LA CONDICIÓN DEL TIBIO

 

LA CONDICIÓN DEL TIBIO

Apocalipsis 3:14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
3:19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

La iglesia de Laodicea estaba ubicada en una ciudad muy rica y próspera, tenía grandes centros financieros y bancarios, fábrica de ropas y escuelas de medicina.

La gente de esta iglesia gozaba de muchas riquezas materiales, aparentemente no tenían necesidad de nada,   por eso estas personas era arrogantes, orgullosas, independientes y creían que estaban muy bien, no tenían necesidad de pedir nada a Dios.

Estas personas no se daban cuenta que llevaban una vida  tibia espiritualmente, porque aunque decían conocer al señor y vivir para él, sus obras indicaban lo contrario, había corrupción y no Vivían una vida en santidad.

Por este motivo el señor los reprende, les dice que los vomitará de su boca, es decir que no los acepta.

El tibio es aquel que dice amo a Dios, pero que no quiere comprometerse realmente con el señor.

El tibio es aquel que ama a Dios pero también  ama el mundo,  no ha aprendido a confiar en Dios, él solo depende de lo que tiene.

El tibio no le gusta alimentarse diariamente de la palabra, no les gusta pasar tiempo en oración y ayuno, por lo general asisten con muy poca regularidad a la iglesia, prefieren las reuniones familiares, los paseos, y los negocios.

El tibio se siente cómodo y satisfecho y autosuficiente con su modo de vida y con la religión que profesa.

El tibio confunde prosperidad  y riquezas  materiales con  espiritualidad y bendiciones espirituales.

Gál 6:3  Si alguien se cree importante, cuando en realidad  no lo es, se está engañando a sí mismo.

 El tibi es  como los fariseos juegan a ser cristianos  creen que sus buenas obras y su falsa religiosidad los hará mas perfectos.

Mateo 7:17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
7:18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

El joven rico tenía solo religiosidad.

Marcos 10:17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
10:18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
10:19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.
10:20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
10:21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
10:22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

Laodicea era una iglesia muy rica pero espiritualmente muerta.

DIOS RECHAZA EL TIBIO PORQUE ES.

ESPIRITUALMENTE ES UN DESVENTURADO

El desventurado  es alguien  inferior, espiritualmente afligido, era un mendigo infeliz ante los ojos de Dios,  ante el mundo podemos aparentar que estamos bien, pero  solo Dios sabe lo que realmente hay en  nuestro corazón.

ESPIRITUALMENTE UN  MISERABLE

Aunque ellos  trataban de cumplir las obras y creer que están muy bien, ante los ojos de Dios eran dignos de lástima,  eran personas despreciables, porque no tenían la presencia de espíritu santo morando en sus vidas.

1 de juan 1:6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;

EPIRITUALMENTE POBRE

Es aquel que no tiene nada, espiritualmente es un mendigo, aunque diga tener muchas riquezas materiales en realidad no tiene nada que demuestre la riqueza de Cristo en su vida.

EL CIEGO ESPIRITUAL

Es aquel que no ve nada espiritualmente, solo ve lo que sus ojos pueden mirar, está confiado solo en lo que tiene, estas personas carecen de luz y sobre todo de la luz de cristo que es la que guía nuestro caminar.

Juan 8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida

El ciego espiritual es incapaz de ver su propia realidad, El cree que como vive está bien, que está haciendo las cosas correctamente.

El ciego espiritual acomoda la palabra para su propio beneficio, no se preocupa por vivir una vida en santidad porque está satisfecho con la vida espiritual que lleva.

Los fariseos eran ciegos espirituales, aunque podían ver físicamente, nunca pudieron reconocer a Jesús y adorarlo como  el salvador.

Juan 9:39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.
9:40 Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?
9:41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.

ESPIRITUALMENTE DESNUDO

Es estar sin las vestiduras de santidad.

Solo cuando vivimos para cristo y por cristo es cuando estamos vestidos, llenos de la presencia del espíritu santo que mora en nuestras vidas.

La presencia del Espíritu Santo trae amor, nos permite vivir una vida que da fruto en todas las áreas.

Colosenses 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

1 de pedro 1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

Apocalipsis 19:8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

DIOS LES ACONSEJA

Dios les aconseja que de mí compres.  Dios les está diciendo que él es la una esperanza para su condición de tibios, es  la única solución.

-ORO REFINADO EN FUEGO. La gente de Laodicea se caracterizaba porque confiaban en sí mismos, Dios quería que pusieran toda fe y esperanza en el señor, en la riqueza espiritual.

En tener la naturaleza divina reflejando  siempre a cristo.

-VESTIDURAS BLANCAS PARA QUE NO SE DESCUBRA LA VERGÜENZA DE TU DESNUDEZ.

Las vestiduras de santidad que sólo cristo puede dar. Estas vestiduras son nuestro comportamiento diario, nuestra forma de vivir.

-UNGE TUS OJOS CON COLIRIO

Laodicea se caracterizaba por el colirio  que se vendía en sus centros médicos para curar las enfermedades de la vista.

El colirio espiritual es la unción del espíritu santo para  tener el discernimiento y ver la condición en que nos encontramos.

Esta iglesia de Laodicea es una iglesia que Dios ama, por eso les dice  que él reprende y castiga a quien ama, y cada día está tocando a nuestra puerta para que tomemos una decisión de dejarlo entrar y que él sea quien cabía nuestro corazón.