EL PODER DE MIS PALABRAS
Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.
Significa
que podemos crear vida o muerte con lo que hablamos; En el momento que salen
palabras de nuestra boca estamos bendiciendo o maldiciendo.
Cada vez que
hablamos creamos muerte o vida con cada palabra que decimos; somos nosotros los
que determinamos vivir una vida en bendición o en maldición.
Si amamos más
la vida y disfrutamos de cada cosa que Dios nos dio, hablaremos palabras buenas de bendición-
Si hablamos
constantemente del fruto de la muerte, finalmente comeremos de ese fruto, tanto
en lo espiritual como en lo físico. Miedo, dolor, fracaso, enojo, palabras de maldición y frustraciones que nos llevarán al fracaso.
Hablar
constantemente de nuestros problemas y de las cosas que nos desagradan hará que
nuestros problemas crezcan, porque estamos alimentando nuestros miedos y
temores con palabras que traen muerte.
Pero si
hablamos constantemente de lo que trae vida,
comeremos del fruto que trae vida.
COMERÁ
DE SU FRUTO. A un
fruto le lleva tiempo crecer y madurar, necesita condiciones específicas de
clima, riego y nutrientes para poder formarse.
El
FRUTO EN NUESTRAS VIDAS.
De acuerdo a
nuestras palabras el fruto crecerá lentamente en nuestras vidas, muchas veces
no nos damos cuenta que está creciendo y
madurando por el proceso que conlleva,
pero tarde que temprano se dejara ver.
Nuestras
palabras son las que alimentas ese fruto para bendición o para maldición.
Porque nuestras palabras tienen poder para crear o para destruir. Cada palabra
que pronunciamos es como un impulso que va dando vida a algo maravilloso o algo
destructivo.
Con nuestras palabras. Edificamos, destruimos, herimos, maldecimos, bendecimos. Sanamos, ofendemos.
Hable lo bueno que quieres en tu vida, familia, trabajo; que tu semilla sea buena, para que puedas ver un fruto hermoso y lleno de bendición.
Pro 16:24 Las palabras amables
son como la miel:
endulzan la vida
y sanan el cuerpo.
Pro 15:4 Las palabras que brindan consuelo
son la mejor medicina;
las palabras dichas con mala intención
son causa de mucha tristeza.
Pro 12:18 El que habla sin pensar
hiere como un cuchillo,
pero el que habla sabiamente
sabe sanar la herida.
Las palabras
que nos traen malos recuerdos de nuestro pasado, debemos desecharlas de nuestro
vocabulario, debemos renunciar a ellas; debemos empezar a hablar palabras de
bendición, esto no quiere decir que todo nos saldrá bien siempre, y que todo va
a cambiar de inmediato, pero es una elección que tomamos si queremos ver un buen
fruto para nuestra vida.
LAS
PALABRAS TIENEN PODER Dios creó el universo hablando
Genesis 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y
fue la luz.
Marcos.4:39 Y levantándose, reprendió al
viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó
el viento, y se hizo grande bonanza.
Comience a hablar bien, háblele al
problema., a la enfermedad, a lo que usted desee que cambie en el nombre de
Jesús y usted vera los resultados positivos.
Efe 4:29 No digan malas palabras. Al contrario, digan
siempre cosas buenas, que ayuden a los demás a crecer espiritualmente, pues eso
es muy necesario.
Pro 21:23 Quien tiene cuidado de lo que dice,
nunca se mete en problemas.
¿COMO CAMBIAR MI MANERA DE
HABLAR?
-Debo primero cambiar mi mente y mi
corazón.
Un buen árbol produce buenos frutos, y
un mal árbol produce malos frutos. Para saber si un árbol es bueno o malo, sólo
hay que fijarse en sus frutos. Lo mismo sucede con las personas: para saber si
son buenas o malas, sólo hay que fijarse en las cosas que hacen.
Mat 12:34 (34-35) Lo
que ustedes enseñan es tan malo como el veneno de una serpiente. ¡Claro! ¿Cómo
van a decir cosas buenas, si ustedes son malos? Porque si alguien es bueno,
siempre dice cosas buenas, y si es malo, siempre dice cosas malas.
Mat 12:36 Les aseguro que en el día del juicio final
todos tendrán que explicar por qué hablaron para hacerles daño a los demás.
Mat 12:37 Dios juzgará a cada uno de acuerdo con sus
palabras: si dijeron cosas buenas se salvarán, pero si dijeron cosas malas
serán castigados.»
Mateo 15:18 Pero
lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
15:19 Porque del corazón salen los malos pensamientos,
los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos
testimonios, las blasfemias.
Efesios 4:22 En cuanto a la pasada
manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los
deseos engañosos,
4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de
la verdad.
Romanos 12:2 No os conforméis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Nuestra mente y corazón deben ser transformados
por el señor, para que podamos hablar palabra de bendición. El amor y la
presencia de Dios deben ser un reflejo constante en nuestra vida.
Bendice cada día lo que tienes, da gracias
a Dios por lo que quieres; aunque las circunstancias sean difíciles, comienza a
cambiar tu lenguaje para que tu vida cambie.
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