NECESITAMOS
CAMBIAR NUESTRO CORAZÓN
Pro 15:13
El corazón alegre hermosea el rostro;
Mas por el dolor del corazón el
espíritu se abate.
Pro 15:14
El corazón entendido busca la sabiduría;
Mas la boca de los necios se
alimenta de necedades.
Pro 15:15
Todos los días del afligido son difíciles;
Mas el de corazón contento tiene un
banquete continuo.
Hay gente que paga grandes cantidades
de dinero para cambiar el rostro y aun no se sienten felices, pero la palabra
de Dios nos dice que para cambiar el rostro hay que cambiar primero el
corazón.
Pro 15:13
El corazón alegre hermosea el rostro;
Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.
Es muy importante saber cómo está nuestro corazón, porque la condición del corazón afecta el espíritu y el rostro de una persona.
En el antiguo
testamento la palabra CORAZÓN: El término hebreo es lebáb y leb. lebáb se refiere
al corazón como el órgano más interno.
Leb
significa corazón usado figurativamente en un sentido amplio para los
sentimientos la voluntad e incluso el intelecto.
Estos
términos se refieren figurativamente al ser interior del ser humano, su esencia
misma, incluyendo sentimientos, deseos, voluntad e intelecto.
En el
nuevo testamento la palabra que traduce corazón es Kardía que en un sentido
figurado indica los pensamientos o sentimientos, mente. El corazón es nuestro
verdadero yo y es el catalizador de nuestros deseos, motivos, intenciones y
acciones.
Otro término que la biblia usa para referirse al corazón o espíritu es hombre
interior.
Efe 3:16
para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser
fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
El corazón es la esencia o identidad del ser humano.
Es la parte más compleja, sagrada e íntima de una persona, el fundamento de
todo su ser y su carácter, donde se originan sus deseos, diseños, propósitos,
voluntad, pensamientos y actitudes.
Por lo tanto, la condición de nuestro corazón será la
condición de nuestra vida. El estado de nuestro corazón afecta todos
los aspectos de nuestro diario vivir. Todo asunto de orden espiritual, mental y
emocional, y muchos de orden físico, tienen la raíz en el corazón.
La
escritura nos anima a llevar una vida espiritual con un corazón sano. Un corazón
sano nos capacita para hacer y cumplir el propósito con el cual fuimos creados. Por tanto debemos dejarnos guiar por su palabra viviendo en sus mandamientos.
EL CORAZÓN PUEDE POSEER UN BUEN TESORO Y UN MAL TESORO.
Luc 6:45
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el
hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia
del corazón habla la boca.
EL
CORAZÓN QUE POSEE UN BUEN tesoro está lleno de bondad, humildad, pureza,
obediencia, justicia, fortaleza espiritual. Tiene la capacidad de amar,
someterse y rendirse a Dios d acuerdo a su propósito y voluntad.
EL CORAZÓN
CON UN MAL TESORO no le cree a Dios, se hiere y ofende fácilmente, y se niega a
perdonar. Está lleno de desobediencia, egoísmo, ambición y orgullo; y está endurecido.
Debemos
pensar qué tipo de tesoro estamos guardando en nuestro corazón.
Mat 6:21
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Revelamos el buen tesoro que llevamos dentro, gracias al Espíritu Santo. En
algunas ocasiones mostramos algún aspecto del mal tesoro, esto demuestra que El
Espíritu de Cristo debe reinar en esa área, renueve la corrupción y nos
limpie para que podamos vivir en una vida nueva.
El
libro de proverbios nos dice.
Pro 4:23
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.
La palabra traducida como guardar o cuida incluye la
idea de proteger o mantener. Nuestro corazón necesita ser supervisado con
diligencia, y requiere ser defendido del ataque de fuerzas espirituales
negativas y de cualquier otra cosa que lo pueda dañar.
Solo cuando guardamos la palabra de Dios en nuestro
corazón y sigamos sus mandamientos y su sabiduría, nuestro corazón producirá manantiales
de vida.
Pro 4:3 También yo fui
hijo para mi padre, tierno y único a los ojos de mi madre,
Pro 4:4 y él me enseñaba
y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos y vivirás.
Pro 4:5 Adquiere
sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las palabras
de mi boca.
La
condición de nuestro corazón afecta todos los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo,
una enfermedad física y emocional puede tener su origen en la falta
de perdón en el corazón.
El
apóstol Pablo enumera 18 fallas de carácter que llenan el corazón del hombre en
los postreros tiempos.
2Ti 3:1 También debes
saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
2Ti 3:2
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos,
soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
2Ti 3:3 sin afecto
natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de
lo bueno,
2Ti 3:4 traidores,
impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,
2Ti 3:5 que tendrán apariencia
de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
Debemos tener a Cristo en nuestro corazón para que nuestra
vida cambie. para que haya verdadera alegría y nuestro rostro puede cambiar.
Si uno está afligido, todos nuestros días serán difíciles, no porque tengamos mala suerte, o porque estemos pasando momentos difíciles,
sino porque decidimos estar afligidos.
Si uno cambia la actitud para tener un corazón
contento, por medio de cómo responde a las situaciones de la vida, tiene
banquete continuo.
si dejamos que nuestro corazón se llene te temores y
de dificultades, viviremos cada día con dificultad, pero si cambiamos nuestra
actitud y le permitimos a Dios que por medio del Espíritu Santo nos de un
corazón contento, a pesar de nuestras dificultades, nuestros días no serán
difíciles y tendremos un banquete continuo.
Pro 15:15 Todos los días
del afligido son difíciles;
Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.
Pro 15:16 Mejor es lo
poco con el temor de Jehová,
Que el gran tesoro donde hay turbación.
Alguien dijo que la vida está hecha de 15% de lo que
nos sucede y el 85% de como reaccionamos a lo que nos sucede en la vida. Cuando
tus perspectivas de vida cambian tu vida también cambia.
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (Santiago 1:2)
Muchas veces hemos leído este pasaje de la biblia, y quizá más de una vez nos lo han dicho cuando estamos pasando por un momento difícil en nuestras vidas, pero… ¿puede uno tener paz y gozo en medio de las pruebas? ¿Realmente Dios quiere que seamos probados? Pues la respuesta es sí, aunque no es tan fácil aprenderlo y comprenderlo.
¿Por qué Dios permite el sufrimiento o porque nos prueba?
La respuesta es simple… porque quiere que seamos perfeccionados.
Pero ¿cómo nos podemos gozar cuando somos probados? Como
ya lo dije antes, nos costará poder comprender la magnitud de lo que Pablo y
Santiago dijeron: “sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones” (2
Corintios 7:4) “tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”
(Santiago 1:2), porque ¿cómo alguien puede gozarse en la aflicción? Pues he ahí
la clave, para que la prueba sea superada, cuando más tú tengas paciencia,
cuando nada te haga perder tu alegría, cuando a pesar del dolor nada pueda
interrumpir tu comunión con Dios, entonces habrás superado la prueba, porque si
no será como cuando repruebas un examen, te lo volverán a tomar hasta que lo
apruebes, es decir, la prueba volverá.
Que tu gozo no dependa de tus circunstancias sino de Dios.
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