DIOS ENSANCHA MI TERRITORIO
1 de
crónicas 4:9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó
Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.
4:10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y
ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de
mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.
Jabes
significa dolor o angustia.
Su
madre lo llamó Jebes por cuanto lo dio a luz con dolor, la situación de este
hombre tal vez no era la mejor, pero fue
alguien que a pesar de sus circunstancias hizo la diferencia.
Jabes
un hombre desconocido que llegó a ser grande entre su familia y su pueblo.
Jabes
fue un hombre ilustre, de origen noble y distinguido, muy conocido por su gran
labor, por sus virtudes, dignos de reconocimiento.
Este
hombre llegó a tener la admiración del mismo Dios, aunque tal vez nadie vio lo
que había en su corazón, pudo cautivar la mirada del padre, Dios le otorgó la
bendición que le pidió, llegando a ser alguien importante.
El
pasado de Jabes quizá no había sido el mejor, pero se acercó a Dios con una
oración sabia, sincera, que agradó tanto
a Dios que le otorgó lo que le pidió.
Jebes
le hizo cuatro peticiones a Dios muy específicas.
BENDÍCEME, Jabes tenía un deseo grande de que Dios
bendijera, su petición fue algo grande ante los ojos de Dios, le dijo a Dios
cambia mi destino, mi vida de dolor, dame algo grande que marque la diferencia.
ENSANCHA MI TERRITORIO
A simple
vista parece una oración un poco atrevida, como si se tratara ambición, de querer ser rico y poderoso simplemente.
Ensanchar
el territorio en el tiempo antiguo, en los días de Israel significaba, más
riqueza, mayor estatus, más poder, más
responsabilidad para con Dios y la sociedad.
En la
antigüedad la tierra era riqueza, jebes le pidió que lo hiciera rico y poderoso
pero con un propósito noble, pues en la cultura hebrea el aumentar el
territorio implicaba tener un mayor interés en el plan de Dios para Israel y más
participación en el pacto, Deuteronomio 28.
Éxodo
34:24 Porque yo arrojaré a las naciones de tu presencia, y ensancharé tu
territorio; y ninguno codiciará tu tierra, cuando subas para presentarte
delante de Jehová tu Dios tres veces en el año.
QUE ESTUVIERA CON EL EN TODO LO QUE
HICIERA
Jabes
pidió poder divino, la presencia de Dios en toda su vida.
En el
antiguo testamento la mano era símbolo de poder, de fuerza, control; Jabes quería
que Dios controlara toda su vida. Que el poder de Dios se hiciera presente de
continuo en su diario vivir.
Jabes
estaba diciéndole a Dios, estoy contando contigo en mi vida, en mi casa, en mi
familia, trabajo, para que tú hagas conforme tú quieras, o donde me quieras
llevar.
Quiero
que cada paso que dé, tu mano me guie
para hacer siempre tu voluntad y cuando me bendigas te pido que estés conmigo,
y no me sueltes de tu mano para que no me desvié hacia el mal.
PROTÉGEME DEL MAL PARA QUE NO ME DAÑE
Jabes oró específicamente para ser protegido del mal y del daño.
En un mundo donde abunda el pecado, nuestra oración debe ser señor guárdame de la tentación, de los malos deseos, las malas acciones, y de lo que a mis ojos parece correcto, pero que delante de ti es abominable,sobre todo cuando hemos logrado ser personas ilustres.
Lo más importante en la vida del ser humano es la bendición de Dios, reconocer que él es el todo de nuestras vidas, que aunque haya fama, riquezas, muchas bendiciones todo le pertenece a Dios, aquí en esta tierra solo somos sus mayordomos.
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