no serán difíciles y tendremos un banquete continuo.

Pro 15:15  Todos los días del afligido son difíciles;

Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.

Pro 15:16  Mejor es lo poco con el temor de Jehová,

Que el gran tesoro donde hay turbación.

Alguien dijo que la vida está hecha de 15% de lo que nos sucede y el 85% de como reaccionamos a lo que nos sucede en la vida. Cuando tus perspectivas de vida cambian tu vida también cambia.

 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (Santiago 1:2)

 Muchas veces hemos leído este pasaje de la biblia, y quizá más de una vez nos lo han dicho cuando estamos pasando por un momento difícil en nuestras vidas, pero… ¿puede uno tener paz y gozo en medio de las pruebas? ¿Realmente Dios quiere que seamos probados? Pues la respuesta es sí, aunque no es tan fácil aprenderlo y comprenderlo.

 

¿Por qué Dios permite el sufrimiento o porque nos prueba? La respuesta es simple… porque quiere que seamos perfeccionados.

Pero ¿cómo nos podemos gozar cuando somos probados? Como ya lo dije antes, nos costará poder comprender la magnitud de lo que Pablo y Santiago dijeron: “sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones” (2 Corintios 7:4) “tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (Santiago 1:2), porque ¿cómo alguien puede gozarse en la aflicción? Pues he ahí la clave, para que la prueba sea superada, cuando más tú tengas paciencia, cuando nada te haga perder tu alegría, cuando a pesar del dolor nada pueda interrumpir tu comunión con Dios, entonces habrás superado la prueba, porque si no será como cuando repruebas un examen, te lo volverán a tomar hasta que lo apruebes, es decir, la prueba volverá.

Que tu gozo no dependa de tus circunstancias sino de Dios.

 

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